Terence Blackmore
Enigma del East Blue
03-08-2024, 03:17 PM
Tenji, conocido como el "Príncipe Ciego", se encontraba en un antro oscuro y lúgubre de la Gran Línea. El lugar, aunque decadente, estaba impregnado de una atmósfera de pasión y ambición, un refugio para los piratas y buscadores de gloria que buscaban hacerse un nombre. Tenji no se detuvo a admirar los motivos que llevaron a la creación de ese lugar, ya que su ceguera le impedía verlos, pero sí podía percibir la energía que emanaba del sitio. Esa noche, su objetivo era claro: ofrecer un espectáculo que le asegurara un lugar en ese círculo de maleantes y obtener la información que necesitaba sin levantar sospechas.
Al alcanzar con la mano las cuerdas del ring, Tenji se dio cuenta de un extraño dolor que no esperaba, pues estaban formadas por un alambre oxidado que resultaba doloroso y le hirió en las yemas de los dedos, manando una leve pero aparatosa cantidad de sangre.
El silencio se rompió abruptamente cuando un retumbante sonido se escuchó desde el exterior. Era el preludio de la llegada de su oponente, una figura imponente conocida como "Titania la Desgarradora". Titania era una pirata temida, famosa en aquellos círculos por su brutalidad y su despiadada manera de combatir. Sus pisadas pesadas resonaban como truenos, acompañadas por el tintineo de sus enormes brazaletes de metal. Con cada paso, el suelo vibraba, reflejando la fuerza que se acercaba.
Titania era una mujer de estatura imponente, aproximadamente unos tres metros, con músculos esculpidos como el hierro. Su piel algo oscura, estaba cubierta de cicatrices de batallas pasadas, testigos de su experiencia en el campo de batalla. Su cabello, largo y desordenado, caía en una melena salvaje y trenzada por el lado que le daba un aire de fiera indomable. Vestía un top hecho de cuero, adornada con detalles metálicos que brillaban a la luz parpadeante del lugar, y unos pantalones elásticos deportivos de tono oscuro. En sus manos sostenía dos grandes guanteletes metálicos con una especie de zarpas largas.
La multitud se abrió paso rápidamente, dejando que Titania avanzara sin obstáculos. Su presencia era abrumadora, y el olor a pólvora y hierro se mezclaba con el aroma de su perfume agrio, un contraste que reflejaba su naturaleza dual: hermosa e implacable, mortal incluso. Al llegar frente a Tenji, Titania lo miró de arriba abajo, su expresión era una mezcla de desprecio y diversión. La sonrisa en su rostro revelaba su confianza desmedida, segura de su victoria.
Tenji, consciente de la desventaja aparente que su ceguera representaba ante los ojos del público, mantuvo su compostura.
La multitud aguardaba con impaciencia el inicio del combate, sin saber que lo que estaban a punto de presenciar no sería solo una lucha entre un ciego y una guerrera brutal, sino una demostración de astucia y estrategia en su máxima expresión. Titania no sabía que se enfrentaría a un rival que había planeado cada movimiento con precisión, dispuesto a desafiar su destino y cambiar el curso de su vida en ese oscuro rincón del mundo, pero el ciego tampoco era consciente de la tenacidad y objetivos que motivaban a Titania a estar allí.
Al alcanzar con la mano las cuerdas del ring, Tenji se dio cuenta de un extraño dolor que no esperaba, pues estaban formadas por un alambre oxidado que resultaba doloroso y le hirió en las yemas de los dedos, manando una leve pero aparatosa cantidad de sangre.
El silencio se rompió abruptamente cuando un retumbante sonido se escuchó desde el exterior. Era el preludio de la llegada de su oponente, una figura imponente conocida como "Titania la Desgarradora". Titania era una pirata temida, famosa en aquellos círculos por su brutalidad y su despiadada manera de combatir. Sus pisadas pesadas resonaban como truenos, acompañadas por el tintineo de sus enormes brazaletes de metal. Con cada paso, el suelo vibraba, reflejando la fuerza que se acercaba.
Titania era una mujer de estatura imponente, aproximadamente unos tres metros, con músculos esculpidos como el hierro. Su piel algo oscura, estaba cubierta de cicatrices de batallas pasadas, testigos de su experiencia en el campo de batalla. Su cabello, largo y desordenado, caía en una melena salvaje y trenzada por el lado que le daba un aire de fiera indomable. Vestía un top hecho de cuero, adornada con detalles metálicos que brillaban a la luz parpadeante del lugar, y unos pantalones elásticos deportivos de tono oscuro. En sus manos sostenía dos grandes guanteletes metálicos con una especie de zarpas largas.
La multitud se abrió paso rápidamente, dejando que Titania avanzara sin obstáculos. Su presencia era abrumadora, y el olor a pólvora y hierro se mezclaba con el aroma de su perfume agrio, un contraste que reflejaba su naturaleza dual: hermosa e implacable, mortal incluso. Al llegar frente a Tenji, Titania lo miró de arriba abajo, su expresión era una mezcla de desprecio y diversión. La sonrisa en su rostro revelaba su confianza desmedida, segura de su victoria.
Tenji, consciente de la desventaja aparente que su ceguera representaba ante los ojos del público, mantuvo su compostura.
La multitud aguardaba con impaciencia el inicio del combate, sin saber que lo que estaban a punto de presenciar no sería solo una lucha entre un ciego y una guerrera brutal, sino una demostración de astucia y estrategia en su máxima expresión. Titania no sabía que se enfrentaría a un rival que había planeado cada movimiento con precisión, dispuesto a desafiar su destino y cambiar el curso de su vida en ese oscuro rincón del mundo, pero el ciego tampoco era consciente de la tenacidad y objetivos que motivaban a Titania a estar allí.