Qazan
Qazan
02-11-2024, 02:52 PM
Mis movimientos parecían haber tenido mas o menos el efecto que estaba buscando, tanto así que bajé la guardia y, el tigre al que le había aporreado la cabeza como un tambor logró realizar una última mordida clavándome los dientes a la altura del hombro. Nada más notar como los clavaba le agarré del cráneo con ambas manos dispuesto a lanzarlo por encima mía y tumbarlo contra el suelo, sin embargo para cuando iba a tumbarlo, pude notar como su mandíbula se aflojó soltando la mordida. - Cabrito ya podías haberte muerto unos segundos antes-. Le dije al cuerpo inerte del tigre mientras este caía por su propio peso a mis pies. Los otros dos, luego de un bramido poderoso volvieron a arremeter contra mi. Sin embargo en esta ocasión, los daños que les había propinado anteriormente parecía que les habían hecho mella, pues ahora aunque nuevamente volvían a la carga, no se habían coordinado bien y se lanzaron a por mi de uno en uno.
-Me pienso quedar vuestros colmillos como recuerdo-. Dije mientras me colocaba nuevamente en posición y me lanzaba yo también a por ellos. La corriente había cambiado y ahora fluía a mi favor, visiblemente estaban demasiado doloridos para que su ataque fuese igual de rápido y eficiente que los que me habían propinado anteriormente, si bien yo estaba ya cerca de mi límite, ver que el final de la batalla se acercaba me daba fuerzas y energías para no doblegarme. Volví a activas mis hakis pues el mordisco del tigre moribundo me había pillado muy desprevenido y no me apetecía que algún otro tigre se uniese a la fiesta, así con el Haki de observación activo podría al menos detectar la presencia de cualquier animalejo que quisiera sumarse y estar prevenido. A su vez también activé mi haki de armadura, pues trataría de que con esta acometida el combate finalizase. Aunque ahora eran mucho mas torpes y podría tratar de esquivar su ofensiva... Es mucho más divertido chocar golpes.
Al primer tigre le propiné un fuerte derechazo en el hocico haciendo que su mordida fuese inservible ya que de mi propia potencia lo paré en seco. Seguidamente le lancé un puñetazo directo a la cabeza y con un giro sobre mí mismo le golpeé con la cola mandándolo a volar contra un árbol cercano. Justo nada más lanzarlo el segundo tigre ya había llegado hasta mi, aquella combinación me había parecido muy interesante así que decidí probar su efectividad nuevamente con el segundo. De ese modo, pude aplastarle el hocico con el primer impacto de mi puño para seguidamente un fuerte puñetazo en la cabeza y, terminar rematándolo con un poderoso e implacable golpe con la cola que, lanzó al tigre en la misma dirección que su anterior compañero.
Por el desgaste que ambos tenían y los daños que les había causado anteriormente, tenían todas las papeletas para que luego de aquella ofensiva por mi parte terminasen fuera de combate. - Ahora qué malditos... Ya no intimidáis tanto eh-. Les dije hacia su dirección. Aquel combate me había dejado bastante cansado y dolorido, así que me senté un par de minutos para recuperar el aliento, tratar de recomponerme y ubicarme en el lugar pues tras tanto salto, mordiscos, zarpazos y tigres voladores me había despistado sobre el camino. Allí sentado, comencé a mirar a mi alrededor para encontrar alguna pista de por donde debería continuar mi camino.
-Me pienso quedar vuestros colmillos como recuerdo-. Dije mientras me colocaba nuevamente en posición y me lanzaba yo también a por ellos. La corriente había cambiado y ahora fluía a mi favor, visiblemente estaban demasiado doloridos para que su ataque fuese igual de rápido y eficiente que los que me habían propinado anteriormente, si bien yo estaba ya cerca de mi límite, ver que el final de la batalla se acercaba me daba fuerzas y energías para no doblegarme. Volví a activas mis hakis pues el mordisco del tigre moribundo me había pillado muy desprevenido y no me apetecía que algún otro tigre se uniese a la fiesta, así con el Haki de observación activo podría al menos detectar la presencia de cualquier animalejo que quisiera sumarse y estar prevenido. A su vez también activé mi haki de armadura, pues trataría de que con esta acometida el combate finalizase. Aunque ahora eran mucho mas torpes y podría tratar de esquivar su ofensiva... Es mucho más divertido chocar golpes.
Al primer tigre le propiné un fuerte derechazo en el hocico haciendo que su mordida fuese inservible ya que de mi propia potencia lo paré en seco. Seguidamente le lancé un puñetazo directo a la cabeza y con un giro sobre mí mismo le golpeé con la cola mandándolo a volar contra un árbol cercano. Justo nada más lanzarlo el segundo tigre ya había llegado hasta mi, aquella combinación me había parecido muy interesante así que decidí probar su efectividad nuevamente con el segundo. De ese modo, pude aplastarle el hocico con el primer impacto de mi puño para seguidamente un fuerte puñetazo en la cabeza y, terminar rematándolo con un poderoso e implacable golpe con la cola que, lanzó al tigre en la misma dirección que su anterior compañero.
Por el desgaste que ambos tenían y los daños que les había causado anteriormente, tenían todas las papeletas para que luego de aquella ofensiva por mi parte terminasen fuera de combate. - Ahora qué malditos... Ya no intimidáis tanto eh-. Les dije hacia su dirección. Aquel combate me había dejado bastante cansado y dolorido, así que me senté un par de minutos para recuperar el aliento, tratar de recomponerme y ubicarme en el lugar pues tras tanto salto, mordiscos, zarpazos y tigres voladores me había despistado sobre el camino. Allí sentado, comencé a mirar a mi alrededor para encontrar alguna pista de por donde debería continuar mi camino.