El trayecto habría sido más fácil si no se estuviera congelando. Estaban siguiendo una leve cuesta y la niebla no permitía que Alexandra viera a más de dos pasos por delante de ella, si no fuera por su oído probablemente se habría quedado atrás y perdido, ya que aunque Camille y Atlas iban a paso lento los dos eran mucho más altos que la Hafugyo así que un paso suyo equivalía a dos del chico y tres o cuatro de la Oni, aunque a medida que iban caminando les iba prestando menos atención a ellos y más al suelo que tenía delante.
La humedad nunca había sido un problema para ella pero si lo era el terreno, cada vez que avanzaba se le hundía el pie hasta el tobillo y estaba empezando a notar el cansancio. Entre el viaje en barco y el caminito Alex se estaba empezando a arrepentir de aquel viaje. Quizás aún no estaba preparada para misiones de tal envergadura. Sacudió la cabeza, no era momento de ponerse a pensar en esas cosas. Habían personas secuestradas que necesitaban su ayuda y si tenía que desmayarse cuatro veces durante el camino para ponerles a salvo, lo haría.
Estaba tan concentrada intentando no resbalarse que no escuchó como Camille se acercaba a ella y cuando notó un peso sobre los hombros dio un pequeño saltito del susto. La oni le había dado su abrigo de Alférez y Alex soltó un suspirito de alivio al notar como su cuerpo iba entrando en calor. Aunque...
—¿Tu no la necesitas?—La preocupación era latente en su tono de voz — Al fin y al cabo has estado fuera y yo ya tengo mi chaqueta...
Intentó que no se le notara el alivio en la voz, al sacarle varios metros de altura el abrigo era igual de largo que ella, o incluso más, lo que le daba un aspecto bastante cómico ya que sus manos se perdían entre las mangas y al abrochársela la cubría por completo dejando solo su cabeza al descubierto. Aunque poco le importaba eso, ahora mismo Alex agradecía cualquier mínima cosa que le hiciera entrar en calor.
Después de lo que le pareció una eternidad los tres llegaron a una especie de claro, el cual estaba rodeado de arboles y donde se podía vislumbra una especie de muralla al oeste.
—Quizás encontremos algo de utilidad— comentó Alexandra mientras investigaba la zona que tenía mas cercana.
Sin duda era un camino sin salida y aunque ella era bastante ágil no podría escalar esa muralla sin ayuda, así que se dirigió a ella y empezó a buscar, usando sus manos y su vista. Quizás había algún agujero lo suficientemente pequeño para colarse.
La humedad nunca había sido un problema para ella pero si lo era el terreno, cada vez que avanzaba se le hundía el pie hasta el tobillo y estaba empezando a notar el cansancio. Entre el viaje en barco y el caminito Alex se estaba empezando a arrepentir de aquel viaje. Quizás aún no estaba preparada para misiones de tal envergadura. Sacudió la cabeza, no era momento de ponerse a pensar en esas cosas. Habían personas secuestradas que necesitaban su ayuda y si tenía que desmayarse cuatro veces durante el camino para ponerles a salvo, lo haría.
Estaba tan concentrada intentando no resbalarse que no escuchó como Camille se acercaba a ella y cuando notó un peso sobre los hombros dio un pequeño saltito del susto. La oni le había dado su abrigo de Alférez y Alex soltó un suspirito de alivio al notar como su cuerpo iba entrando en calor. Aunque...
—¿Tu no la necesitas?—La preocupación era latente en su tono de voz — Al fin y al cabo has estado fuera y yo ya tengo mi chaqueta...
Intentó que no se le notara el alivio en la voz, al sacarle varios metros de altura el abrigo era igual de largo que ella, o incluso más, lo que le daba un aspecto bastante cómico ya que sus manos se perdían entre las mangas y al abrochársela la cubría por completo dejando solo su cabeza al descubierto. Aunque poco le importaba eso, ahora mismo Alex agradecía cualquier mínima cosa que le hiciera entrar en calor.
Después de lo que le pareció una eternidad los tres llegaron a una especie de claro, el cual estaba rodeado de arboles y donde se podía vislumbra una especie de muralla al oeste.
—Quizás encontremos algo de utilidad— comentó Alexandra mientras investigaba la zona que tenía mas cercana.
Sin duda era un camino sin salida y aunque ella era bastante ágil no podría escalar esa muralla sin ayuda, así que se dirigió a ella y empezó a buscar, usando sus manos y su vista. Quizás había algún agujero lo suficientemente pequeño para colarse.