Alguien dijo una vez...
Donquixote Doflamingo
¿Los piratas son malos? ¿Los marines son los buenos? ¡Estos términos han cambiado siempre a lo largo de la historia! ¡Los niños que nunca han visto la paz y los niños que nunca han visto la guerra tienen valores diferentes! ¡Los que están en la cima determinan lo que está bien y lo que está mal! ¡Este lugar es un terreno neutral! ¿Dicen que la Justicia prevalecerá? ¡Por supuesto que lo hará! ¡Gane quién gane esta guerra se convertirá en la Justicia!
[Común] Alas y luz de luna (ft Alistair)
Alistair
Mochuelo
Los latidos de su corazón no tardaron en subir hasta sus oídos ante todo lo que estaba ocurriendo esa noche, una sensación completamente nueva para el Lunarian. Muy diferente de cada subidón diferente que había experimentado en su vida, fuese por cualquiera de las emociones que ya conocía con experiencia suficiente, aquella emoción de naturaleza única que le había atravesado el corazón como un flechazo veloz desde un ángulo ciego había sido especialmente poderosa, y contundente como ninguna. No tuvo opción de defenderse, pero incluso si hubiese tenido la opción de hacerlo, no haría el mas mínimo esfuerzo por resistirlo. Estaba enamorado, y no existía vergüenza alguna en ese hecho. Muy por el contrario, adoraba la sensación y la abrazaba con todo el calor que el Lunarian desprendía.

Sus palabras de confirmación por sus sentimientos correspondidos le sonsacaron una sonrisa amplia, una que no dudó ocultar en lo mas mínimo. Todo lo contrario: Se encargó de que la chica la observara, y supiera que ese gesto de felicidad existía por y para ella. Y no iba a mentir: Por un momento resistió el impulso de dar rienda suelta a cada latido en su corazón resonando con fuerza, a cada pequeña vibración cargada de emoción en su pecho, a cada impulso de querer nuevamente tomar el delicado rostro femenino y besarlo hasta que se olvidara del paso del tiempo completamente. Pero sabía mejor que muchos que el tiempo se encargaría de presentar cada oportunidad idónea de hacerle saber cuánto la quería, una a la vez. Eso si el alma apasionada de Alistair no acababa por superar su sentido de la razón; tampoco iba a descartar nada, sabía mejor que nadie la fuerza con la que sus emociones podían arder.

Una advertencia que sintió con un aire coqueto salió de los labios de la chica, uno que presagiaba el mencionado lado Shandia que la chica había expresado anteriormente, un lado salvaje que parecía mantener bajo control tanto como Alistair hacía con sus propios sentimientos. Nuevamente, ambos coincidían en algo, aunque en esta ocasión fuese algo mucho mas primal, de sus instintos básicos, la forma mas básica de sus emociones. 

Quiso responderle tan pronto la escuchó, pero mucho antes de que tuviera la oportunidad, los labios de la chica nuevamente atacaron los masculinos, un gesto el cual correspondió con toda la pasión que ella ponía en cada movimiento; la mano que antes se colocó en el mentón femenino lo dejó ir, ahora posándose sobre su mejilla -y el inicio de su cuello- y acariciándola con ternura al tempo de Hato durante el roce labial, como un pequeño masaje cariñoso que buscaba encender cada vez más la llama que existía entre ambos. Tan pronto sus labios se separaron, resumiría lo que quería decir. — ¿Debo tomármelo como una advertencia? ¿O quizá mejor... como una anticipación a lo que vendrá? Porque si se trata de la segunda, entonces por favor demuéstrame lo que ese lado dominante tuyo puede hacer. — Las caricias en la aterciopelada piel femenina no cesaron en todo este tiempo, manteniéndose incluso después del beso. 

Su sonrisa correspondía e imitaba a la femenina, encantado por igual con la Skypian. — Me halagas, Hato. No se qué decir. — Era una de las pocas ocasiones en el que un difuso rubor se dibujó sobre sus propias mejillas, producto de la terneza que la chica hacía sentir al Lunarian sin falla. Resultaba que era débil a los ataques que apuntaban a su corazón, y la Skypian tenía vía libre para sacarle tantos colores en su rostro como un camaleón con relativa facilidad si ella se lo proponía. — Me alegra que decidieras seguir esa luz y llegar hasta ella para que pudiera abrazarte de vuelta, y besarte con locura. — Comentó, regresándole sus palabras.

Dejó salir una risa tierna y suave cuando la escuchó mencionar su deseo, algo que compartía completamente. — Yo también desearía que esta noche durara para siempre, pero tener mas tiempo juntos... Eso sí que puedo concederlo más que encantado. — Si no podían congelar el tiempo en ese instante, a cambio podían dedicar varios de los fugaces días a invertir su tiempo junto al otro. — Y podemos hacer cada uno de esos días tan especial como éste, sin falta, que no será muy difícil siempre que pueda hacerte sonreír y verte.

Su vista, aunque indecisa por abandonar el rostro de Hato, por un segundo se perdió en la extensión del océano, una vista que tan solo podía igualar con los orbes esmeralda de la chica. Algo que, de hecho, le dio una idea. — Hablando de especial... Agárrate fuerte y confía en mí, ¿si? — Fueron las únicas palabras de indicación antes de que el Lunarian pasara su brazo tras las piernas y espalda de la chica, levantándola entre sus brazos a modo de princesa siendo cargada. Sus alas se estiraron, dando un par de aleteos de práctica para prepararse, y en otros dos más se levantaría del suelo junto a su pasajera en brazos. 

Aún en su propio desconocimiento del mundo, el Lunarian sabía que los Skypian no poseían la habilidad de volar como podía hacer él, siendo su propia especie seres emplumados de gran envergadura como para iniciar y mantener un vuelo relativamente libre. Por eso le regaló a la chica que ocupaba su corazón algo extremadamente escaso en el mundo dominado por el mar. Algo que para el Lunarian era extremadamente personal, incluso si le pertenecía a todos, pero que para él guardaba un valor emocional inconmensurable. 

Le regaló el vuelo, y la maravillosa vista de aquellos que podían surcarlo al elevarse hasta lo mas alto.

Las corrientes de viento conseguían despeinar ligeramente su cabello, chocando contra éste y las grandes alas que los mantenían a ambos a flote sobre el gigantesco cuerpo de agua y sobre el Baratie. A donde quiera que observara, tan solo había un precioso cielo estrellado iluminado por cada astro concebido en la infinidad del cielo, y bajo él la imagen reflejada de la luna en el agua para culminar en un instante digno de retratar en una pintura para la posteridad. 

Por un momento, el silencio del vuelo inundó los alrededores y lo único que podían sentir era el calor y la presencia del otro. Esta vez, incluso más que cuando sus alas los separaron del resto del bar mirador, eran verdaderamente libres de cada cadena del mundo que pudiera atarlos. Ese era su regalo: La verdadera libertad, aquella que incluso podía desobedecer a una ley tan fundamental como lo era la gravedad. 

En ese escenario, sostenido por aleteos persistentes para mantenerlos a flote, nuevamente sus labios se juntaron con los femeninos, alineados perfectamente con el astro blanco y redondo detrás de ellos para que sirviera como su fondo junto a las demás estrellas. Le hubiera encantado tener la vista de tercera persona para presenciar esa escena, si no fuese porque ello significaba no poder intercambiar una sensación tan íntima y personal como era un beso con su enamorada. Allí, volando en lo alto, no vio necesidad de intercambiar palabras. Sabía que una sonrisa dedicada a ella, y el beso anterior del que hace poco se habían separado, dirían a Hato mucho más de lo que harían un millar de palabras.

Tras unos pequeños minutos, y aquel momento que pretendía expresar todo el romance que podía manifestar Alistair, el Lunarian volaría de regreso rumbo al Baratie, no queriendo presionar demasiado una posible primera experiencia de vuelo verdadero para la Skypian. Entendía de primera mano que ese primer momento era... Demandante para el cuerpo, incluso sin el esfuerzo que las alas hacían para mantener su altura o surcar el cielo. 

Aterrizarían al poco tiempo en la parte mas alta del Baratie, un lugar inaccesible para cualquiera que no tuviese las capacidades de vuelo del Lunarian por ser la cúspide de la embarcación -o, en su defecto, capacidades acrobáticas sorprendentemente desarrolladas-, un lugar inesperadamente apto para pasar un momento al ser una superficie bien pulida y perfectamente plana, sin imperfecciones. Tal parecía que, incluso en los sitios sin visitar, el Baratie se tomaba la molestia de adoptar una apariencia impoluta, sin fallos. — No creo que al dueño le moleste que pasemos un rato acá. — Después de todo, el mencionado dueño se sentía tan agradecido como para prometer invitar la comida de cualquier revolucionario sin pagar un solo Berry. Y si provocaba algún desperfecto

Tomó las mejillas de la chica con sus manos, acariciándolas con cariño. — ¿Y bien? ¿Qué te ha parecido? — Moría por saber su opinión del momento, expectante y ansioso a partes iguales. Tras entregar algo tan significativo para el rubio en bandeja de plata a la chica, era de esperarse que fuese vulnerable por un instante. — Siempre podemos repetir el momento en otra ocasión si lo deseas, aunque imagino que será una de las pocas oportunidades en la que podremos hacer algo así en altamar con tan buen resultado. El viento no siempre es tan amigable con sus visitantes, mucho menos estando en mitad del Blues.
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Alas y luz de luna (ft Alistair) - por Hato of peace - 22-10-2024, 09:00 AM
RE: Alas y luz de luna (ft Alistair) - por Alistair - 23-10-2024, 02:13 AM
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RE: Alas y luz de luna (ft Alistair) - por Alistair - 05-11-2024, 02:15 AM

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