Ubben Sangrenegra
Loki
12-11-2024, 02:55 PM
Noche del 20 del verano del año 724.
Bosque a las afueras de Rostock - Isla Kilombo - East Blue
La noche avanzaba lenta y en calma en aquél claro de bosque, como si el tiempo mismo les regalara un respiro tras la reciente batalla e intenso reencuentro. Los sonidos del bosque regresaban poco a poco a la escena, era un pequeño susurro de vida que llenaba el aire en los breves silencios entre tú y Sijuh, recordandoles que se encontraban en la mitad de un bosque con bastante vida. La charla osciló entre momentos tensos y otros cargados de una nostalgia que solo podría nacer de los años de distanciamiento. Sijuh, con sus convicciones firmes de cambiar el mundo, parecía mantener una postura más activa que la tuya, sin embargo, aunque no compartía del todo tu visión sobre la muerte, al menos parecía respetarla como una idea que era, en el fondo, una parte fundamental de ti.
El odre de hidromiel, tras pasar varias veces de mano en mano, se terminó casi al mismo tiempo que un gruñido escapó del estómago de Sijuh. Ella esbozó una sonrisa, como si recién se diera cuenta de lo mucho que había dejado de lado el hambre. —Er du sulten?— preguntó con una expresión ligera y divertida, volviéndose hacia ti. —Jeg jaktet et villsvin i går kveld, langt inne i skogen— añadió, apuntando con la mano hacia una robusta caja de madera junto a su lecho improvisado. —Vi kunne koke det som er igjen av den. Det er i den boksen.—
Sijuh tomó la caja y la acercó al fuego antes de preparar un disco de hierro para cocinar, limpiándolo con un limón y un trozo de cebolla, frotando fuerte para quitar los restos de grasa de la comida anterior. —Lager du fortsatt mat som før?— te preguntó, dejando entrever una curiosidad genuina, un deseo de saber si aún mantenías las habilidades que solían mantener sus estómagos satisfechos en tiempos pasados. La caja resultó ser bastante práctica y bien organizada. Era grande, casi metro y medio de alto y otro tanto de ancho, con dos secciones bien separadas con una tabla, completa de madera curada para evitar filtraciones de líquidos. En una de las secciones, había grasa animal hasta el tope, cubriendo la carne, preservándola de la descomposición de manera eficaz sin necesidad de salarla. En la otra, un surtido de vegetales, frutas y especias. ¿Con qué podrías sorprenderla?
Sijuh tomó un largo cuchíllo y lo ensartó en la sección de la caja con grasa, sacando de la misma un trozo considerable de carte, el cual comenzó a trocear la pieza de jabalí en partes más manejables al momento de cocinar.
Mientras todo ésto se desarrollaba, el bosque, aparentemente apacible, escondía a dos figuras a cierta distancia. Desde su posición, vigilaban cada movimiento, cada palabra y cada gesto entre ustedes dos. Uno de ellos llevó una mano a su den den mushi y, con un gesto serio, recibió un mensaje. —Llegan los refuerzos— dijo la voz a través del caracol, con tono firme y diligente. Las figuras se miraron separándose para rodear el claro y tomar posiciones estratégicas.