Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Diario] [Pasado] El Filo de una Daga
William Hardgore
Agente Hardgore/El Sabueso
Verano del Año 718
A mis doce años ya había recibido una muy buena educación por parte de mis padres, o mejor dicho de mi madre, pues digamos que mi padre rara vez se mostraba o estaba ocupado. Diría que gracias al poco amor que pude recibir por parte de mi madre no soy una marioneta vacía como quiso mi padre, o eso creía yo. Me crié en la mansión de los Hardgore, un enorme complejo con lujurias por todos lados pero en una ubicación secreta.
 
Solo tengo un hermano, Zack, un año mayor aunque digamos que algo mas inmaduro. Lo único bueno que rescatarle es su motivación y flama interior. También eh de resaltar que gracias a el tengo decentes habilidades de combate. Aquél día en la mansión Hardgore ocurrió algo que básicamente nunca pasaba y era que alguien tocaba a la puerta.
 
Tanto Zack como yo corrimos a la puerta desde nuestro cuarto, pues moriamos de curiosidad. Estirando la cabeza desde las escaleras tuvimos visión a la puerta donde se encontraba papá hablando con un sujeto misterioso. Este le dió una carta a papá con un símbolo que en aquél momento no tenía ni idea de lo que significaba. Luego de despedir al misterio sujete papá cerró la puerta, girandose y quedándose mirando a la carta para luego mirarnos a nosotros.
 
 — Niños, quiero que bajen ahora mismo. — Obedecimos como siempre. — Hoy será un día que determinará el futuro de ambos, pero lamentablemente habrá que saber cual de los dos merece el destino guardado en esta carta. — Mi hermano y yo nos quedamos mirando a aquella carta como si de oro se tratara. — Vengan conmigo — Papá nos llevaba a una parte de la mansión que jamás había visto. 
 
De camino a aquella misteriosa sección de la casa, mamá nos miraba con un rostro de pena y preocupación, pero nuestras mentes de niños poco o nada comprendimos de ello. La misteriosa parte de la casa se trataba de un gigantesco sótano, el cual parecía tener una especie de ring con algo de sangre en el. Papá nos llevó a un lado del ring, donde habían ropas, vendajes y más cosas para tener una gran pelea.
 
 — Pónganse la ropa reglamentaria al igual que los vendajes en las manos, nudillos y tobillos. — Señaló a un cartel en la pared donde daba un ejemplo visual de como llevar aquellas ropas y usar los vendajes. Después de unos agotadores 20 minutos entendiendo y poniéndonos todo aquello nos subimos al ring, tal y como papá nos indicó. — Ahora, sin contenerse, quiero que luchen entre ustedes. —
 
Aquellas palabras nos dejaron tanto a Zack como a mi en shock, pues pensábamos que luchariamos juntos contra alguien más. Al mirar a los ojos de papá este tenía una mirada fría y seria, pues no bromeaba y lo sabíamos. Luego de tragar algo de saliva y dar un respiro ambos tomamos posiciones en nuestra esquina del ring. Nos mirábamos el uno al otro, con las visibles ganas de ganar y satisfacer a nuestro padre, pero asustados de lo que le podría pasarnos.
 
Luego de que mi padre diera la órden ambos corrimos hacia el centro de ring, donde hubo un violento, feroz e inexperimentado intercambio de puñetazos y patadas. Los golpes volaban y la poca defensa o esquive hacía las cosas más fáciles para los dos. Luego de unos minutos de dos pequeñas voluntades que no querían ceder pude, con una barrida de mi pierna izquierda, tumbar a mi hermano y haciendo como si fuese a rematarlo me detuve. 
  
 — ¿Porqué te detienes William? ¿Piensas desobedecer mis órdenes? — La autoridad de mi padre hacia que todo mi cuerpo empiece a temblar del miedo. — Y-yo... — Me tomó un rato parar el temblor de mi cuerpo y organizar mis palabras. — No dañaré mas a mi hermano. ¡Si quieres saber quién es el mas fuerte pues lo tienes delante de tí! — Pese a estar asustado de muerte pude hacerle frente a mi padre, quien, sin cambiar en un milímetro sus facciones se sube al ring.
 
Cada paso que daba hacia adelante era un paso que yo daba hacia atrás. "¡¡¡Me va a matar!!!" Pensaba repetidamente. A un metro de mi, papá extendió su brazo ofreciéndome la carta y una libro con ella. — El Gobierno Mundial gusta de los miembros de la familia Hardgore como parte de sus agentes, tu, hijo mío, serás parte de sus filas también. —
  
Aquellas habían sido sus palabras, el destino... no, yo había forjado mi camino hacia las filas del gobierno.
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[Pasado] El Filo de una Daga - por William Hardgore - 11-11-2024, 02:25 AM

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