Galhard
Gal
02-08-2024, 04:21 PM
El marine aprovechó la poca luz que la luna proporcionaba para ver el patio, el caos de muñecos de entrenamiento y armas oxidadas revelaron que probablemente una batalla se libró en ese lugar, quizás podría improvisar una escalera con aquellos muñecos para saltar la verja a la hora de salir, lo primero era lo primero así que pacientemente ordenó los muñecos cuya integridad estaba en mejor estado para hacer una pequeña plataforma para salir a la hora de escapar de la base, si es que se daba la suerte que podía volver sobre sus pasos antes de tener que huir más rápido. "No es la mejor plataforma para saltar pero al menos resistirá el salto para salir si la acabo utilizando" Pensó mientras se sacudía el polvo de sus manos y fijaba la vista en las lamparas de aceite y los bidones, una última línea de defensa que no llegó a ejecutarse, tomó una linterna y cuidadosamente la llenó de aceite, en esos momentos lamentó no haber traído ningún encendedor así que no le tocó otra cosa que buscar con poco resultado algún elemento que sirviera para prender la linterna, la cual solo usaría en momentos que él encontrase oportunos, puesto que el hecho de tener una luz no solo te da visibilidad a ti, si no que revela a los demás tu posición.
Una vez lidiado con el problema de la linterna decidió aventurarse hacia la derecha, quizás allí encontraría algo más llamativo o de valor que en el lugar que parecía ser las barracas donde los soldados dormían, así que, con paso firme, avanzó hasta el edificio de los oficiales, la entrada estaba curiosamente despejada, aquello activó un mal presentimiento en el marine mientras caminaba hacia la puerta. Sin darse cuenta, su pie chocó con un fuerte hilo que le hizo tropezar y ser alzado hacia el techo al mismo tiempo que la linterna se escapaba de sus manos. Ahora Galhard se encontraba atrapado en una red pegado al techo. ¿Cómo podía haber caído en algo tan simple? por suerte la linterna, que ahora se encontraba en el suelo, no sufrió ningún daño o fuga de aceite. Ahora todos sus esfuerzos se centraban en como salir de la red. En aquella situación una daga o cuchillo le hubiese servido más que su sable pero, forcejeando, logró colocar su mano en el pomo del arma, quizás, si deslizaba solo un poco el sable de su vaina, podría cortar algunas partes de la red si la misma no se trataba de una hecha de material ferroso.
Tras unos minutos de forcejeo el marine logró cortar una parte de la red, permitiendo a su brazo no solo tener la libertad de sacar completamente el sable de su vaina, si no que, también, sirvió para cortar el soporte que unía la red al techo, librándose de la misma sin poder evitar caer rápidamente de culo al suelo. Era mejor eso que quedarse atrapado en aquella trampa, debía ser más cuidadoso en sus siguientes pasos puesto que podían haber trampas que no le diesen la oportunidad de escapar. Estando una vez ya libre de la red tomó la lampara de aceite y siguió adentrándose en el edificio de los oficiales.
Una vez lidiado con el problema de la linterna decidió aventurarse hacia la derecha, quizás allí encontraría algo más llamativo o de valor que en el lugar que parecía ser las barracas donde los soldados dormían, así que, con paso firme, avanzó hasta el edificio de los oficiales, la entrada estaba curiosamente despejada, aquello activó un mal presentimiento en el marine mientras caminaba hacia la puerta. Sin darse cuenta, su pie chocó con un fuerte hilo que le hizo tropezar y ser alzado hacia el techo al mismo tiempo que la linterna se escapaba de sus manos. Ahora Galhard se encontraba atrapado en una red pegado al techo. ¿Cómo podía haber caído en algo tan simple? por suerte la linterna, que ahora se encontraba en el suelo, no sufrió ningún daño o fuga de aceite. Ahora todos sus esfuerzos se centraban en como salir de la red. En aquella situación una daga o cuchillo le hubiese servido más que su sable pero, forcejeando, logró colocar su mano en el pomo del arma, quizás, si deslizaba solo un poco el sable de su vaina, podría cortar algunas partes de la red si la misma no se trataba de una hecha de material ferroso.
Tras unos minutos de forcejeo el marine logró cortar una parte de la red, permitiendo a su brazo no solo tener la libertad de sacar completamente el sable de su vaina, si no que, también, sirvió para cortar el soporte que unía la red al techo, librándose de la misma sin poder evitar caer rápidamente de culo al suelo. Era mejor eso que quedarse atrapado en aquella trampa, debía ser más cuidadoso en sus siguientes pasos puesto que podían haber trampas que no le diesen la oportunidad de escapar. Estando una vez ya libre de la red tomó la lampara de aceite y siguió adentrándose en el edificio de los oficiales.