Octojin
El terror blanco
11-11-2024, 06:08 PM
Vaya escena has tenido que ver, lo siento mucho sirenita. Los dos tipos se quedan en el suelo, totalmente inertes, y sin que nadie pueda hacer nada por ellos ya. Alguien los encontrará y llamará a las autoridades competentes que, con suerte, no tardarán mucho en darles un entierro digno. Aunque fuesen unas horribles personas, deberían de descansar en paz, ¿no?
En fin, decides huir de allí e ir al muelle. La verdad es que es una buena idea. Te posicionas en una parte lo suficientemente buena como para ver casi medio muelle. Desde ahí, asomándote desde tu escondite observas el muelle en busca de cualquier señal que confirme tus peores temores. El muelle está parcialmente desierto a estas horas, pero lo primero que llama tu atención es un barco en particular, anclado de manera discreta pero lo suficientemente sospechosa como para captar tu mirada. A diferencia de otros navíos, este tiene un par de tipos que parecen estar vigilando con más atención de la necesaria para una noche tranquila. Sus movimientos son tensos y su postura alerta, mirando constantemente a su alrededor, como si ocultaran algo.
Te fijas en el perímetro que han establecido. A primera vista, cualquiera pensaría que solo están descargando mercancía común, pero el comportamiento de los vigilantes dice otra cosa. Sus miradas no se apartan ni un segundo del entorno, y, de vez en cuando, intercambian palabras en susurros antes de volver a observar los alrededores. Justo entonces, logras ver algo que te inquieta aún más. Una pequeña pista.
Un hombre, que parece ser uno de los trabajadores, tira de una carretilla grande que lleva unas enormes cajas con agujeros en los laterales. Las cajas emiten un extraño crujido ocasional y se balancean con el movimiento, lo que te da una pista clara de que algo vivo está encerrado dentro. Si no, ¿por qué esos agujeros? Seguramente no puedas evitar que los recuerdos oscuros de tu pasado asalten tu mente, lo siento por eso, pero recuerda, no estás aquí para revivir esos momentos, sino para asegurarte de que ninguna otra criatura pase por lo mismo.
Observas cómo el hombre de la carretilla se dirige hacia la parte trasera del muelle, acompañado de otro tipo que camina a su lado, vigilando con seriedad. Cada uno parece tener claro su papel: uno transporta la carga y el otro asegura que nadie se acerque. Ambos se mueven hacia un almacén en la parte más apartada de la ciudad, y aunque el camino que llevan es discreto, tú lo sigues con la mirada, calculando tus próximos movimientos.
Desde tu posición, te das cuenta de que podrías bordear el muelle y llegar hasta el almacén antes de que descarguen muchas más cajas. Si logras moverte con rapidez y mantienes un perfil bajo, podrías adelantarte y llegar hasta allí sin ser detectada. Te tomará varios minutos, pero quizá debas intentarlo, más que nada para saber a qué te estás enfrentando.
Si realmente decides ir hacia el almacén, te costará unos cuatro o cinco minutos a un ritmo normal. Y ahí podrás ver que es una estructura vieja, con las paredes y las puertas cubiertas de moho y desgaste. Incluso las ventanas lucen descuidadas y sucias, como si el lugar llevara años sin ser tocado. Seguramente te fijes en que la puerta está entreabierta. Un vistazo rápido te confirma que, por ahora, parece no haber seguridad visible. Tal vez los vigilantes están ocupados en el muelle, descargando más cajas.
Tú eliges si quedarte fuera o ir al interior.
En fin, decides huir de allí e ir al muelle. La verdad es que es una buena idea. Te posicionas en una parte lo suficientemente buena como para ver casi medio muelle. Desde ahí, asomándote desde tu escondite observas el muelle en busca de cualquier señal que confirme tus peores temores. El muelle está parcialmente desierto a estas horas, pero lo primero que llama tu atención es un barco en particular, anclado de manera discreta pero lo suficientemente sospechosa como para captar tu mirada. A diferencia de otros navíos, este tiene un par de tipos que parecen estar vigilando con más atención de la necesaria para una noche tranquila. Sus movimientos son tensos y su postura alerta, mirando constantemente a su alrededor, como si ocultaran algo.
Te fijas en el perímetro que han establecido. A primera vista, cualquiera pensaría que solo están descargando mercancía común, pero el comportamiento de los vigilantes dice otra cosa. Sus miradas no se apartan ni un segundo del entorno, y, de vez en cuando, intercambian palabras en susurros antes de volver a observar los alrededores. Justo entonces, logras ver algo que te inquieta aún más. Una pequeña pista.
Un hombre, que parece ser uno de los trabajadores, tira de una carretilla grande que lleva unas enormes cajas con agujeros en los laterales. Las cajas emiten un extraño crujido ocasional y se balancean con el movimiento, lo que te da una pista clara de que algo vivo está encerrado dentro. Si no, ¿por qué esos agujeros? Seguramente no puedas evitar que los recuerdos oscuros de tu pasado asalten tu mente, lo siento por eso, pero recuerda, no estás aquí para revivir esos momentos, sino para asegurarte de que ninguna otra criatura pase por lo mismo.
Observas cómo el hombre de la carretilla se dirige hacia la parte trasera del muelle, acompañado de otro tipo que camina a su lado, vigilando con seriedad. Cada uno parece tener claro su papel: uno transporta la carga y el otro asegura que nadie se acerque. Ambos se mueven hacia un almacén en la parte más apartada de la ciudad, y aunque el camino que llevan es discreto, tú lo sigues con la mirada, calculando tus próximos movimientos.
Desde tu posición, te das cuenta de que podrías bordear el muelle y llegar hasta el almacén antes de que descarguen muchas más cajas. Si logras moverte con rapidez y mantienes un perfil bajo, podrías adelantarte y llegar hasta allí sin ser detectada. Te tomará varios minutos, pero quizá debas intentarlo, más que nada para saber a qué te estás enfrentando.
Si realmente decides ir hacia el almacén, te costará unos cuatro o cinco minutos a un ritmo normal. Y ahí podrás ver que es una estructura vieja, con las paredes y las puertas cubiertas de moho y desgaste. Incluso las ventanas lucen descuidadas y sucias, como si el lugar llevara años sin ser tocado. Seguramente te fijes en que la puerta está entreabierta. Un vistazo rápido te confirma que, por ahora, parece no haber seguridad visible. Tal vez los vigilantes están ocupados en el muelle, descargando más cajas.
Tú eliges si quedarte fuera o ir al interior.