Alguien dijo una vez...
Bon Clay
Incluso en las profundidades del infierno.. la semilla de la amistad florece.. dejando volar pétalos sobre las olas del mar como si fueran recuerdos.. Y algún día volverá a florecer.. ¡Okama Way!
[Común] [C-Pasado] Triple 7 | Priv. Teruyoshi
Alistair
Mochuelo
El desconocimiento del Mink por la "profesión" del hombre le atrapó por sorpresa en un inicio. Si no sabía que era un ladrón, ¿Qué era lo que estaba haciendo allí entonces? ¿Se trataba acaso de una de esas situaciones de ladrón ataca ladrón, en la que el hombre había sido arrojado de cara a una pelea que el Mink tenía completamente dominada? No, parecía que la razón era mucho mas simple que eso, y debía admitir que le hizo un poco de gracia al inicio: Era tan sencillo como un félido respondiendo con violencia a un insulto que le habían arrojado en su dirección; no compartía los métodos del felino, pero definitivamente podía entenderlo, de bocazas a bocazas. 

Las reacciones del hombre prisionero del Mink, para este punto, ya eran completamente desesperadas. Ininteligibles, alimentadas por el miedo de lo que pudiese pasar en su futuro inmediato, y completamente incoherentes al punto que parecía a punto de perder la consciencia por pura falta de oxígeno al olvidarse de cómo respirar. Pero como bien habrían entendido todos los presentes, incluso el ladrón, no encontraría ninguna mano amiga capaz de sacarle del dilema en el que él mismo se había metido. Era un asunto a zanjar entre el Mink y él, al menos hasta que alguien alertara a las autoridades e hicieran presencia en la escena. Un numerito del cual, francamente, preferiría no ser parte.

Si el ladrón en cualquier momento miraba al Lunarian, el emplumado tan solo se dedicaría a encogerse de hombros en respuesta, desligándose del asunto. Se lo había buscado, y no iba a ser su conveniente ticket para salir de prisión. 

Pero no podía marcharse como si nada estuviese pasando, ignorante voluntario de la situación. Incluso si le dejaba mal sabor de boca hacerlo de esa manera, debía procurar que el humano no saliese mas magullado de lo necesario de esa situación más quemerecida; su promesa de ayudar a otros era más incondicional de lo que muchas veces le gustaba admitir, y la violencia gratuita no era algo que condonaría si cumplía un propósito mas allá de enseñar una lección. 

Por fin libre de su agarre, el hombre no tardó en atender a la propuesta del Mink y salir despavorido, así como la mujer por una razón... quizá no tan diferente como podía parecer a primera vista, aunque con un contexto completamente diferente.

La expresión de Alistair regresó a su habitual: Una sonrisa suave, siempre presente en su rostro, un gesto que no requería ni pensamiento consciente ni esfuerzo por mantenerse adornando sus facciones. Inmediatamente negó con la cabeza ante la pregunta del felino desconocido, aunque tuvo que esperar unos cuantos segundos para responderle tal que no lo cortara de golpe. — ¡Para nada! Probablemente acabaría devolviéndolo antes de lo que la otra persona pudiera acabar de soltar el suyo. — Respondió en tono jovial, soltando una carcajada corta poco después, dando lugar a una disyunción total entre su forma de hablar y el contenido de sus palabras. Una dualidad que era pan de cada día para el revolucionario, o mas bien, para los que interactuaran diariamente con él. — ¿Es la primera vez que observas un Lunarian en carne propia? — La escasa cantidad de veces que recibía preguntas así le recordaba lo escasos que podían llegar a ser los suyos.

Si bien la petición del felino no recibió una respuesta verbal, asintió con la cabeza para dar su visto bueno y estiró las alas en su dirección, de manera que pudiera facilitarle el inspeccionarlas, además de contestar a sus dudas sobre los apéndices del emplumado — Las cuido más de lo que me gustaría admitir, sobre todo con evitar mojarlas en exceso. Absorben mucha agua y acaban pesando un montón. Por ahorrarme disgustos, prefiero evitarlo completamente más que para asearlas. — Cargar con sus alas mojadas era como cargas con dos yunques atados al cuello, lo que no solo imposibilitaba volar sino que implicaba que su piel eventualmente absorbería la humedad en exceso y acabaría con el resfrío mas tonto de la vida; aunque la hora de ducha era agradable, ese pensamiento siempre orbitaba sus pensamientos como una fuente de preocupación. — Solo ten cuidado con no tirar de las plumas, es una sensación bastante incomoda. — Advirtió; era una experiencia detestable no solo por la sensación en sí misma sino por demonios de su pasado que habitaban sus recuerdos. Si no quería descubrirlo de mala manera, lo mejor era que no hiciera caso omiso a la advertencia. 

El pensamiento de ser un familiar del cielo entretuvo a Alistair, algo que consiguió sacarle una carcajada sonora. ¡Quien quiera que fuera el felino, le caía bien! — ¡Puedes considerarme tu primo que vive en los cielos, si! Es una buena forma de resumir las cosas. — Quizá era por la faceta curiosa que mostraba ante sus alas, o que incluir un denominativo que indicaba familia siempre tocaba sin falla el nervio del gusto de Alistair, o pura y llanamente que se trataba de una persona que gustaba de interactuar afablemente con los demás. Cualesquiera que fuera, hubo una facilidad atípica incluso para Alistair en su interacción con el felino, facilitándose un montón.

¿Un lugar para apostar y pasarlo bien, dices? — La mano del emplumado se colocó sobre su mentón, levantando la mirada hacia el cielo como si allí fuese a encontrar la respuesta. Nada menos que un simple hábito inconsciente e inconsistente que tenía. Y poco después, los grandes orbes de Alistair bajarían para encontrarse con los de su "primo" nuevamente; hasta podía parecer un concurso de miradas. — Veamos... No conozco mucho más de la isla que tú, solo estoy de paso. Pero juraría haber visto algunos sitios de entretenimiento de camino hacia un rato. Edificio con bastantes colores, imposible de ignorar incluso a mitad del día. — Es lo que proponía, pero iba con la contrapartida de que quizá de camino la experiencia previa del mink se repetiría.  

Una idea llegó a su cabeza. — ¡Mira, te propongo esto! Te acompañaré a buscar un buen sitio en el que puedas tener lo que quieres, y así quizá pueda dar por un sitio entretenido por mi parte. Quedan varias horas libres hasta la noche, y no tengo mucho que hacer hasta entonces. — Sonrió nuevamente, ensanchando el gesto un poco mientras le tendía la mano de frente. — ¿Que tal te suena la idea?

Si el mink accedía -con o sin el apretón de manos-, Alistair empezaría a caminar por el sendero que había recorrido para llegar hasta el lugar. Juraba que, de camino aquí, había un edificio de generoso tamaño repleto de neón que indicaba ser un centro de entretenimiento en su mas pura esencia. Pero de aquí a que llegaran, serían unos cuantos minutos de caminata; nada demasiado extenso, pero que solo acortarían mágicamente con un sprint o con un corte de escena de esos que hacían en las series.

Ya que estamos, la familia debería conocerse el nombre como mínimo, ¿no te parece? — Comentó, previo a su introducción realizada inmediatamente después, ofreciendo casi nada de tiempo para una respuesta. — ¡Alistair Morgan! Un gusto conocerte. — Se presentó, en espera de que el mink hiciese lo mismo. Claro, siempre que estuviera de acuerdo; no iba a presionarle innecesariamente para sacarle un nombre.
#5


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[C-Pasado] Triple 7 | Priv. Teruyoshi - por Alistair - 16-10-2024, 12:08 AM
RE: [C-Pasado] Triple 7 | Priv. Teruyoshi - por Alistair - 07-11-2024, 11:03 PM

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