¿Sabías que…?
Si muero aquí, será porque no estaba destinado a llegar más lejos.
[Aventura] [T4] La reconstrucción
Masao Toduro
El niño de los lloros
Habían pasado unos pocos días desde que la brigada habíamos resuelto la tarea en aquella isla con tanto árbol y esa dichosa niebla. Se encontraban de regreso a Loguetown cuando las noticias de la necesidad de voluntarios llego a oídos de su brigada.

De hecho, había sido en el propio trayecto donde habían hecho una parada antes de continuar el viaje, a la isla Syrup, la verdad es que poco o nada había oído hablar de aquellas islas como con casi todo lo que ocurría en el mar del este, donde solo conocía bien Loguetown y poco más.

Afortunadamente, para mí, no sería el único miembro de la brigada especial que había acudido al llamado, ya que Alexandra “la percebe” había decidió también arrimar el hombro. Bueno, aquella misión sería una buena oportunidad para tanto ella como para él para seguir labrándose una reputación, él por su parte todavía tenía que limpiar un expediente con muchas manchas. Además, nueve de cada diez curas recomendaban hacer actos de caridad una vez al mes, o se estaba volviendo a confundir con una publicidad de la radio.

En el puerto, o lo que quedaba de ello, había esperado una comitiva, y un par de saludos con el brazo en alto extendido de una forma que posiblemente fuese ofensivo para varios colectivos o etnias diferentes, opte por corresponder al saludo haciendo el mismo gesto y agregándole mi firma personal.

—¡VIVA CRISTO REY!— replicó de forma entusiasta mientras hacía el gesto, tal vez de forma muy efusiva.

Una vez cumplidas las formalidades, uno de esos oficinistas chupa tinta nos fue guiando al puerto donde tenían montado un tinglado de bienvenida, aproveche el camino para seguir hablando con la nueva recluta de la brigada.

—Azín que está segura de que tú y el Octo no zoi primoh ni nada de ezo, mira que lo mismo zoy primoh segundo o algo así, yo tenía un premoh ziquitillo que era azi negrito como el chololate se llamaba Lamine— le comentó a la pequeña en la que ya era su tercera aventura juntos, pero no aventura de amantes, era más rollo trabajo de hecho la veía como una novena hermana. Bueno hermanastra porque hasta donde tenía constancia su madre no era un pez, aunque tal vez se hubiera acostado con alguno, cuando se trataba de su madre era complicado afirma algo.
En lo que terminaba de aclarar sus cábalas mentales, acabaron llegando a una plaza donde tenían montada una especie de feria, les recordaba a las fiestas de su patrona de la “La hostia consagrada” pero mucho más cutre, no había calimocho ni cantares ni sevillanas, ni una triste tortita de camarones, en fin, ya se encargaría de enseñarles a esa gente a celebrar en condiciones una vez hubieran arreglado el astillero. Entre tanta jarana, localizo a unos cuantos de rostros conocidos.

—Mira ezo de allí— le dijo a Alexandra señalando a un grupo de tres personas —Zon con los que hize la escolta esa del dimonio—le explicó haciendo referencia a la aventura que había tenido unas semanas antes.

—¡HOMBRE, LOS MARINES DE LA FLOR¡- exclamó, mencionando el nombre de la brigada, equivocándose sin ningún tipo de malicia —Os presento, esta es Alexandra de la brigada especial de Loguetown. Estos son Gallardo, el marine hippie, Anko la médico y el viejito que está cerca de la jubilación es Lovecraft— presentó su compañera al trio, sin mucho pudor en comentar los seudónimos que le había puesto a cada uno, que uno ya iba siendo famoso y le costaba recordar tanto nombre, saludando al trío con un choque tal vez más fuerte de lo que esperaban, pero es que ya había confianza.

Una vez hechas las presentaciones vino una chapa infumable del alcalde, era como el sermón de un cura, pero sin la parte buena donde te cuentan una parábola, o te cuentan algo de la vida de cristo o te dan un consejo estilo “ayuda al vecino” —Y encima lo tenemos que ir a votarlos cada cuatro años— pensé para mis adentros —Esto con Akainu no pasaba— recordaba las palabras de su abuelo Mariano que en paz descansará.
Una vez terminado el discurso, termine de despedirme del grupo no sin antes comentar que iba a ayudar con el tema de las cargas de la madera, una vez llegará al grupo intentaría ponerse al mando del grupete, aunque poco habría que mandar si consistía en llevar maderas de un lado a otro, pero como en una buena cocina, si todo estaba organizado, las comandas salían antes.

—VAMOH A VER ZIPOLLOS, VAMOH A DALEH CANDELA A ESTOH QUE ESTO NO ZE MUEVE ZOLO— comenzó a gritar al grupo como había aprendido del teniente calvo favorito, no con malas formas ni gesto severo, bueno tal vez un pelín, pero de buen rollo.
#2


Mensajes en este tema
[T4] La reconstrucción - por Octojin - 07-11-2024, 04:31 PM
RE: [T4] La reconstrucción - por Masao Toduro - 09-11-2024, 12:18 AM
RE: [T4] La reconstrucción - por Alexandra - 09-11-2024, 01:30 PM
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RE: [T4] La reconstrucción - por Masao Toduro - 12-11-2024, 12:18 AM
RE: [T4] La reconstrucción - por Masao Toduro - 12-11-2024, 12:53 AM
RE: [T4] La reconstrucción - por Anko - 12-11-2024, 10:51 AM
RE: [T4] La reconstrucción - por Galhard - 14-11-2024, 04:23 PM
RE: [T4] La reconstrucción - por Octojin - 14-11-2024, 07:52 PM
RE: [T4] La reconstrucción - por Anko - Ayer, 06:10 PM

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