Takahiro
La saeta verde
30-10-2024, 09:58 PM
Al leer el nombre de Rika a tu mente vienen pequeñas imágenes inconexas y bastante borrosas. Recuerdas aplausos de gente que vitorea tu nombre, también eres capaz de rememorar esa sensación de orgullo por haber hecho algo medianamente importante. También recuerdas una silueta, al parecer de una mujer… Alta, con el cabello largo, caderas anchas y bastante alta, de casi dos metros. Recuerdas un carmín rojo en sus labios y unos grandes ojos marrones. Sin embargo, no eres capaz de evocar a tu mente completamente su cara, tan solo es una mancha oscura en el fondo de la botella que tiraste antes.
Ahora, te encuentras mejor, aunque la resaca que tienes encima aún hace que sientas ligero malestar, que sabes perfectamente que no tardará en irse.
Emprendes la marcha hacia la zona sur para llegar a los acantilados. El pueblo sigue dormido, al parecer casi todo el mundo estuvo de parranda anoche. Muchos ojos te miran y sonríen, en apariencia fuiste el alma de la fiesta, así que siéntete orgulloso. Casi a las afueras del pueblo observas una bifurcación: a la izquierda un pañuelo rojo sobre el suelo y a la derecha un camino que parece que ha sido transitado hace poco por la cantidad de huellas que hay.
De seguir el camino de la izquierda te toparás de frente con una casa. Escuchas ruidos dentro, pero no eres capaz de distinguir que dicen. Son gritos bastante coléricos, pero observas que la puerta esta entre abierta. Tal vez quieras entrar a ver que ocurre, o quizá quieras ir por el camino derecho, que te lleva a un camino descendente en el que encuentras a un hombre cargado con una bolsa bastante grande. Es un hombre de unos sesenta años, con cara de buena persona y gran tamaño, aunque no lo parece porque está encogido de hombros. Va vestido con unos pantalones marrones, unas botas y una camiseta beige. Es completamente calvo y sus ojos son marrones.
¿Qué harás joven promesa de la piratería?
Ahora, te encuentras mejor, aunque la resaca que tienes encima aún hace que sientas ligero malestar, que sabes perfectamente que no tardará en irse.
Emprendes la marcha hacia la zona sur para llegar a los acantilados. El pueblo sigue dormido, al parecer casi todo el mundo estuvo de parranda anoche. Muchos ojos te miran y sonríen, en apariencia fuiste el alma de la fiesta, así que siéntete orgulloso. Casi a las afueras del pueblo observas una bifurcación: a la izquierda un pañuelo rojo sobre el suelo y a la derecha un camino que parece que ha sido transitado hace poco por la cantidad de huellas que hay.
De seguir el camino de la izquierda te toparás de frente con una casa. Escuchas ruidos dentro, pero no eres capaz de distinguir que dicen. Son gritos bastante coléricos, pero observas que la puerta esta entre abierta. Tal vez quieras entrar a ver que ocurre, o quizá quieras ir por el camino derecho, que te lleva a un camino descendente en el que encuentras a un hombre cargado con una bolsa bastante grande. Es un hombre de unos sesenta años, con cara de buena persona y gran tamaño, aunque no lo parece porque está encogido de hombros. Va vestido con unos pantalones marrones, unas botas y una camiseta beige. Es completamente calvo y sus ojos son marrones.
¿Qué harás joven promesa de la piratería?