Kairo
Cuervo | Scarecrow
04-11-2024, 12:29 AM
Kairo mantuvo la compostura mientras los billetes regresaban a su bolsillo, permitiendo que su expresión apenas reflejara la decepción momentánea ante la respuesta del tabernero. Al contrario, su sonrisa se mantuvo intacta, casi entretenida, como si el rechazo no hubiera sido más que un pequeño revés. Su tiempo de "cazador" le había enseñado a reconocer cuándo una presa estaba a punto de delatarse, y ahora percibía lo mismo en aquel hombre que intentaba proteger a sus clientes habituales.
Se recostó sobre la barra, tomando el vaso de ron con una mano y dándole vueltas lentamente mientras observaba el contenido dorado del licor, como si eso fuera lo más interesante en ese momento. Pero en realidad, su atención estaba en el reflejo del vaso, en el movimiento tenue que el vidrio captaba de los hombres encapuchados al fondo del lugar. Aprovechó el tiempo para estudiar sus movimientos sutiles, aquellos que revelaban una especie de lenguaje no verbal: sus manos se movían bajo la mesa, ajustándose el peso de sus armas, las miradas rápidas entre ellos que solo un profesional reconocería como señales de comunicación silenciosa. "¿Estaran armados? ¿Habra mas de ellos? ¿Tendran el brazalete encima?", eran pensamientos que atravesaban su mente, mientras dejaba que una expresión apacible cubriera sus ojos, que ahora parecían vagar sin rumbo en un estado de aparente relajación.
Pasaron los minutos, y Kairo escuchaba fragmentos de conversaciones sueltas. Sabía que no debía precipitarse, que el juego no se trataba de una confrontación directa sino de una espera estratégica. Aun así, sabía que se acercaba al objetivo, que solo necesitaba esperar el momento justo en que ellos tomaran una decisión, mientras daba otro sorbo al vaso, Kairo decidió usar otro método, algo que podría ayudarlo a conseguir esa reacción que tanto esperaba. Apoyando el vaso con delicadeza sobre la barra, giró lentamente su silla para que su cuerpo quedara ligeramente en ángulo hacia los encapuchados, manteniendo su postura relajada y confiada. Durante los siguientes minutos seguiria bebiendo tranquilo mientras reposaba su cabeza sosteniendola con su mano, apoyado contra la barra, pareciendo que perdia el tiempo perdido en pensamientos mirando a la nada, pero intentando escuchar las conversaciones ajenas. ¿Cuanto tardarian en moverse? No estaba seguro, esperaba que no tomase tanto tiempo, su sangre se estaba calentando a pesar de su aspecto calmo y desinteresado.
Se recostó sobre la barra, tomando el vaso de ron con una mano y dándole vueltas lentamente mientras observaba el contenido dorado del licor, como si eso fuera lo más interesante en ese momento. Pero en realidad, su atención estaba en el reflejo del vaso, en el movimiento tenue que el vidrio captaba de los hombres encapuchados al fondo del lugar. Aprovechó el tiempo para estudiar sus movimientos sutiles, aquellos que revelaban una especie de lenguaje no verbal: sus manos se movían bajo la mesa, ajustándose el peso de sus armas, las miradas rápidas entre ellos que solo un profesional reconocería como señales de comunicación silenciosa. "¿Estaran armados? ¿Habra mas de ellos? ¿Tendran el brazalete encima?", eran pensamientos que atravesaban su mente, mientras dejaba que una expresión apacible cubriera sus ojos, que ahora parecían vagar sin rumbo en un estado de aparente relajación.
Pasaron los minutos, y Kairo escuchaba fragmentos de conversaciones sueltas. Sabía que no debía precipitarse, que el juego no se trataba de una confrontación directa sino de una espera estratégica. Aun así, sabía que se acercaba al objetivo, que solo necesitaba esperar el momento justo en que ellos tomaran una decisión, mientras daba otro sorbo al vaso, Kairo decidió usar otro método, algo que podría ayudarlo a conseguir esa reacción que tanto esperaba. Apoyando el vaso con delicadeza sobre la barra, giró lentamente su silla para que su cuerpo quedara ligeramente en ángulo hacia los encapuchados, manteniendo su postura relajada y confiada. Durante los siguientes minutos seguiria bebiendo tranquilo mientras reposaba su cabeza sosteniendola con su mano, apoyado contra la barra, pareciendo que perdia el tiempo perdido en pensamientos mirando a la nada, pero intentando escuchar las conversaciones ajenas. ¿Cuanto tardarian en moverse? No estaba seguro, esperaba que no tomase tanto tiempo, su sangre se estaba calentando a pesar de su aspecto calmo y desinteresado.