Jack Silver
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13-11-2024, 02:19 AM
El silencio en el almacén se rompió con una serie de golpes rápidos y precisos. Marvolath descargó su ataque en una secuencia tan veloz que el primer guardia apenas tuvo tiempo de parpadear antes de salir despedido hacia la pared, incapaz de soportar la fuerza del impacto. El eco del golpe resonó en el espacio abierto, y el cuerpo del hombre se desplomó sin más que un gemido apagado, sin capacidad de levantarse.
El segundo tirador parpadeó, desconcertado por la súbita caída de su compañero, pero rápidamente se recompuso. Con el rostro endurecido y la pistola en mano, levantó el arma con un control que revelaba su entrenamiento. Se plantó con firmeza y apretó el gatillo dos veces, cada disparo surcando el aire con un silbido letal mientras buscaba el blanco. La calma del almacén se rompió al instante, con el sonido de los disparos resonando en el espacio amplio y vacío y llenándolo de ecos ensordecedores. A medida que el segundo disparo estallaba tras el primero, las astillas de madera y el polvo se levantaban en el aire, difuminando las líneas de visión y añadiendo un toque caótico al enfrentamiento.
El guardia, sin embargo, no tenía intención de detenerse. Ajustó la postura, y con una mirada de concentración absoluta, apuntó nuevamente con toda su atención en el blanco, listo para disparar una vez más.
Observando atentamente, el tirador entrecerró los ojos, midiendo cada movimiento de su objetivo. Por un segundo, el hombre pareció considerar sus opciones antes de tomar una postura más calculada. Apretó los labios y tensó el brazo, manteniendo la respiración para no desviar el pulso. En un instante de concentración absoluta, alzó su pistola en un ángulo preciso, como si supiera que su objetivo estaba acorralado.
—A ver si te escondes de esto, cabronazo… —murmuró con voz baja y peligrosa.
Con una frialdad que daba cuenta de su experiencia, el guardia apuntó y disparó con la precisión de alguien que había dominado su arma hasta un nivel profesional. El proyectil trazó una curva perfecta, golpeando una columna cercana y cambiando de dirección en una trayectoria inusitada. En su rebote, la bala se acercaba a su objetivo desde un ángulo ciego, y la penumbra del almacén se llenó de ecos mientras el proyectil rebotaba nuevamente, moviéndose con un ritmo calculado.
Las sombras vibraban con el eco del disparo y el guardia mantenía la mirada fija en su oponente. La luz tenue apenas iluminaba el espacio, volviendo cada rincón una potencial trampa donde los movimientos de su oponente podrían dejarlo vulnerable.
El segundo tirador parpadeó, desconcertado por la súbita caída de su compañero, pero rápidamente se recompuso. Con el rostro endurecido y la pistola en mano, levantó el arma con un control que revelaba su entrenamiento. Se plantó con firmeza y apretó el gatillo dos veces, cada disparo surcando el aire con un silbido letal mientras buscaba el blanco. La calma del almacén se rompió al instante, con el sonido de los disparos resonando en el espacio amplio y vacío y llenándolo de ecos ensordecedores. A medida que el segundo disparo estallaba tras el primero, las astillas de madera y el polvo se levantaban en el aire, difuminando las líneas de visión y añadiendo un toque caótico al enfrentamiento.
El guardia, sin embargo, no tenía intención de detenerse. Ajustó la postura, y con una mirada de concentración absoluta, apuntó nuevamente con toda su atención en el blanco, listo para disparar una vez más.
Observando atentamente, el tirador entrecerró los ojos, midiendo cada movimiento de su objetivo. Por un segundo, el hombre pareció considerar sus opciones antes de tomar una postura más calculada. Apretó los labios y tensó el brazo, manteniendo la respiración para no desviar el pulso. En un instante de concentración absoluta, alzó su pistola en un ángulo preciso, como si supiera que su objetivo estaba acorralado.
—A ver si te escondes de esto, cabronazo… —murmuró con voz baja y peligrosa.
Con una frialdad que daba cuenta de su experiencia, el guardia apuntó y disparó con la precisión de alguien que había dominado su arma hasta un nivel profesional. El proyectil trazó una curva perfecta, golpeando una columna cercana y cambiando de dirección en una trayectoria inusitada. En su rebote, la bala se acercaba a su objetivo desde un ángulo ciego, y la penumbra del almacén se llenó de ecos mientras el proyectil rebotaba nuevamente, moviéndose con un ritmo calculado.
Las sombras vibraban con el eco del disparo y el guardia mantenía la mirada fija en su oponente. La luz tenue apenas iluminaba el espacio, volviendo cada rincón una potencial trampa donde los movimientos de su oponente podrían dejarlo vulnerable.
TIR201
TIRADOR
Utilidad Activa
Tier 2
No Aprendida
29
1
Apuntando con su arma hacia un blanco, centrando su atención y dejando de percibir bien sus alrededores durante la ejecución de esta acción salvo de su objetivo, el usuario centrara su atención completa en su objetivo, logrando encadenar junto a esta técnica alguna acción ofensiva contra su objetivo, adquiriendo su adversario una desventaja de [Reflejos] para reaccionar y la ofensiva tendrá un incremento de daño.
[-5 Reflejos] y +25 de [Daño]
ASA301
ASALTANTE
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
41
2
La habilidad del usuario con las armas de proyectiles le permite realizar un disparo con una perfecta trayectoria y curvatura que de forma sorpresiva logra rebotar con superficies y objetos, buscando alcanzar a sus objetivos desde ángulos complicados y puntos ciegos, dificultando su reacción, aumentado su alcance hasta 12 metros. Los objetivos de estos disparos verán sus [Reflejos] reducidos en -5 ante esta ofensiva.
Golpe Básico + [DESx2,5] de [Daño perforante]