Octojin
El terror blanco
12-11-2024, 08:08 PM
¡Muy buena idea, sirenita! Sin duda despertar a algún gyojin sería una ventaja importantísima. ¿Qué mejor manera que levantarse con un escupitajo? ¡Y no uno cualquiera! ¡El de la sirena mas guapa del mundo mundial! Quién pudiera..:
Lamentablemente, tu intento de despertar al gyojin con un disparo de saliva no surte el efecto esperado. Apenas un leve movimiento de su cabeza y un suspiro profundo son toda la reacción que obtienes. La ausencia de respuesta te deja claro que lo han sedado con algo muy potente. Observas la respiración tranquila de sus compañeros de cautiverio y pronto tienes claro que, aunque quisieras, podrías pasar horas intentando despertarlos sin éxito. Evidentemente esto complica las cosas.
Si recorres con la mirada las demás cajas en busca de algún que otro signo de vida, de alguien que esté consciente y pueda ayudarte, notarás que no hay suerte. Quizá puedas moverte con cautela por las sombras de la nave, con el oído alerta por si algún ruido del exterior te advierte de la presencia de alguien. Si lo haces, te darás cuenta de que la mayoría de los gyojins y semi-gyojins encerrados aquí están completamente fuera de combate, sin importar cuánto intentes llamar su atención.
Es una situación de mierda, no nos vamos a engañar. Es posible que te vengan recuerdos de tu pasado, trayendo ecos de desesperación y miedo. Esta vez, no estás aquí para revivir esos horrores, sino para asegurarte de que nadie más tenga que experimentarlos.
Justo cuando piensas que todos están dormidos, un débil sonido te llama la atención desde el fondo del almacén. Es como un leve golpeteo, casi como si alguien estuviera tocando suavemente una puerta. Al llegar a la caja ves una figura temblorosa dentro. Es una sirena joven, sus ojos vidriosos y su cuerpo estremecido en un estado cercano al delirio sin duda te llamarán la atención. Si la observas detenidamente, verás cómo sus labios se mueven, murmurando algo en un susurro continuo y desesperado.
—No quiero seguir aquí, no quiero. Nos llevan al demonio. No quiero seguir aquí. Somos más de cien. Tenemos que salir. No quiero seguir aquí.
La angustia en sus palabras se hace notar, y su repetición casi hipnótica solo aumenta tu desazón. ¿Más de cien? Miras alrededor y notas que no hay tantas cajas en este almacén. De inmediato recuerdas la carretilla, las cajas adicionales y las conversaciones que escuchaste. Un segundo cargamento. Si esta sirena dice la verdad, lo que ves aquí es solo una fracción del infierno que estos seres están enfrentando. La posibilidad de que el destino de todos esté decidido a manos de alguien como Shaitán hará que se te revuelva el estómago.
Intentes lo que intentes, probablemente no obtendrás respuesta coherente. La joven sigue temblando, perdida en su propio miedo, murmurando la misma frase una y otra vez como si fuera un mantra.
¿Qué diablos es eso? Tu Haki de Observación, que habías mantenido activo sin siquiera darte cuenta, te alerta de una presencia cerca de la puerta. Hay alguien allí, de pie, quizá haciendo guardia. ¿Será el mismo anciano? Parece que de ahora en adelante el sigilo será tu mejor aliado. Creo que eres consciente de que no puedes permitirte un enfrentamiento en este estado, no con el agotamiento pesándote en cada movimiento, con tanto en juego y sin saber realmente a lo que te enfrentas.
Sin embargo, apenas has empezado a evaluar la situación cuando detectas dos presencias más acercándose desde el exterior. ¿Estarán rotando la guardia? ¿O han recibido órdenes de vigilar este lugar toda la noche? La cantidad de gente implicada y el cuidado con el que manejan esta operación dejan claro que no están dispuestos a correr riesgos. La gravedad de la situación se hace más evidente con cada minuto que pasa.
Debes pensar rápido. Sabes que cualquier ruido podría delatarte, y cada segundo que pierdes aquí aumenta el riesgo de que te descubran. No puedes dejarlos aquí, pero tampoco puedes ignorar el peligro inminente. Vaya situación…
Los murmullos de los tipos de fuera te indican que se están preparando para hacer guardia, y eso confirma tus sospechas: estarán aquí durante toda la noche. El panorama no pinta nada bien, siendo sinceros.
Quizás podrías esperar a que los guardias bajen la guardia, o buscar un punto débil en la estructura del almacén. Podrías intentar forzar una salida para las criaturas cuando los guardias estén más distraídos, pero eso significaría una espera prolongada. Y no estás segura de cuánto tiempo puedas mantenerte oculta. Y mucho menos de abrir las cajas sin hacer ruido, la verdad.
Mientras tanto, el almacén permanece en silencio. Sabes que la situación es tensa, y cualquier error podría costarte caro.
Yo no descartaría una huida y vigilar desde lejos. Aunque correrías el riesgo de perder de vista a tus iguales.
Jo, a mi me gustan los finales felices. Pero en tu situación no sabría qué hacer, la verdad. Pero confío en ti Asradi. ¡Haz lo correcto!
Lamentablemente, tu intento de despertar al gyojin con un disparo de saliva no surte el efecto esperado. Apenas un leve movimiento de su cabeza y un suspiro profundo son toda la reacción que obtienes. La ausencia de respuesta te deja claro que lo han sedado con algo muy potente. Observas la respiración tranquila de sus compañeros de cautiverio y pronto tienes claro que, aunque quisieras, podrías pasar horas intentando despertarlos sin éxito. Evidentemente esto complica las cosas.
Si recorres con la mirada las demás cajas en busca de algún que otro signo de vida, de alguien que esté consciente y pueda ayudarte, notarás que no hay suerte. Quizá puedas moverte con cautela por las sombras de la nave, con el oído alerta por si algún ruido del exterior te advierte de la presencia de alguien. Si lo haces, te darás cuenta de que la mayoría de los gyojins y semi-gyojins encerrados aquí están completamente fuera de combate, sin importar cuánto intentes llamar su atención.
Es una situación de mierda, no nos vamos a engañar. Es posible que te vengan recuerdos de tu pasado, trayendo ecos de desesperación y miedo. Esta vez, no estás aquí para revivir esos horrores, sino para asegurarte de que nadie más tenga que experimentarlos.
Justo cuando piensas que todos están dormidos, un débil sonido te llama la atención desde el fondo del almacén. Es como un leve golpeteo, casi como si alguien estuviera tocando suavemente una puerta. Al llegar a la caja ves una figura temblorosa dentro. Es una sirena joven, sus ojos vidriosos y su cuerpo estremecido en un estado cercano al delirio sin duda te llamarán la atención. Si la observas detenidamente, verás cómo sus labios se mueven, murmurando algo en un susurro continuo y desesperado.
—No quiero seguir aquí, no quiero. Nos llevan al demonio. No quiero seguir aquí. Somos más de cien. Tenemos que salir. No quiero seguir aquí.
La angustia en sus palabras se hace notar, y su repetición casi hipnótica solo aumenta tu desazón. ¿Más de cien? Miras alrededor y notas que no hay tantas cajas en este almacén. De inmediato recuerdas la carretilla, las cajas adicionales y las conversaciones que escuchaste. Un segundo cargamento. Si esta sirena dice la verdad, lo que ves aquí es solo una fracción del infierno que estos seres están enfrentando. La posibilidad de que el destino de todos esté decidido a manos de alguien como Shaitán hará que se te revuelva el estómago.
Intentes lo que intentes, probablemente no obtendrás respuesta coherente. La joven sigue temblando, perdida en su propio miedo, murmurando la misma frase una y otra vez como si fuera un mantra.
¿Qué diablos es eso? Tu Haki de Observación, que habías mantenido activo sin siquiera darte cuenta, te alerta de una presencia cerca de la puerta. Hay alguien allí, de pie, quizá haciendo guardia. ¿Será el mismo anciano? Parece que de ahora en adelante el sigilo será tu mejor aliado. Creo que eres consciente de que no puedes permitirte un enfrentamiento en este estado, no con el agotamiento pesándote en cada movimiento, con tanto en juego y sin saber realmente a lo que te enfrentas.
Sin embargo, apenas has empezado a evaluar la situación cuando detectas dos presencias más acercándose desde el exterior. ¿Estarán rotando la guardia? ¿O han recibido órdenes de vigilar este lugar toda la noche? La cantidad de gente implicada y el cuidado con el que manejan esta operación dejan claro que no están dispuestos a correr riesgos. La gravedad de la situación se hace más evidente con cada minuto que pasa.
Debes pensar rápido. Sabes que cualquier ruido podría delatarte, y cada segundo que pierdes aquí aumenta el riesgo de que te descubran. No puedes dejarlos aquí, pero tampoco puedes ignorar el peligro inminente. Vaya situación…
Los murmullos de los tipos de fuera te indican que se están preparando para hacer guardia, y eso confirma tus sospechas: estarán aquí durante toda la noche. El panorama no pinta nada bien, siendo sinceros.
Quizás podrías esperar a que los guardias bajen la guardia, o buscar un punto débil en la estructura del almacén. Podrías intentar forzar una salida para las criaturas cuando los guardias estén más distraídos, pero eso significaría una espera prolongada. Y no estás segura de cuánto tiempo puedas mantenerte oculta. Y mucho menos de abrir las cajas sin hacer ruido, la verdad.
Mientras tanto, el almacén permanece en silencio. Sabes que la situación es tensa, y cualquier error podría costarte caro.
Yo no descartaría una huida y vigilar desde lejos. Aunque correrías el riesgo de perder de vista a tus iguales.
Jo, a mi me gustan los finales felices. Pero en tu situación no sabría qué hacer, la verdad. Pero confío en ti Asradi. ¡Haz lo correcto!