Juuken
Juuken
03-11-2024, 07:29 PM
Les amenazas con hacerte un collar con sus colmillos, pero nada de eso les intimida. Como si te pudieran entender. Se lanzan hacia tí, aunque en esta ocasión te lo veías venir, por lo que ya estás preparado para sus arremetidas. Conforme el primero se lanza a por tí, impactas en un tremendo choque con tu puño a su mandíbula, lo que hace que varios de esos premios para tu nuevo collar salgan desprendidos y quebrados en todas direcciones.
Tras haber bloqueado su golpe decides no dejarlo ahí y le devuelves el favor, un nuevo puñetazo normal seguido de uno bien cargado hacen que el primer tigre caiga impulsado hacia atrás, el tremendo impacto le hizo chocar contra un árbol. Con un sonoro crujido, la madera del tronco crujió mientras algunas hojas caían de la copa del propio árbol. En el momento del choque, ves que la criatura no se mueve más cuando choca.
Pero no te da tiempo de hacer mucho más, puesto que pronto llega el otro, el cual a tu parecer llega algo a cámara lenta. Tras el primer ataque y contraataque a su compañero, decides utilizar la misma estrategia. bloqueas del mismo modo y golpeas su cabeza con los dos puñetazos. Con el segundo notas cómo su cuello se gira en un ángulo anormal, hasta para una criatura que es capaz de girar el cuello hasta los 360º que puede abarcar el rango de visión. un sonoro “crack” es escucha mientras sus colmillos salen despedidos hacia el terreno.
Este segundo tigre no choca contra ningún árbol, pero sale rodando por el suelo, también se queda completamente quieto, inmóvil. Un pequeño rastro carmesí se ha quedado por donde ha ido rodando el tigre. Tu haki de observación te muestra como el aura de esas dos criaturas se van apagando gradualmente, hasta que dejas de percibirlas directamente. Sientes que todavía queda un aura cercana, ese primer tigre que te atacó está todavía agonizando, aunque posiblemente no le quede mucho de vida a ese tigre.
Jadeas por el agotamiento, los rivales no eran especialmente un problema, pero la superioridad numérica te ha provocado graves estragos. Te hallas solo contra un solo tigre que no es capaz ni siquiera de moverse. Si te fijas bien, tu aura te dice que esa cría todavía está viva, aunque inconsciente, allí donde le has golpeado. Qué hacer con esos dos tigres que siguen vivos es decisión completamente tuya.
Tu camino ha sido bloqueado por esos tigres, pero ahora vuelves a estar libre. No sabes si puede haber más peligros próximos, aunque tu haki de observación, que abarca un gran área, no te muestra peligros inminentes en dirección hacia donde avanzas. Sabes dónde está tu objetivo, ves el gran diente oeste que es tu destino alzarse delante de tí, a través de las copas de los árboles y entre la gran frondosidad de la selva. Sabes que tu destino está próximo, pero tu destino es solamente decisión tuya.
Arriesgarse y continuar hacia adelante, o darse la vuelta y volver por donde has venido. Tal vez la segunda opción sea la más sensata. Aquél anciano ya te advirtió de que podría ser peligroso, también te advirtió de que no te alejases del camino y, sin saber cómo, eso había ocurrido. ¿Qué harás ahora?
Tras haber bloqueado su golpe decides no dejarlo ahí y le devuelves el favor, un nuevo puñetazo normal seguido de uno bien cargado hacen que el primer tigre caiga impulsado hacia atrás, el tremendo impacto le hizo chocar contra un árbol. Con un sonoro crujido, la madera del tronco crujió mientras algunas hojas caían de la copa del propio árbol. En el momento del choque, ves que la criatura no se mueve más cuando choca.
Pero no te da tiempo de hacer mucho más, puesto que pronto llega el otro, el cual a tu parecer llega algo a cámara lenta. Tras el primer ataque y contraataque a su compañero, decides utilizar la misma estrategia. bloqueas del mismo modo y golpeas su cabeza con los dos puñetazos. Con el segundo notas cómo su cuello se gira en un ángulo anormal, hasta para una criatura que es capaz de girar el cuello hasta los 360º que puede abarcar el rango de visión. un sonoro “crack” es escucha mientras sus colmillos salen despedidos hacia el terreno.
Este segundo tigre no choca contra ningún árbol, pero sale rodando por el suelo, también se queda completamente quieto, inmóvil. Un pequeño rastro carmesí se ha quedado por donde ha ido rodando el tigre. Tu haki de observación te muestra como el aura de esas dos criaturas se van apagando gradualmente, hasta que dejas de percibirlas directamente. Sientes que todavía queda un aura cercana, ese primer tigre que te atacó está todavía agonizando, aunque posiblemente no le quede mucho de vida a ese tigre.
Jadeas por el agotamiento, los rivales no eran especialmente un problema, pero la superioridad numérica te ha provocado graves estragos. Te hallas solo contra un solo tigre que no es capaz ni siquiera de moverse. Si te fijas bien, tu aura te dice que esa cría todavía está viva, aunque inconsciente, allí donde le has golpeado. Qué hacer con esos dos tigres que siguen vivos es decisión completamente tuya.
Tu camino ha sido bloqueado por esos tigres, pero ahora vuelves a estar libre. No sabes si puede haber más peligros próximos, aunque tu haki de observación, que abarca un gran área, no te muestra peligros inminentes en dirección hacia donde avanzas. Sabes dónde está tu objetivo, ves el gran diente oeste que es tu destino alzarse delante de tí, a través de las copas de los árboles y entre la gran frondosidad de la selva. Sabes que tu destino está próximo, pero tu destino es solamente decisión tuya.
Arriesgarse y continuar hacia adelante, o darse la vuelta y volver por donde has venido. Tal vez la segunda opción sea la más sensata. Aquél anciano ya te advirtió de que podría ser peligroso, también te advirtió de que no te alejases del camino y, sin saber cómo, eso había ocurrido. ¿Qué harás ahora?