Anko
Médica Despiadada
12-11-2024, 10:51 AM
Las manos enguantadas de la joven alcanzaron el frío y áspero mango del martillo gigante que se le había otorgado a ella y al grupo de demolición para cumplir con su tarea, al principio le costó un poco levantar lo pues no esperaba que el peso le ganara, pero al final era un martillo gigante, algo debía pesar. Luego de unos segundos, lo levantó y se dirigió a la zona alejada que los ingenieros le habían indicado, por ahora no le interesaba en lo más mínimo sí confiaban en ella o no, o sí querían su compañía, tenía un trabajo que hacer y lo haría sin rechistar.
Haciendo fuerza con sus brazos, la espadachina levantó el enorme mazo y empezó a golpear uno de los muros de su zona, pero aquella estructura de piedra no cedió ante su fuerza, esto la confundió, parecía que el muro estaba reforzado con algo más que simple cemento. Al poco rato, más integrantes del grupo se acercaron al lugar al ver las dificultades que Anko estaba teniendo con el muro y aunque golpearon con todas sus fuerzas, el muro seguía en pie ¿cómo un simple muro podría dar tantos problemas?
La muchacha esperó pacientemente y en silencio a que el resto de su grupo dejara de golpear el muro, su mente maquinó algo sencillo para hacer el intento de nuevo — ¡Apártense! — Gritó para ser escuchada por los allí presentes, agregando su clásico tono autoritario que solía usar cuando quería o daba una orden, dejó a un lado el martillo gigante y se acercó al muro de nuevo para tocarlo suavemente, quería sentir la textura de aquella formación artificial de piedra que les estaba dando problemas antes de ejecutar su magnífico plan.
La mano derecha de la alférez se cerró para formar un puño y concentró su energía en su brazo para recubrirlo con ella, dándole un aspecto oscuro y metálico, con ello, tomó un leve impulso con su brazo para después depositar un golpe en aquella pared cargado de fuerza, y apenas su puño tocara la pared, daría un leve salto hacia atrás, en caso de hacerle daño, no quería sufrir algún accidente al estar cerca de la destrucción. Sí su plan había funcionado o no, estaba por verse.
Haciendo fuerza con sus brazos, la espadachina levantó el enorme mazo y empezó a golpear uno de los muros de su zona, pero aquella estructura de piedra no cedió ante su fuerza, esto la confundió, parecía que el muro estaba reforzado con algo más que simple cemento. Al poco rato, más integrantes del grupo se acercaron al lugar al ver las dificultades que Anko estaba teniendo con el muro y aunque golpearon con todas sus fuerzas, el muro seguía en pie ¿cómo un simple muro podría dar tantos problemas?
La muchacha esperó pacientemente y en silencio a que el resto de su grupo dejara de golpear el muro, su mente maquinó algo sencillo para hacer el intento de nuevo — ¡Apártense! — Gritó para ser escuchada por los allí presentes, agregando su clásico tono autoritario que solía usar cuando quería o daba una orden, dejó a un lado el martillo gigante y se acercó al muro de nuevo para tocarlo suavemente, quería sentir la textura de aquella formación artificial de piedra que les estaba dando problemas antes de ejecutar su magnífico plan.
La mano derecha de la alférez se cerró para formar un puño y concentró su energía en su brazo para recubrirlo con ella, dándole un aspecto oscuro y metálico, con ello, tomó un leve impulso con su brazo para después depositar un golpe en aquella pared cargado de fuerza, y apenas su puño tocara la pared, daría un leve salto hacia atrás, en caso de hacerle daño, no quería sufrir algún accidente al estar cerca de la destrucción. Sí su plan había funcionado o no, estaba por verse.