Jack D. Agnis
Golden Eyes
08-11-2024, 02:58 AM
Tu mantra se extiende por toda la granja, y con ella percibes una gran cantidad de presencias. Cuatro destacan claramente: una está frente a ti, y las otras tres se mueven no muy lejos, de aquí para allá. Además, detectas una fuerte emoción de enojo que emana de una criatura de cuatro patas, seguida de una veintena de presencias más pequeñas. Estas últimas, juguetonas, lo muerden y empujan, cruzándose en su camino como si quisieran atraer su atención. Pareciera que el padre no está dispuesto a cuidar de los pequeños.
—Ya te lo dije, suele estar cerca de la villa, pescando, no muy lejos del puerto. Pero si necesitas que te lo indique, no hay problema, es hacia allá —dijo Manuel, algo extrañado, mientras te señalaba la dirección hacia la villa.
—Y por favor, trae a Susanita a salvo. Está preñada y suele ponerse malhumorada, especialmente cuando tiene cólicos.-Con esas palabras, Manuel te despidió, observando cómo te alejabas en dirección a la villa.
—Qué muchacha tan extraña —murmuró para sí antes de girarse y dar órdenes a sus empleados, quienes respondieron al unísono.
Te diriges rápidamente hacia la villa y, en pocos minutos, llegas al puerto. Una vez allí, observas no solo el navío que te trajo y tal vez alguno de tus compañeros pasear por la cubierta, el cual no te ve, sino también a varios pescadores que recogen sus redes llenas de peces y algunos vendedores ambulantes atendiendo a sus clientes.
Si aún tienes tu mantra activado, podrás notar varias presencias, aunque tres de ellas te llaman tu atención.
Una de las presencias, está algo alejada del puerto, y su aura se percibe pasiva y tranquila, como si la persona estuviera durmiendo o descansando.
Por otro lado, al dirigirte hacia el otro extremo, percibes esas dos presencias las cuales tienen un aura tétrica e intimidante, aunque se encuentran bastante alejadas, casi al limite de tu percepcion.
—Ya te lo dije, suele estar cerca de la villa, pescando, no muy lejos del puerto. Pero si necesitas que te lo indique, no hay problema, es hacia allá —dijo Manuel, algo extrañado, mientras te señalaba la dirección hacia la villa.
—Y por favor, trae a Susanita a salvo. Está preñada y suele ponerse malhumorada, especialmente cuando tiene cólicos.-Con esas palabras, Manuel te despidió, observando cómo te alejabas en dirección a la villa.
—Qué muchacha tan extraña —murmuró para sí antes de girarse y dar órdenes a sus empleados, quienes respondieron al unísono.
Te diriges rápidamente hacia la villa y, en pocos minutos, llegas al puerto. Una vez allí, observas no solo el navío que te trajo y tal vez alguno de tus compañeros pasear por la cubierta, el cual no te ve, sino también a varios pescadores que recogen sus redes llenas de peces y algunos vendedores ambulantes atendiendo a sus clientes.
Si aún tienes tu mantra activado, podrás notar varias presencias, aunque tres de ellas te llaman tu atención.
Una de las presencias, está algo alejada del puerto, y su aura se percibe pasiva y tranquila, como si la persona estuviera durmiendo o descansando.
Por otro lado, al dirigirte hacia el otro extremo, percibes esas dos presencias las cuales tienen un aura tétrica e intimidante, aunque se encuentran bastante alejadas, casi al limite de tu percepcion.