Son Goku D. Namek
Dr. Goku
06-11-2024, 05:32 PM
Resolución
Poco después de los eventos de esa noche, John y el resto de los bandidos fueron despertados, aún confundidos y maniatados, mientras algunos aldeanos trataban de obtener información sobre lo sucedido. Sin embargo, para cuando el interrogatorio de Yoshiro comenzó, varios aldeanos ya habían regresado de la supuesta “caza del tesoro” que los bandidos tramaron para alejarlos de sus hogares.
Al llegar y ver a los prisioneros, los aldeanos rápidamente descartaron a John como sospechoso, en parte por sus propias declaraciones y, principalmente, gracias a la testigo que corroboró su historia. La mujer confirmó que John había llegado volando con intenciones de dialogar, pero terminó siendo víctima del mismo poder que afectó a todos los demás. Con esta aclaración, John fue eximido de sospecha.
Sin embargo, un murmullo comenzó a extenderse entre los aldeanos, quienes estaban atónitos y preocupados. No podían entender cómo tantas personas en sus propios hogares habían caído inconscientes en un instante. En medio de este desconcierto, esa vieja metiche que habían salvado y amante del chisme empezó a propagar un rumor “Fue el chico pelirrojo…" otro comento "ese, el herrero, Yoshiro”. Al escucharla, otros empezaron a añadir detalles y exageraciones “Dicen que se llama Yoshiro”, comentó otra mujer a sus amigas. “Parecía violento, si hasta apunto con un arma a los hijos de Seirin" "hasta dicen que en la casa de los Shen un chico se cayó por las escaleras cuando todo ocurrió”, agregó una más. Los rumores crecieron como una sombra, transformando los hechos reales en una historia que empezaba a tomar vida propia “Ese herrero pelirrojo fue el culpable.” “¿Juanito? Pensé que ese tal Yua’n había muerto hace años.” “Dicen que estaba con la hija del panadero, Akari, ¡y que son pareja!” “Estaban aliados con un hombre de alas negras como la noche.” “¿Te imaginas si se hubieran puesto más violentos?”
La historia del ataque de los bandidos quedó relegada a un segundo plano, ya que los aldeanos preferían callar el escándalo para proteger su imagen. Sabían que los bandidos capturados no eran desconocidos, habían sido jóvenes del mismo pueblo, que tiempo atrás se marcharon en busca de aventuras y ahora volvían como delincuentes. Para Yoshiro, el rumor tomó un giro personal cuando uno de los bandidos, al recobrar la conciencia, lo miró confundido y murmuró - ¿Eh? Pero… ¿todo esto no fue idea tuya, Yua’n? - Esto bastó para alimentar aún más las habladurías, aunque quienes presenciaron el momento sabían que Yoshiro y Yua’n eran personas completamente distintas.
Mientras tanto, en el camino hacia el asentamiento de Oz, Bobby lideraba la marcha apresurando a las cuatro muchachas, Goor y a Mayura, casi obligándolos a correr sin mucho descanso. La noche se había oscurecido aún más, y cada sombra parecía un presagio. Bobby, visiblemente irritado, les lanzó una mirada severa y gruñó - ¿Son tontos, o qué? ¡Casi se meten en problemas serios! - dijo mientras se rascaba la cabeza y miraba hacia atrás con nerviosismo. La confianza relajada que normalmente mostraba se había desvanecido, reemplazada por una inquietud tensa - ¡Saben que está prohibido atacar al pueblo! Carajo, nacieron ahí, los cinco. Bueno, tú no, niño raro - añadió señalando a Mayura - Si no supiera que todo esto fue obra de Yua’n, ya les habría dado su merecido.
Las muchachas, arrepentidas, intentaron disculparse. Algunas incluso intentaron coquetear para ganarse la simpatía de Bobby, aprovechando una pausa alrededor de una pequeña fogata. Sin embargo, Bobby las veía como si fueran sus pequeñas hermanas, y aunque su rostro enrojeció cuando una de ellas, la pelirroja, se acercó con un tono seductor, trató de mantener la compostura - Hey, lindo, solo queríamos saludar a nuestras familias… ¿Nos perdonas, sí? - dijo, sonriéndole coquetamente.
Sí, es cierto. ¡Ni siquiera robamos tanto! - agregó la de cabello azul, acercándose y apoyándose en el hombro de Bobby, quien ya estaba completamente ruborizado. Incómodo, se levantó rápidamente y las apartó - ¡CHICAS! ¡Estamos aquí por el llamado de la bandera pirata, no para dejarnos seducir tan fácilmente! - protestó mientras la más alta de todas lo abrazaba desde atrás, apoyando su pecho en su espalda - Pero jefe… no le cuente a los demás, ¿sí? te juro que nos portaremos bien a partir de ahora - murmuró ella con voz dulce. Bobby, derrotado, bajó la cabeza y murmuró en voz baja - Está bien… no les diré a nadie - Las chicas rieron y siguieron jugando con el moreno, burlándose de su increíble inocencia, se notaba que lo conocían bastante bien.
Mientras tanto, un poco alejados, Goor, Mayura y una joven de rubio ceniza observaban la escena mientras compartían un momento de paz alrededor del fuego. La muchacha, agradecida, miró a Mayura y dijo - Gracias… supongo. Si no hubieras estado allí, quizá habríamos terminado como los demás - fueron sus palabras, al son que el fuego chisporroteaba frente a ellos.
Goor, distraído en la preparación de unos pinchos de pescado, asintió sin dejar de lado su tarea. La escena era cálida y tranquila, un respiro antes de llegar de vuelta al asentamiento de Oz, donde todos actuarían como si nada hubiera ocurrido realmente.
¿Fin?