Asradi
Völva
05-11-2024, 01:58 AM
Poco a poco el ambiente le ayudaba a relajarse más. Galhard también lo hacía con su excelsa y cálida compañía y, en general, ver como un montón de gente bastante dispar estaba en armonía, comiendo y bebiendo, compartiendo y disfrutando también de la fiesta, le generaba esa tranquilidad que la hizo sonreír de manera breve. Ya sin la bebida, Asradi se acomodó, de un saltito sobre un barril cercano. Estaba lleno, así que el objeto no se desestabilizó cuando la sirena se sentó. Por fortuna, aunque la cola le “colgaba”, la prenda que usaba a modo de disfraz la disimulaba perfectamente. Era un adorable sushi, todo sea dicho. Al final, había aceptado mayoritariamente el disfraz que había tenido que comprar para aquella ocasión y, si tenía que ser sincera consigo misma, se lo estaba pasando bien incluso.
A su alrededor la gente iba y venía, se reía, cantaba y bailaba. Compartía sus preocupaciones o sus anécdotas con otros, fuese conocidos o no. Unos estaban más borrachos que otros pero, generalmente, el ambiente estaba siendo bastante bueno y festivo. La sonrisa de Asradi se dulcificó mientras contemplaba, con una mezcla de añoranza y calidez al mismo tiempo, el lugar y todo lo que estaba sucediendo.
Distinguió a Ubben a lo lejos, a Airgid y a Ragnheidr también por ahí. La mirada oceánica de la sirena se tornó más cálida hacia ellos, con confianza. Porque era eso, habían sido ellos quienes la habían traído hasta ahí, quienes habían conseguido que, poco a poco, fuese saliendo de su caparazón. Les tenía mucho aprecio.
Cuando Galhard se inclinó hacia ella, Asradi le dió un toquecito suave en la frente con los dedos. Un gesto de confianza y también con cierto grado de cariño, antes de apartarle un par de mechones castaños y, posteriormente, también separar su mano de dicha zona, volviendo a dejarla en reposo en su propio regazo.
— Simplemente como un evento de la vida. Un momento de desahogo y de fiesta como personas normales y corrientes. — Eso era también lo que más le gustaba a ella pensar. Aunque tuviese que esconder, a ojos ajenos, su cola de sirena disimulada tras aquel disfraz. Un pequeño secreto que solo unos cuantos conocían. Aquellos en los que Asradi más confianza tenía.
Regresó su mirada sobre Galhard, a quien le sonrió de manera más dulce incluso.
— Y quizás no solo cuando la nostalgia apriete, sino cuando, únicamente, necesitamos recordar algo bonito. O un momento divertido. — Ella tenía esa esperanza, al menos. De poder seguir compartiendo momentos como eses a futuro. Con Galhard o con más gente.
A su alrededor la gente iba y venía, se reía, cantaba y bailaba. Compartía sus preocupaciones o sus anécdotas con otros, fuese conocidos o no. Unos estaban más borrachos que otros pero, generalmente, el ambiente estaba siendo bastante bueno y festivo. La sonrisa de Asradi se dulcificó mientras contemplaba, con una mezcla de añoranza y calidez al mismo tiempo, el lugar y todo lo que estaba sucediendo.
Distinguió a Ubben a lo lejos, a Airgid y a Ragnheidr también por ahí. La mirada oceánica de la sirena se tornó más cálida hacia ellos, con confianza. Porque era eso, habían sido ellos quienes la habían traído hasta ahí, quienes habían conseguido que, poco a poco, fuese saliendo de su caparazón. Les tenía mucho aprecio.
Cuando Galhard se inclinó hacia ella, Asradi le dió un toquecito suave en la frente con los dedos. Un gesto de confianza y también con cierto grado de cariño, antes de apartarle un par de mechones castaños y, posteriormente, también separar su mano de dicha zona, volviendo a dejarla en reposo en su propio regazo.
— Simplemente como un evento de la vida. Un momento de desahogo y de fiesta como personas normales y corrientes. — Eso era también lo que más le gustaba a ella pensar. Aunque tuviese que esconder, a ojos ajenos, su cola de sirena disimulada tras aquel disfraz. Un pequeño secreto que solo unos cuantos conocían. Aquellos en los que Asradi más confianza tenía.
Regresó su mirada sobre Galhard, a quien le sonrió de manera más dulce incluso.
— Y quizás no solo cuando la nostalgia apriete, sino cuando, únicamente, necesitamos recordar algo bonito. O un momento divertido. — Ella tenía esa esperanza, al menos. De poder seguir compartiendo momentos como eses a futuro. Con Galhard o con más gente.