Takahiro
La saeta verde
06-11-2024, 10:18 PM
La situación no era tan escabrosa como el peliverde se había imaginado en su cabeza por las palabras de la capitana Beatrice, aunque también era cierto que no había dicho que estuviera todo fuera de control ni mucho menos. Sin embargo, siempre que le llamaban para alguna situación, casi siempre, se salía de las manos de una forma u otra. Era como si tuviera un imán para los altercados.
«Esperemos que todo vaya bien esta vez», se decía Takahiro», mientras cruzaba el cordón que acordonaba el perímetro de aquel lugar.
Sorprendentemente, todo estaba en perfecto estado de revista, como si aquella situación hubiera salido directamente de uno de los manuales de táctica de la marina. Caminó hasta encontrarse con Phillip, cuyo rostro era el espejo de su alma. Por la forma que tenía de mirar a Takahiro se apreciaba que no le gustaba tenerlo allí, ¿la razón? Podrían ser muchas, pero lo más probable era que no quisiera que el espadachín metiera las narices en aquel lugar.
—Descanse, compañero —le dijo Takahiro, devolviéndole el saludo—. Y no sea tan formal, puede llamarme Takahiro —le sonrió el alférez, intentando aliviar la tensión de aquel momento. Cuando le enseñó la bandera el marine intentó hacer memoria. Lo cierto era que hacía bastantes semanas que no leía el periódico, todo eran desgracias y malas praxis del gobierno con algunos grupos criminales. Tan solo había recortado el articulo que hablaba de la L-42 y su actuación en el faro. Era un bonito recuerdo, aunque Octojin ocupaba gran parte de la foto, era demasiado grande en comparación con el resto—. La verdad es que no tengo ni idea. Pero si quieren un nombre podemos llamarlos los piratas silenciosos, por el gesto de la mano —bromeó Taka, haciendo el gesto—. Y por lo que me comenta usted, no dista mucho de la realidad. Mire, usted continúe con sus quehaceres, que tampoco quiero molestarle. Se ve que sabe lo que hace y cómo funcionan sus hombres. Yo voy a subir al barco e intentar hablar con alguno, ¿le parece? —el peliverde hizo una pausa, mostrando una sonrisa y haciendo el amago de caminar, pero sin hacerlo—. Sin embargo, lo que si voy a querer es que me haga un informe con todo aquello que saquéis del barco, si es que sacáis algo. Estoy viendo que estáis entrando y saliendo, alguna razón habrá, ¿cierto? —le preguntaría, mirándole fríamente—. Así que nos vemos en unos minutos.
Takahiro clavó sus ojos una vez más sobre los de Philip, haciéndole entender que tan solo iba a dejarle mandar durante un breve periodo de tiempo y subió a la cubierta. Una vez estuviera allí buscaría al primer recluta que encontrara y le hablaría.
—Buenos días, recluta —le diría, haciéndole un ademán con la mano para que parase—. ¿Cuál es su nombre? —le preguntaría—. Voy a encomendarle una misión, pero tiene que quedar entre nosotros, ¿de acuerdo? Me encargaré de que sea recompensado por ello —le diría, tratando de hacerle cómplice de lo que tenía en mente—. Si notas o ves algo fuera de lo común, ya sea entre los piratas o los marines, comunícamelo, ¿entendido?
Dicho aquello, se aproximaría a los piratas, observándolos mientras usaba su haki de observación para medir su nivel de hostilidad y la fuerza de cada uno de ellos. Una vez lo hiciera se acercaría al que entendiera Takahiro que era más débil para cogerlo y alejarlo del resto para hablar con él para sonsacarle información acerca de quienes son, de donde vienen y porque todos están callados.. A fin de cuentas, una cadena era tan fuerte como su eslabón más débil.
«Esperemos que todo vaya bien esta vez», se decía Takahiro», mientras cruzaba el cordón que acordonaba el perímetro de aquel lugar.
Sorprendentemente, todo estaba en perfecto estado de revista, como si aquella situación hubiera salido directamente de uno de los manuales de táctica de la marina. Caminó hasta encontrarse con Phillip, cuyo rostro era el espejo de su alma. Por la forma que tenía de mirar a Takahiro se apreciaba que no le gustaba tenerlo allí, ¿la razón? Podrían ser muchas, pero lo más probable era que no quisiera que el espadachín metiera las narices en aquel lugar.
—Descanse, compañero —le dijo Takahiro, devolviéndole el saludo—. Y no sea tan formal, puede llamarme Takahiro —le sonrió el alférez, intentando aliviar la tensión de aquel momento. Cuando le enseñó la bandera el marine intentó hacer memoria. Lo cierto era que hacía bastantes semanas que no leía el periódico, todo eran desgracias y malas praxis del gobierno con algunos grupos criminales. Tan solo había recortado el articulo que hablaba de la L-42 y su actuación en el faro. Era un bonito recuerdo, aunque Octojin ocupaba gran parte de la foto, era demasiado grande en comparación con el resto—. La verdad es que no tengo ni idea. Pero si quieren un nombre podemos llamarlos los piratas silenciosos, por el gesto de la mano —bromeó Taka, haciendo el gesto—. Y por lo que me comenta usted, no dista mucho de la realidad. Mire, usted continúe con sus quehaceres, que tampoco quiero molestarle. Se ve que sabe lo que hace y cómo funcionan sus hombres. Yo voy a subir al barco e intentar hablar con alguno, ¿le parece? —el peliverde hizo una pausa, mostrando una sonrisa y haciendo el amago de caminar, pero sin hacerlo—. Sin embargo, lo que si voy a querer es que me haga un informe con todo aquello que saquéis del barco, si es que sacáis algo. Estoy viendo que estáis entrando y saliendo, alguna razón habrá, ¿cierto? —le preguntaría, mirándole fríamente—. Así que nos vemos en unos minutos.
Takahiro clavó sus ojos una vez más sobre los de Philip, haciéndole entender que tan solo iba a dejarle mandar durante un breve periodo de tiempo y subió a la cubierta. Una vez estuviera allí buscaría al primer recluta que encontrara y le hablaría.
—Buenos días, recluta —le diría, haciéndole un ademán con la mano para que parase—. ¿Cuál es su nombre? —le preguntaría—. Voy a encomendarle una misión, pero tiene que quedar entre nosotros, ¿de acuerdo? Me encargaré de que sea recompensado por ello —le diría, tratando de hacerle cómplice de lo que tenía en mente—. Si notas o ves algo fuera de lo común, ya sea entre los piratas o los marines, comunícamelo, ¿entendido?
Dicho aquello, se aproximaría a los piratas, observándolos mientras usaba su haki de observación para medir su nivel de hostilidad y la fuerza de cada uno de ellos. Una vez lo hiciera se acercaría al que entendiera Takahiro que era más débil para cogerlo y alejarlo del resto para hablar con él para sonsacarle información acerca de quienes son, de donde vienen y porque todos están callados.. A fin de cuentas, una cadena era tan fuerte como su eslabón más débil.
KENB601
KENBUNSHOKU
Haki intermedio
Tier 6
No Aprendida
9
2
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones que exterioricen y de forma superficial las hostilidades que realmente tienen. Así como estimar de forma general quién es alguien más fuerte o más débil que él. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +10 [Reflejos].
Área: [VOLx15] metros | +10 [REF]