Alistair
Mochuelo
13-11-2024, 09:57 AM
¡No se rendían para nada! Mas allá de la situación en la que se había visto envuelto, la cual desearía que pudiese ser muy diferente a lo que vivía ahora mismo, no podía dejar de lado en sus pensamientos la coordinación que el grupo de bestias demostraba en ese preciso instante. Tal y como un félido doméstico, incluso si éstos no eran capaces de hacer sumas y restas básicas, tenían un intelecto latente desarrollado específicamente para la cacería que incitaba en él un deje de envidia. Era como ver a un genio en su arte, aunque en este caso un arte bastante bizarro y sanguinario, más que necesario para su supervivencia.
Indispuestos a irse sin una presa, parecía que los atacantes habían tomado la decisión de no marcharse de allí sin dos presas entre sus dientes. O, en su defecto, con mucho mas daño en sus cuerpos como para sopesar continuar; Alistair se encargaría de que fuese la segunda, aunque procuraría no arrebatarles la vida incluso por un descuido; la vida en la jungla era sagrada, y cada pequeño componente en ella tenía su propio lugar el cual habitar. Al menos, repitiéndose eso, intentaría justificar el violento comportamiento que cada depredador podía exhibir cruzándose en frente. En medio de la naturaleza, tan solo era un filete de carne más.
Un sonido intenso lo sacó de su tierra de pensamientos sin falla, un chirrido de intención melódicamente completamente distinta al que en principio llamó su atención y señaló la entrada de los alatiburnus como si de una fanfarria de bienvenida se tratara. El ruido era el equivalente de utilizar un silbato para perro que cualquier otra raza sin el oído especial de los cánidos pudiera escuchar, emitida con toda la fuerza que podía reunir las cuerdas vocales del depredador. Era un sonido horrendo, lo suficiente como para disparar su sensación de dolor y provocar a sus manos colocarse sobre sus oídos mucho antes de lo que pudo darles la orden consciente de hacerlo, protegiéndose de la molesta onda sonora pero sufriendo el aturdimiento de haberla escuchado por algunos segundos momentos atrás.
El tinnitus siguió al silencio, a un grado que aún le permitía escuchar otros sonidos pero que indicaba claramente cuánto le había afectado ese ataque. Se sacudió la cabeza un par de veces, intentando sacarse la sensación de encima, sin éxito alguno. — Ugh... Es como llevar una resaca encima... — Comentó con algo de dificultad al inicio, escuchándose a sí mismo como si estuviese distante de sus propios oídos.
Su mirada le alertó de los dos depredadores buscando no desperdiciar segundo alguno, arrojándose de frente con garras por delante. Debía reaccionar pronto. Sujetando firme sus espadas, decidió que lidiaría con ambos depredadores a la vez pero con métodos separados, dedicando a cada uno una katana en una mano diferente. Empezando por el de la izquierda, aprovecharía su destreza con la espada para desviar la dirección del golpe. En lugar de hacer que el arma colisionara de frente con las garras de la criatura, los apéndices afilados del alatiburnus se encontrarían con el costado de la hoja ligeramente en diagonal, permitiendo que colisionaran en un roce que provocaría un ruido metálico y que, mientras se deslizaban contra el metal, sintieran como el brazo del espadachín aplicaba fuerza hacia afuera en un intento de hacer que el depredador modificara la dirección de su avance y siguiera de largo sin lastimar a Alistair o al pequeño mono.
Mientras tanto, el depredador a su lado derecho se encontraría con una alternativa mucho mas contundente -literalmente-. Giraría la katana entre su mano de tal manera que el lado posterior romo ahora fuera el que encarara de frente, y de un golpe certero contra las garras de la criatura, el Lunarian buscaría no solo mitigar toda la fuerza de su arremetida sino de apartarlo al igual que a su compañero. Con suerte, con la suficiente contundencia para que generarle dudas de si repetirlo y conseguirle algunos segundos de quietud y reposo.
No acababa allí, pues el último de los depredadores, el mismo que se había encargado de soltar aquel embriagante -y no de buena manera- sonido ahora se encargó de utilizar sus facultades de ave para cargar de frente contra el Lunarian. Preparado gracias a los dos intentos de ataques anteriores y la pequeña demora en el tercero, esta vez la ofensiva no se encontraría con sus espadas a la defensiva sino con una evasión que encontraría un contraataque inmediato. Ayudado por sus alas, el Lunarian pegaría un salto bajo que buscaría ser apenas suficiente para pasar por encima del altiburnus a vuelo raso, con tan mala suerte que la criatura habría conseguido rasguñar la tela y piel de su pierna derecha por la cercanía con la que la evasión había sido realizada.
Desde su posición ventajosa de vuelo justo sobre la criatura en vuelo, por un instante sintió como si el tiempo se detuviera, una mera ilusión de percepción generada por su propia mente buscando darle unos segundos para pensar unas cuantas palabras. — Lo lamento, escualo... Desearía que hubiera sido de otra manera. — Se preparó, sujetó firmemente sus armas, y en una ejecución veloz de un ataque combinado realizó tres golpes en casi perfecta sincronía sobre la espalda del depredador, formando una figura que se asemejaría a una minimalista estrella de seis puntas -o un asterisco, si lo prefieres ver así-. Los cortes por sí solos no eran demasiado profundos, y esperaba que la gruesa piel del ave-tiburón fuese suficiente para reducir aún mas su profundidad, pero la combinación entre los tres ataques sobre una posición ventajosa y una zona tan sensible como lo era la espalda -en especial tan cerca de sus alas- tenía total intención de tan solo infligir el suficiente dolor en un instante para que la conciencia de su víctima se apagase, dejándolo fuera de combate sin acabar con su vida.
Si todo conseguía transcurrir como había maquinado, Alistair dejaría al alatiburnus en posible condición grave seguir de largo y aterrizaría nuevamente en las cercanías del primate malherido, levantado sus katanas en espera del próximo movimiento de los atacantes. Ya iba siendo hora de acabar con esto, y su estómago se encargó de recordárselo con un gruñido que solo conseguiría escuchar él. Por poco serio que sonase en esta situación... La virgen, que hambre que provocaba combatir.
Indispuestos a irse sin una presa, parecía que los atacantes habían tomado la decisión de no marcharse de allí sin dos presas entre sus dientes. O, en su defecto, con mucho mas daño en sus cuerpos como para sopesar continuar; Alistair se encargaría de que fuese la segunda, aunque procuraría no arrebatarles la vida incluso por un descuido; la vida en la jungla era sagrada, y cada pequeño componente en ella tenía su propio lugar el cual habitar. Al menos, repitiéndose eso, intentaría justificar el violento comportamiento que cada depredador podía exhibir cruzándose en frente. En medio de la naturaleza, tan solo era un filete de carne más.
Un sonido intenso lo sacó de su tierra de pensamientos sin falla, un chirrido de intención melódicamente completamente distinta al que en principio llamó su atención y señaló la entrada de los alatiburnus como si de una fanfarria de bienvenida se tratara. El ruido era el equivalente de utilizar un silbato para perro que cualquier otra raza sin el oído especial de los cánidos pudiera escuchar, emitida con toda la fuerza que podía reunir las cuerdas vocales del depredador. Era un sonido horrendo, lo suficiente como para disparar su sensación de dolor y provocar a sus manos colocarse sobre sus oídos mucho antes de lo que pudo darles la orden consciente de hacerlo, protegiéndose de la molesta onda sonora pero sufriendo el aturdimiento de haberla escuchado por algunos segundos momentos atrás.
El tinnitus siguió al silencio, a un grado que aún le permitía escuchar otros sonidos pero que indicaba claramente cuánto le había afectado ese ataque. Se sacudió la cabeza un par de veces, intentando sacarse la sensación de encima, sin éxito alguno. — Ugh... Es como llevar una resaca encima... — Comentó con algo de dificultad al inicio, escuchándose a sí mismo como si estuviese distante de sus propios oídos.
Su mirada le alertó de los dos depredadores buscando no desperdiciar segundo alguno, arrojándose de frente con garras por delante. Debía reaccionar pronto. Sujetando firme sus espadas, decidió que lidiaría con ambos depredadores a la vez pero con métodos separados, dedicando a cada uno una katana en una mano diferente. Empezando por el de la izquierda, aprovecharía su destreza con la espada para desviar la dirección del golpe. En lugar de hacer que el arma colisionara de frente con las garras de la criatura, los apéndices afilados del alatiburnus se encontrarían con el costado de la hoja ligeramente en diagonal, permitiendo que colisionaran en un roce que provocaría un ruido metálico y que, mientras se deslizaban contra el metal, sintieran como el brazo del espadachín aplicaba fuerza hacia afuera en un intento de hacer que el depredador modificara la dirección de su avance y siguiera de largo sin lastimar a Alistair o al pequeño mono.
esp102
ESPADACHíN
Defensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
15
1
Usando su arma el usuario trazara unos movimientos rápidos buscando desviar las ofensivas en su contra, mitigando parte de su daño. En el caso de que la ofensiva sea utilizando proyectiles y se Mitige todo el daño, el usuario podra desviar dicha ofensiva hacia un nuevo objetivo dentro del alcance restante de la ofensiva y recibiendo el nuevo objetivo todo el daño.
Defensa Pasiva + [FUEx2] de Daño Mitigado
Mientras tanto, el depredador a su lado derecho se encontraría con una alternativa mucho mas contundente -literalmente-. Giraría la katana entre su mano de tal manera que el lado posterior romo ahora fuera el que encarara de frente, y de un golpe certero contra las garras de la criatura, el Lunarian buscaría no solo mitigar toda la fuerza de su arremetida sino de apartarlo al igual que a su compañero. Con suerte, con la suficiente contundencia para que generarle dudas de si repetirlo y conseguirle algunos segundos de quietud y reposo.
con102
CONTUNDENTE
Defensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
20
1
Aprovechando la densidad y volumen de un arma contundente el usuario adquiere una postura defensiva en la que buscará encajar una ofensiva rival con la parte más maciza de su arma, amortiguando los daños. Obteniendo si logra Mitigar la totalidad de la ofensiva un incremento de +6 de [Fuerza] en su proxima ofensiva.
Defensa Pasiva + [FUEx1,9] de Daño Mitigado
No acababa allí, pues el último de los depredadores, el mismo que se había encargado de soltar aquel embriagante -y no de buena manera- sonido ahora se encargó de utilizar sus facultades de ave para cargar de frente contra el Lunarian. Preparado gracias a los dos intentos de ataques anteriores y la pequeña demora en el tercero, esta vez la ofensiva no se encontraría con sus espadas a la defensiva sino con una evasión que encontraría un contraataque inmediato. Ayudado por sus alas, el Lunarian pegaría un salto bajo que buscaría ser apenas suficiente para pasar por encima del altiburnus a vuelo raso, con tan mala suerte que la criatura habría conseguido rasguñar la tela y piel de su pierna derecha por la cercanía con la que la evasión había sido realizada.
ase301
ASESINO
Utilidad Activa
Tier 3
No Aprendida
35
2
El usuario trazara un rápido movimiento buscando bordear una ofensiva en su contra recorriendo el perímetro de la misma con suma facilidad contando con un incremento en sus [Reflejos] para esquivarla. Buscando al trazar el perimetro alrededor de la ofensiva alcanzar al oponente, siempre que el [Movimiento] del usuario le permita alcanzalo, pudiendo ejecutar en combo un [Golpe Básico] extra, adicional al limite de basicos por turno, pero debe ser consecutivo a la esquiva.
+10 [Reflejos]
Desde su posición ventajosa de vuelo justo sobre la criatura en vuelo, por un instante sintió como si el tiempo se detuviera, una mera ilusión de percepción generada por su propia mente buscando darle unos segundos para pensar unas cuantas palabras. — Lo lamento, escualo... Desearía que hubiera sido de otra manera. — Se preparó, sujetó firmemente sus armas, y en una ejecución veloz de un ataque combinado realizó tres golpes en casi perfecta sincronía sobre la espalda del depredador, formando una figura que se asemejaría a una minimalista estrella de seis puntas -o un asterisco, si lo prefieres ver así-. Los cortes por sí solos no eran demasiado profundos, y esperaba que la gruesa piel del ave-tiburón fuese suficiente para reducir aún mas su profundidad, pero la combinación entre los tres ataques sobre una posición ventajosa y una zona tan sensible como lo era la espalda -en especial tan cerca de sus alas- tenía total intención de tan solo infligir el suficiente dolor en un instante para que la conciencia de su víctima se apagase, dejándolo fuera de combate sin acabar con su vida.
san300
SANTORYU
Pasiva
Tier 3
No Aprendida
Los usuarios de este estilo dominan el arte de luchar con hasta tres espadas, pero también dominan todas las etapas previas como el estilo de una y de dos espadas, por lo tanto, es habitual que según el transcurso del combate vayan luchando con diferente cantidad de espadas adaptándose a la situación.
Mientras uses Armas de Filo Balanceado, Armas de Filo Ligero, reduces 10 puntos la penalización en la Tasa de Acierto por utilizar dos o más armas.
—Ittōryū: Cuando el usuario utilice una única espada, concentrará todas sus fuerzas en ella, causando que sus ofensivas tengan una mayor intensidad, causando todos sus básicos y técnicas, empuñando una espada, obtendrán [Colisión] +20.
—Nitōryū: Empuñando dos espadas, el usuario buscará un combate más dinámico y ágil, buscando causar múltiples cortes con agilidad y obteniendo, por lo tanto, una mejora de +5 a su Tasa de Acierto, ampliará el rango de sus técnicas de espada en + 5 metros de distancia, y las realizará con +15 de Daño.
—Santōryū: El dominio por excelencia de este estilo al empuñar tres espadas simultáneamente, logrando liberar el máximo poder de la esgrima y expandiendo el alcance de los básicos y técnicas del usuario. Podrá concentrar sus ataques básicos (todos de los que disponga) en un único ataque concentrado que contará como Técnica y sumará todo su daño y buffs posibles. El usuario no podrá realizar ningún Ataque Básico durante esta acción. Adicionalmente, sus técnicas de 3 Espadas se percibirán con -5 a Reflejos, y las técnicas a distancia con espadas, no tendrán el penalizador habitual a TA por la distancia.
Mientras uses Armas de Filo Balanceado, Armas de Filo Ligero, reduces 10 puntos la penalización en la Tasa de Acierto por utilizar dos o más armas.
—Ittōryū: Cuando el usuario utilice una única espada, concentrará todas sus fuerzas en ella, causando que sus ofensivas tengan una mayor intensidad, causando todos sus básicos y técnicas, empuñando una espada, obtendrán [Colisión] +20.
—Nitōryū: Empuñando dos espadas, el usuario buscará un combate más dinámico y ágil, buscando causar múltiples cortes con agilidad y obteniendo, por lo tanto, una mejora de +5 a su Tasa de Acierto, ampliará el rango de sus técnicas de espada en + 5 metros de distancia, y las realizará con +15 de Daño.
—Santōryū: El dominio por excelencia de este estilo al empuñar tres espadas simultáneamente, logrando liberar el máximo poder de la esgrima y expandiendo el alcance de los básicos y técnicas del usuario. Podrá concentrar sus ataques básicos (todos de los que disponga) en un único ataque concentrado que contará como Técnica y sumará todo su daño y buffs posibles. El usuario no podrá realizar ningún Ataque Básico durante esta acción. Adicionalmente, sus técnicas de 3 Espadas se percibirán con -5 a Reflejos, y las técnicas a distancia con espadas, no tendrán el penalizador habitual a TA por la distancia.
Si todo conseguía transcurrir como había maquinado, Alistair dejaría al alatiburnus en posible condición grave seguir de largo y aterrizaría nuevamente en las cercanías del primate malherido, levantado sus katanas en espera del próximo movimiento de los atacantes. Ya iba siendo hora de acabar con esto, y su estómago se encargó de recordárselo con un gruñido que solo conseguiría escuchar él. Por poco serio que sonase en esta situación... La virgen, que hambre que provocaba combatir.