Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Aventura] [T5] Todo o nada. De vuelta en el Baratie
Ragnheidr Grosdttir
Stormbreaker
Personaje


Ragn estaba acostumbrado a las miradas, como a las risas por su habla, como a las impresiones de relativa importancia que la gente tenía por todo lo que hacía y era curioso el perfil de estos que le ofendían, de alguna u otra forma, siempre eran los mismos. Aquellos perfiles tan desagradables casi siempre lo representaban personajes que vestían elegante o que te hacían sentir rápidamente que tú estabas un escalón por debajo de la escala social. ¡Como si a Ragn le importara! de hecho, le generó cierta gracia interna verlos tan coordinados. El siguiente grupo ya era otra cosa. Hermanos, primos, gitanos de otra madre, a ellos sí los reconocía, eran su gente. Esto se demostró rápidamente porque tanto ellos como el vikingo, se saludaban tan solo verse, sin conocerse, como si vieran un igual. El gigantón incluso hizo un gesto con su diestra, señalando a su mesa, por si alguno quería unirse al festín gratis que tenía por delante y que disfrutaría como un culé jugando en el Bernabeu.

El primer "plato" no es uno como tal. Directamente traen la olla entera, que expulsa humo con ganitas. En un breve impulso, llevado por el hambre, Ragn toca el recipiente, quemándose un poco la yema de los dedos. No solía tener mucha paciencia, por lo menos, con la comida. Así que como era de esperar, empezó a comer antes de que comenzara el desfile de platos. Aquello era el cielo, pero no el cielo cristiano, un cielo chungo. Carnes, pescados ... Olía a pecado. — ¿Zaza está aún cocinando? esta forma de ahumar la carne ... Es inconfundible. — Aquel viejo fue todo un maestro para Ragn, el cual siempre que tenía la oportunidad cuando terminaba una nueva receta, intentaba apuntarla en un papel, añadirle algún comentario y enviarla a dios sabe donde, esperando que le llegara justo aquí, al Baratie. También es verdad que sería muy complicado que el viejo Zaza siguiera siendo uno de los cocineros, debido a su avanzada edad, así que la idea era casi mejor descartarla. No aparecería por el pasillo, saliendo de la cocina. Aquello fueron tiempos mejores.

El Buccaneer hizo un particular rezo, uniendo sus puños, cerrando los ojos y golpeándose el pecho. Agradeciendo los alimentos a Nosha, su particular diosa de la muerte, la que guiaba sus pasos. La mano derecha estaba atado a la pesa, pero no le impidió realizar su simbología inclluso así. —¡Comerrr! — Alzó el volumen, avisando de que al fin llegaban los platos a la mesa. Lo primero que se llevó a la boca fue las piernas de cordero asadas. Que manjar. Qué sabor. Quiso no parecer demasiado salvaje comiendo, así que pilló un tenedor, por el qué dirán.

Jiejie ... — Ríe, con la boca repleta de alimento, chuperreteando el hueso de un trozo de carne. Lo que le parece jocosa es la bronca de los tipos trajeados, los cuales son rápidamente atendidos por una muchacha que les frena los pies la mar de bien y consigue aplacarlos. Lo que sucedería después trastocaría de muchas formas el plan de Ragn. Su plan de placer y casi viaja astral a través de la comida. Un tipo apareció de la nada, como buen fantasma, no dijo ni un triste hola. Pero más allá, metió la mano en la comida del vikingo. Cuando Ragn fijó su mirada en el, tan solo los ojos reflejaban un importante tono de ira. La intimidación era un recurso bastante común en él, sobre todo si tenía que ver con el papeo. Sin embargo, hoy no era un mal día. Ragn bajó las cejas de cabreo que había puesto y le ofreció, con la cabeza, que comiera algo de todo lo que había pedido. No podía hablar, tenía la boca llena.

No era especialmente complicado identificar a alguien que se pasa bebiendo, pero es increíble lo divertido que es cuando lo haces tú y lo insufrible cuando lo practica otro. Raudo cuál peruano cazando una paloma, Ragn se metió el salmón de una sentada. ¡Y MENOS MAL! ya que lo siguiente sería dificil de catalogar. Vómitos, golpes, mesa a la mierda, platos a la basura. Ragn se levantó de golpe, dando un paso hacia atrás, incrédulo de lo que estaba viendo. El tipo estaba en la completa mierda, pero esta vez para mal, su cabeza no paraba de sangrar ... ¿Y qué? Por qué Nosha abría estos caminos ... — ¡RGHHHAAHGHSHG! — Tuvo un intento de desahogo real, gritando con la boca llena, pisando el suelo bajo sus pies, fuerte. Estaba cabreado, pero por otro lado, el tipo podría palmarla si nadie hacía nada. La masa de comida que tenía en su boca, entre los dientes, pasó de un solo trago. — ¿Alguien ayudarrr? idiota hasserrrr daño ... — Comentó, eso sí, sin acercarse mucho, no fuese a ser que le vomitara encima.

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RE: [T5] Todo o nada. De vuelta en el Baratie - por Ragnheidr Grosdttir - 31-10-2024, 09:36 AM

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