Illyasbabel
cuervo de tiburón
06-11-2024, 10:00 PM
(Última modificación: 10-11-2024, 05:32 AM por Illyasbabel.)
En pocos minutos el trío de cazadores había conseguido una resolución y una formidable pista sobre el paradero de de los hermanos Smith. Las deducciones de Yoshiro fueron suficientes para convencerlo, no tenía más para opinar, si la suerte estaba de su lado alguno de ellos sabría navegar, caso contrario, le serviría de igual modo para reforzar el nuevo gremio naciente. Observó también a Shy, quien parecía no estar del todo conforme, pero antes que renegar con el dúo de descarados, accedió a acompañarlos al casino. - Bueno supongo que iremos caminando, si mi memoria no falla debemos ir hacía allá - dijo, mientras señalaba el horizonte con su dedo índice. Para llegar había que cruzar la isla en la que se encontraban hasta dar con uno de los maravillosos puentes. Sin demasiado apuro siguió a sus compañeros por detrás mientras fumaba un cigarrillo. De vez en cuando los observaba para ver si tramaban algo pero todo parecía en calma, el camino era el correcto y solo era cuestión de tiempo hasta llegar. Una mañana un tanto silenciosa, luego de aquel encontronazo con el desconocido espadachín se quedaría pensando si lo había visto en otra ocasión, pero sus recuerdos no llegaron a nada, probablemente solo fue su instinto alertándole y no como el pensaba, un enemigo de su pasado.
Luego de algunas vueltas tras finalizar el cruce del puente, dieron con su objetivo, a su suerte tenían dos expertos en lo que respecta a la orientación, tanto Yoshiro como Illyasbabel eran expertos en ello, por lo que no sería muy difícil llegar hasta las puertas del casino. Allí, las multitudes revelaban algún evento propio del lugar, aunque no le gustaba la acumulación de gente, era una buena oportunidad para camuflarse. Siempre se mantuvo a espaldas de sus compañeros, como si se tratara de un guardaespaldas, mientras avanzaban a un costado de la extensa fila. No tenían tiempo para hacer la fila, ni mucho menos ganas, o al menos esto pensaba el viejo Illya, que en su poca tolerancia hacía las multitudes, tuvo una ocurrencia. - Déjenme intentar algo...- comentó a sus compañeros, intento resolver el enigma de su entrada discreta. Esta vez, el viejo cuervo tomaría la iniciativa, aunque no era su estilo, pocas veces tenía ideas creativas, por lo que decidió llevarla acabo.
Aún con su cigarro en boca y en un andar muy canchero, se acerco hacía los guardias para extender un saludo cordial quitándose su sombrero. - Buenas tardes caballeros, mi grupo y yo estamos tentados a ingresar a vuestro casino, ¿sería tan amable de permitirnos el ingreso?- Dijo, mientras sacaba una bolsa de berries de su bolsillo y guiñaba el ojo a uno de los guardias. - verá, somos recién llegados y no pudimos evitar darnos una vuelta por este majestuoso lugar...pero no tenemos un boleto, si nos permite el ingreso nuestra empresa se los agradecerá-. La comunicación no era el fuerte de Illyasbabel, pero si había algo que sabía hacer era hablar de dinero. La bolsa que presentó a los guardias llevaba ni más ni menos que quinientos mil berries, una suma que el viejo desconocía pero que sabía que valía por su peso. No dudó en absoluto de su estrategia, por lo que arrojó la bolsa esperando que el sujeto la tomase con sus manos, esto sería un signo de aprobación para Illyasbabel, aunque claro, sus estrategias no siempre daban resultado. En más de una ocasion había sido estafado por esta misma torpeza de confianzudo, normalmente un viejo despistado.
Luego de algunas vueltas tras finalizar el cruce del puente, dieron con su objetivo, a su suerte tenían dos expertos en lo que respecta a la orientación, tanto Yoshiro como Illyasbabel eran expertos en ello, por lo que no sería muy difícil llegar hasta las puertas del casino. Allí, las multitudes revelaban algún evento propio del lugar, aunque no le gustaba la acumulación de gente, era una buena oportunidad para camuflarse. Siempre se mantuvo a espaldas de sus compañeros, como si se tratara de un guardaespaldas, mientras avanzaban a un costado de la extensa fila. No tenían tiempo para hacer la fila, ni mucho menos ganas, o al menos esto pensaba el viejo Illya, que en su poca tolerancia hacía las multitudes, tuvo una ocurrencia. - Déjenme intentar algo...- comentó a sus compañeros, intento resolver el enigma de su entrada discreta. Esta vez, el viejo cuervo tomaría la iniciativa, aunque no era su estilo, pocas veces tenía ideas creativas, por lo que decidió llevarla acabo.
Aún con su cigarro en boca y en un andar muy canchero, se acerco hacía los guardias para extender un saludo cordial quitándose su sombrero. - Buenas tardes caballeros, mi grupo y yo estamos tentados a ingresar a vuestro casino, ¿sería tan amable de permitirnos el ingreso?- Dijo, mientras sacaba una bolsa de berries de su bolsillo y guiñaba el ojo a uno de los guardias. - verá, somos recién llegados y no pudimos evitar darnos una vuelta por este majestuoso lugar...pero no tenemos un boleto, si nos permite el ingreso nuestra empresa se los agradecerá-. La comunicación no era el fuerte de Illyasbabel, pero si había algo que sabía hacer era hablar de dinero. La bolsa que presentó a los guardias llevaba ni más ni menos que quinientos mil berries, una suma que el viejo desconocía pero que sabía que valía por su peso. No dudó en absoluto de su estrategia, por lo que arrojó la bolsa esperando que el sujeto la tomase con sus manos, esto sería un signo de aprobación para Illyasbabel, aunque claro, sus estrategias no siempre daban resultado. En más de una ocasion había sido estafado por esta misma torpeza de confianzudo, normalmente un viejo despistado.
-500 mil berries