Drake Longspan
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08-11-2024, 01:07 AM
(Última modificación: 08-11-2024, 03:14 AM por Drake Longspan.)
De pie en la cubierta del barco, bajo un cielo cargado de nubes y con el sol apenas asomando en el horizonte, Drake Longspan golpeaba sin cesar el saco de arena que cuelga del mástil. Cada golpe que lanzaba era preciso, sólido, acompañado del sonido seco del impacto y de la vibración que recorre toda la cubierta.
El movimiento del barco apenas parece afectarle; sus pies permanecen firmes, moviéndose con la agilidad de un bailarín y la fuerza de un luchador, con una intensidad inusual para un entrenamiento común. Pero esta sesión no es solo ejercicio: para Drake, una preparación mental y física para lo que sabe que espera en tierra.
A su alrededor, la tripulación se prepara en silencio, dejándolo sumido en su propio mundo de golpes rítmicos y respiración medida.
Los rumores sobre la situación en Kilombo habían sido suficientes para encender una chispa en el vicecapitán de los Hisazshi. Kilombo, su hogar adoptivo, una isla cargada de historias de desapariciones, enfrentamientos y caos, parecía el tipo de lugar en el que una persona como él podría poner a prueba no solo su fuerza física, sino su habilidad para llevar adelante sus sueños y su misión.
Había escapado de la isla, pero nunca había olvidado qué el mundo era redondo.
— No soy solo un pirata. — se recuerda entre golpe y golpe.
"A pesar del polvo, la violencia, y los enfrentamientos, sigue adelante, persiste, y no pierdas el rumbo."
Y hoy, mientras el barco se balancea al ritmo de las olas, Drake Longspan estaba decidido a convertirse en ese ejemplo, a personificar la esencia de la palabra que define a su grupo.
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
No Aprendida
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Cada impacto que lanzaba en dirección al saco de arena lo conectaba más con sus pensamientos, recordando todas las dificultades que, como adolescente, como trabajador y ahora como miembro de la tripulación, habían atravesado. En su mente resuenan ecos de esos rostros perdidos que les han dejado, de los sueños que no se cumplieron por falta de valentía o por decisiones torcidas por el miedo.
Sin embargo, cada golpe en el saco representa una oportunidad para hacer algo diferente, una declaración de que su tripulación, lejos de ser solo piratas o rebeldes sin rumbo, nacieron con un propósito mayor.
Con el sudor empapando su frente, el chico de los brazos largos tomó un breve respiro enfocando su mirada en la isla que lentamente aparecía en el horizonte. En Kilombo, no solo habrá enemigos, sino también aliados potenciales...
Drake Longspan comprendía que esos rostros, las personas atrapadas en la desesperanza o el dolor, también necesitaban ver a alguien que mantenga sus sueños vivos, alguien que, aun golpeado y herido, seguían adelante. Unos ojos violetas brillaron en su psique.
Cada golpe que daba era por algo más grande que él.
Lanzó un último y poderoso impacto que resuena con fuerza por toda la cubierta. El saco se balanceó, como si también entendiera la intensidad del momento, dejandó sentir una descarga de energía recorrer su cuerpo, dejándolo listo para el desafío.
Finalmente, suspira, permitiendo que su respiración vuelva a un ritmo más calmado. La determinación en su mirada se intensifica, y el horizonte parece recibir su resolución con la misma dureza que el saco de arena. La vida en el mar le ha enseñado que, aunque la derrota pueda parecer a veces inevitable, el esfuerzo y la valentía son lo único que definen a un verdadero guerrero.
Y él, ahora un nakama hasta la médula, estaba listo para enfrentar cualquier tormenta que Kilombo pueda traer. Fue el último en bajar del barco, no por indecisión, sino porque sabe que, una vez que pise tierra firme, no habría marcha atrás.