Octojin
El terror blanco
11-11-2024, 08:19 PM
(Última modificación: 14-11-2024, 05:47 PM por Octojin.
Razón: Añadir fecha
)
54 de Verano del año 724
Bienvenido de nuevo, mi teatral pavo real. Es un placer vernos de nuevo, aunque esta vez... Algo me da que las cosas aumentarán un poco en dificultad. La vida, cuanto más fácil es, menos divertida, ¿no?
La travesía desde Kilombo hasta Tequila Wolf ha sido, cuanto menos, una experiencia claustrofóbica. El barco, diseñado para seis personas, resulta ser tan estrecho que moverse por cubierta sin tropezar con alguien es prácticamente imposible. Eso, sumado a que cada uno tiene sus manías y costumbres, te hace replantearte el viaje en más de una ocasión. ¿Pero qué vas a hacer? ¿Saltar por la borda? No creo que fuese una situación inteligente. Ni ahora ni antes de consumir esa akuma no mi.
Cada rincón está ocupado, y el escaso espacio para descansar te ha forzado a dormir en posiciones incómodas. Aun así, el viaje ha sido bastante tranquilo, salvo la primera noche tras zarpar, cuando el clima se tornó más agresivo. El mar, revuelto e implacable, sacudía el barco con olas que parecían querer tragárselo entero, obligándote a mantenerte alerta, luchando por mantener el equilibrio. Estoy casi seguro de que no pudiste dormir mucho ese día, pero bueno. El sueño es lo de menos, ya lo acabarás recuperando.
El tipo fornido que te acompañó en la aventura anterior, por fin va a dejar de ser el tipo fornido. Me pareció bastante curioso que no le preguntases el nombre en ningún momento, pero... ¿Quién soy yo para desafiar las decisiones del pavo real?
El hombre se te presenta como Porter Otto. A lo largo de los días de viaje, y a base de charlas esporádicas, descubres que Porter es una figura bastante peculiar. Es un fugitivo, alguien que parece moverse entre los extremos: ha cometido robos menores, pero también ha cazado a malhechores e incluso se ha enfrentado a la marina en Kilombo, por eso le buscaban. Es un tipo astuto y pragmático, alguien que parece disfrutar del caos tanto como de la tranquilidad que lo sigue. Sin embargo, sus intenciones ahora van mucho más allá. Te cuenta que tiene un plan ambicioso esperando en Vodka Shore, y con la emoción chispeando en sus ojos, te propone unirte.
—Mira, tengo a un grupo de diez personas esperándome a la llegada. Hombres de confianza —te explica en uno de los momentos en que os turnáis para descansar en cubierta. Te describe su plan con entusiasmo. La meta es robar uno de los casinos más grandes de Vodka Shore, en un golpe que promete ser tan arriesgado como rentable. Según Porter, este robo está respaldado por contactos que, aunque discretos, son poderosos en la región, lo que les permitiría operar bajo el radar durante el tiempo necesario para llevarlo a cabo.
—Solo necesitamos dos días para prepararlo todo —te dice, con una expresión de seguridad que resulta contagiosa—. Tengo un lugar de lujo donde alojarnos y todo bajo control. Si decides quedarte, creo que podrías aportar mucho a la operación.
Después de una larga travesía, finalmente divisáis Vodka Shore a la lejanía. La isla, con su clima cálido y su apariencia paradisiaca, contrasta con las aguas que dejáis atrás. A medida que os acercáis al puerto, el panorama cambia: hoteles lujosos y casinos iluminan la costa, y la atmósfera nocturna se inunda de risas y música proveniente de los locales. Lo cierto es que entre tanto turista, tampoco desentonáis tanto. Al atracar, Porter te entrega una tarjeta dorada, que lleva el emblema de uno de los hoteles más lujosos de la zona, mientras te lo señala. Parece que te puedes ir directo allí, él tendrá que tratar otros asuntos mientras. Sin dudar, te indica que esta tarjeta cubre tres días de estancia en el hotel en la modalidad de todo incluido.
—Con esta no te harán preguntas. Solo tienes que ir a la habitación seiscientos cinco y descansar. Relájate —te asegura con una sonrisa despreocupada—. Mañana, nos vemos en la recepción y te pondré al día con los detalles del plan, si te interesa.
La oferta es tentadora, y aunque todo en este tipo sugiere riesgo, la idea de pasar tres días en un lugar como Vodka Shore, y tal vez involucrarte en un golpe de esa magnitud, despierta tu curiosidad.
Si continúas andando en la direccion del hotel, podrás ver que es inmenso. Desde fuera parece uno de los edificios más grandes de la ciudad, y está repleto de limpios cristales que te dejan ver el volumen de gente que hay dentro. Sin duda es un plan perfecto, allí, entre tanta gente, no creo que la gente repare en ti, ¿no? A no ser que... Que hagas lo tuyo.
En tus manos está tomar las decisiones que quieras. Bienvenido a Vodka Shore, pavo real.