La cubierta, iluminada bajo la tenue luz de la luna, crujió pesadamente cuando el kobito aterrizó en ella. Siluetas de contornos plateados se confundían las formas, dificultando encontrar a un posible vigilante. Por fortuna para Marvolath, la misma oscuridad que le estorbaba a él estorbaba al esclavista que había quedado atrás, que se movía tratando de discernir qué había golpeado la cubierta. Esta pista fue suficiente para encontrar su objetivo, descargando un golpe en el vientre tras una rápida carrera y un breve salto. El inesperado ataque catapultó al grandullón fuera del barco.
Esto empieza a ser costumbre - pensó.
Un disparo llevó su atención a la batalla que continuaba en el muelle. Sin más tiempo que perder, corrió a la borda del barco y desembarcó con un salto. Quedaban dos rivales en pie: uno al que Silver asediaba con incesantes golpes, y un grandullón que se enfrentaba a Balagus, quien además de atacar procuraba defender a los pequeños lunarian. No lo dudó.
Corrió hacia el grandullón por su espalda, aprovechando que su atención estaría centrada en el gigante oni que arremetía desde delante. Descargó el primer golpe en la corva izquierda mientras lo adelantaba. Con fuerza suficiente podría flexionarle la rodilla y ayudar a reducir la ventaja de su altura. En cuanto lo hubo adelantado rebotó con un salto, buscando dar un segundo golpe en la cintura, más fuerte, que le obligase a encogerse y lo empujase hacia atrás, quizá cayendo.
Aterrizó a los pies de Balagus, dejando a los pequeños a su espalda. Era consciente de que sus golpes no eran tan duros como los de Silver o Balagus, pero incluso si no conseguía aportar ninguna ventaja al menos les liberaría de la preocupación de la defensa.
Esto empieza a ser costumbre - pensó.
Un disparo llevó su atención a la batalla que continuaba en el muelle. Sin más tiempo que perder, corrió a la borda del barco y desembarcó con un salto. Quedaban dos rivales en pie: uno al que Silver asediaba con incesantes golpes, y un grandullón que se enfrentaba a Balagus, quien además de atacar procuraba defender a los pequeños lunarian. No lo dudó.
Corrió hacia el grandullón por su espalda, aprovechando que su atención estaría centrada en el gigante oni que arremetía desde delante. Descargó el primer golpe en la corva izquierda mientras lo adelantaba. Con fuerza suficiente podría flexionarle la rodilla y ayudar a reducir la ventaja de su altura. En cuanto lo hubo adelantado rebotó con un salto, buscando dar un segundo golpe en la cintura, más fuerte, que le obligase a encogerse y lo empujase hacia atrás, quizá cayendo.
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
17
1
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]
Aterrizó a los pies de Balagus, dejando a los pequeños a su espalda. Era consciente de que sus golpes no eran tan duros como los de Silver o Balagus, pero incluso si no conseguía aportar ninguna ventaja al menos les liberaría de la preocupación de la defensa.