Marvolath
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13-11-2024, 01:26 PM
La pared con la que había golpeado el primer guardia, más delgada de lo que había supuesto, resonó como un tambor. Apretó los dientes, lamentando la rapidez con la que el plan de infiltración sigilosa se desmoronaba. Tendría que ser más sigiloso con el segundo guar... los disparos y los gritos echaron por tierra sus esperanzas. Sólo quedaba seguir, y confiar en que aún quedase alguna pista para cuando terminase.
Los primeros tiros, disparados casi sin apuntar, rozaron débilmente el escudo, desviándose sin alcanzar a arañarlo. El tercero, sin embargo, aunque parecía haber errado más que los primeros, rebotó y cambió su trayectoria, alcanzándole inesperadamente. Por instinto - y quizá algo de suerte - logró girar sobre sí mismo, interponiendo el escudo con suficiente fuerza como para desviar el proyectil con un tañido metálico.
Aprovechando la velocidad de la carrera y la inercia del giro apuntó al brazo del guardia, aún estirado tras el disparo, formando con los dedos una garra endurecida por el busoshoku.
Un segundo golpe con la otra mano, también en forma de garra, siguió al primero, también dirigido a castigar el brazo del arma. Dudó brevemente, valorando el estado del guardia. Aunque no tenía tiempo para medir sus ataques, tampoco lo tendría para estabilizarlo. Y viendo lo rápido que había caído el primero tenía que tener cuidado de no pasarse con este. Se arriesgó con un con un tercer golpe, el acostumbrado golpe en la pierna para igualar alturas y evitar que volviese a retroceder. Siendo una zona no vital como mucho causaría fractura.
Una vez despachados, los arrastró a la oscuridad antes de continuar su infiltración. La carreta estaría al llegar, pero tanto daría enfrentarse a dos que a diez si no averiguaba qué sucedía en el interior. La entrada, ahora libre de guardias, era un acceso fácil, aunque quizá esperable y vigilado desde el otro lado. ¿Habría alguna otra forma de entrar?
Los primeros tiros, disparados casi sin apuntar, rozaron débilmente el escudo, desviándose sin alcanzar a arañarlo. El tercero, sin embargo, aunque parecía haber errado más que los primeros, rebotó y cambió su trayectoria, alcanzándole inesperadamente. Por instinto - y quizá algo de suerte - logró girar sobre sí mismo, interponiendo el escudo con suficiente fuerza como para desviar el proyectil con un tañido metálico.
CON102
CONTUNDENTE
Defensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
20
1
Aprovechando la densidad y volumen de un arma contundente el usuario adquiere una postura defensiva en la que buscará encajar una ofensiva rival con la parte más maciza de su arma, amortiguando los daños. Obteniendo si logra Mitigar la totalidad de la ofensiva un incremento de +6 de [Fuerza] en su proxima ofensiva.
Defensa Pasiva + [FUEx1,9] de Daño Mitigado
Aprovechando la velocidad de la carrera y la inercia del giro apuntó al brazo del guardia, aún estirado tras el disparo, formando con los dedos una garra endurecida por el busoshoku.
RYU301
RYUSOKEN
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
39
2
El usuario junta sus dedos de su mano formando la característica postura de garra de este estilo avanzando hacia su adversario dando un golpe rápido y directo como quien busca trazar una estocada aunque lejos de ser un golpe suave el mismo impactará como un estallido llegando a poder [Desarme] a la víctima de golpearse en una extremidad que sostiene un arma.
Golpe Básico + [FUEx2,5] de [Daño perforante]
Un segundo golpe con la otra mano, también en forma de garra, siguió al primero, también dirigido a castigar el brazo del arma. Dudó brevemente, valorando el estado del guardia. Aunque no tenía tiempo para medir sus ataques, tampoco lo tendría para estabilizarlo. Y viendo lo rápido que había caído el primero tenía que tener cuidado de no pasarse con este. Se arriesgó con un con un tercer golpe, el acostumbrado golpe en la pierna para igualar alturas y evitar que volviese a retroceder. Siendo una zona no vital como mucho causaría fractura.
Una vez despachados, los arrastró a la oscuridad antes de continuar su infiltración. La carreta estaría al llegar, pero tanto daría enfrentarse a dos que a diez si no averiguaba qué sucedía en el interior. La entrada, ahora libre de guardias, era un acceso fácil, aunque quizá esperable y vigilado desde el otro lado. ¿Habría alguna otra forma de entrar?