"Otro que no sale corriendo, ni se extraña, ni se asusta, ni un amago de desconcierto... ¿Pero qué cojones pasa con los hombres de esta isla? Estoy acostumbrada a que cuando corro hacia alguien, este huya o grite, pero es que ya van dos que nada, macho… Mira, que no me voy a quejar, así no tengo que salir corriendo detrás… pero es un poco extraño. A ver si este sí que va a ser un yonki o un miriante, no como el otro… No creo; es demasiado poco imponente. ¿Y si le he matado a la novia también? No, espera, no puede ser, estaba solo, además ha cogido los tickets y parece que me los va a leer" Pensaba Gretta, viendo la reacción tan poco normal que tuvo el chaval de agraciado rostro.
—Gran posada, la roca humeante. Tickects VIP. Creo recordar que son unas de las aguas termales más caras de la Isla. Con estos, puedes disfrutar de todos los servicios que ofrece en ese lugar de manera gratuita. Creo que se encuentran un poco a lo profundo de la isla. Por esa dirección. Le decía el chico y Gretta asentía tras cada palabra, intentando asimilar lo que le contaba aquel desconocido.
Tras las palabras, ella agarró los tickets de vuelta, los miró como dudando de la veracidad de lo que le había contado y acabó diciendo sin más: —Sí, si yo ya sabía… era por ver si eras fiar— Dijo ella con un tono que dejaba entrever que estaba mintiendo. —Así que ¿posiada con agua caliente eh? y ¿gratis eh?… ¿Tu vienes no? Podemos relagiar juntos, ah. Le terminó de decir, guiñándole un ojo y empujándole suavemente con una mano en la dirección que él había marcado.
"Si me dice que sí, perfecto porque el chaval es guapo y nunca se rechaza un baño con alguien guapo; y si me dice que no… si me dice que no le doy dos ostias y le obligo a guiarme igualmente". Cerraba el plan Gretta en su mente.
—Gran posada, la roca humeante. Tickects VIP. Creo recordar que son unas de las aguas termales más caras de la Isla. Con estos, puedes disfrutar de todos los servicios que ofrece en ese lugar de manera gratuita. Creo que se encuentran un poco a lo profundo de la isla. Por esa dirección. Le decía el chico y Gretta asentía tras cada palabra, intentando asimilar lo que le contaba aquel desconocido.
Tras las palabras, ella agarró los tickets de vuelta, los miró como dudando de la veracidad de lo que le había contado y acabó diciendo sin más: —Sí, si yo ya sabía… era por ver si eras fiar— Dijo ella con un tono que dejaba entrever que estaba mintiendo. —Así que ¿posiada con agua caliente eh? y ¿gratis eh?… ¿Tu vienes no? Podemos relagiar juntos, ah. Le terminó de decir, guiñándole un ojo y empujándole suavemente con una mano en la dirección que él había marcado.
"Si me dice que sí, perfecto porque el chaval es guapo y nunca se rechaza un baño con alguien guapo; y si me dice que no… si me dice que no le doy dos ostias y le obligo a guiarme igualmente". Cerraba el plan Gretta en su mente.