Lance Turner
Shirogami
13-11-2024, 12:03 AM
(Última modificación: 13-11-2024, 02:05 AM por Lance Turner.)
Manteniendo los ojos cerrados por unos instantes, disfrutaba de la paz en la que estaba envuelto desde mi particular puesto de vigía. Aquella brisa marítima acariciaba mi rostro con suavidad, sintiéndose como una caricia del propio mundo, que disfrutaba de verme recorrerlo por mar. Inspiré hondo llenando mis pulmones todo lo que pude, y acto seguido abrí los ojos para observar todo a nuestro alrededor. Cierto es que en alta mar era difícil encontrar un peligro que nos pillase con la guardia baja, sin embargo, no seríamos los primeros en sufrir una emboscada o el ataque de alguna criatura salvaje.
Y ahí se encontraba, a lo lejos, lo que parecía una pequeña embarcación. Sobre esta, sólo se alcanzaba a vislumbrar una silueta, pero lo que más me llamaba la atención no era eso, a duras penas alcanzaba a escuchar el mar embravecido alrededor de esa pequeña barca, como si estuviese siendo víctima de algún suceso extraño en alta mar. Había escuchado historias así del Grand Line, pero jamás de un mar tan calmado como este.
- Parece que no estamos solos… - Dije en voz baja, sabiendo que muy probablemente Juuken alcanzaría a escucharme.
Juuken respondió raudo, habiendo sido capaz de escucharme por encima del sonido del mar rompiendo sus olas contra el barco. Cada día estábamos más unidos y compenetrados, y cada vez que algo lo confirmaba, me sentía más seguro a su lado. Acabaría teniendo una confianza ciega en él.
- Parece un pequeño barco – Contesté rápido a nuestro navegante. – Hay una persona, y vamos directos hacia él. – Tras dichas palabras devolví la mirada a Juuken con un claro gesto de duda mientras señalaba al barco.
- Las olas cercanas a esa embarcación, parecen algo diferentes, no sé por qué… mejor que tengamos cuidado. Acerquémonos manteniendo un poco la distancia. – Le dije para darle más información antes de que tomase el control de la situación.
Fue en ese momento que se unió a nuestra conversación Teruyoshi, uno de los últimos miembros de la banda en unirse. Me llamó mucho la atención desde que lo conocí, los felinos suelen ser animales muy ágiles, por lo que sin duda, un Mink como él, lo sería también. Pero más sorprendente aún fueron sus habilidades en la cocina. Desde la marcha de Shiro nos encontrábamos en un apuro con ese campo, estuvimos un tiempo consumiendo comida en mal estado, fría, o quemada, nunca había un término medio. Tengo la teoría que desde ese momento, mi paladar se ha estropeado, ya no noto igual los sabores, e incluso necesito más cantidad para sentir que un alimento me cunde algo.
El felino había deducido también que era una barca, probablemente su vista sería mucho mejor que la del resto, aunque nunca le había preguntado por ello. Sin embargo, no prestó tanta atención a esto, ofreciéndonos unas bebidas refrescantes que acepté de buen agrado.
- Muchas gracias Teruyoshi. – Le dije con una sonrisa que rápidamente dejé de hacer preocupado por la embarcación a la que nos estábamos dirigiendo. Di un sorbo largo a la bebida y la dejé a un lado un momento para continuar hablando. – Perdona si no bebo mucho ahora, pero me preocupa ese barco.
A la conversación se había unido también Goku, lleno de curiosidad y entusiasmo por la bebida. Debo admitir que me sacó de mi mente cuando le escuché llamar a Teruyoshi gato pulgoso rompehogares, ahogándome un poco con la bebida justo cuando la había vuelto a tomar para darle otro sorbo. Pero no lejos de quedarse ahí, fue aún más chocante verle con ese aspecto tan tétrico. Aún me daba escalofríos cuando lo veía así, y era algo a lo que tardaría en acostumbrarme.
Goku se dirigió a mi llamándome capitana una vez más, para ofrecerse después a asaltar el barco de un salto y descubrir qué sucedía.
- Descuida, podría ser peligroso, y no quiero que te ocurra nada Goku. – Le dije sonriéndole. – Mejor nos acercamos poco a poco y tratamos de contemplar desde cubierta. - Acto seguido, tras decir esas palabras caí en la cuenta de que nunca le había dicho que no era mujer, así que diciéndoselo quizá quedaría más claro esa confusión suya. - Por cierto Goku, he notado que me llamas capitana... ¿Sabes que soy hombre?. - Le dije intentando que no se notase lo absurdo que me sentía teniendo que explicarle eso.