Byron
Hizashi
13-11-2024, 06:04 PM
Byron se encontraba tranquilo, sentado en lo alto del mástil con los pies colgando del pequeño saliente que se encontraba en esta parte del barco, con un papel carcomido por el tiempo en sus manos. El viento y el mar, más furioso de lo que solía recordar en aquellas tierras, más su calma estaba intacta, aunque podían notarse de vestigios de impaciencia por como movía de forma inquieta sus piernas al viento. A pesar el cielo nublado y semi tormentoso, el joven podía sentir al sol tras aquellas grises y oscuras formaciones dándole el beneplácito y siendo testigo a duras penas de sus acciones, como si de un juez se tratase, aunque el hecho de encontrarse escondido podía significar un mal augurio para el Solarian. Aun así, increíblemente, tenía todo planeado y bajo control, el intrépido capitán sabía que todo saldría bien, tal era la certeza que sentía, que se daba el lujo de reír a carcajadas solo en aquella ubicación mientras observaba el cartel de Wanted entre sus manos y la isla en el horizonte.
- ¡Hie, hie, hie! Tranquilo viejo amigo, está todo bajo control...- Dijo entre risas refiriéndose al astro rey escondido en las turbulentas nubes. - Queda poco, así que es la hora.- Concluyó.
El joven, con una amplia sonrisa en el rostro, dobló el papel que sostenía en sus manos hasta que tuvo el tamaño necesario para poder introducirlo en uno de sus bolsillos. Con una mano, acomodaba este en su bolsillo trasero de sus pantalones granates, y la otra la alzó al cielo, en dirección a su Jolly Roger, y lanzó una pequeña llamarada por su palma, que redujo a cenizas la única prueba que podía tener Rostock de que el grupo que se disponía a entregar a uno de los más buscados del East Blue, eran piratas. Miró caer las últimas cenizas de aquella bandera, y volvió a mirar al horizonte, aún no se llegaba a vislumbrar el puerto, pero su llegada estaba al caer, cuestión de una hora estarían de nuevo con los pies en tierra firme.
Así pues, listo para lo que iba a suceder, bajó de su ubicación sirviéndose de la pequeña escalera de mano que le había llevado a aquella posición, varios miembros de su tripulación presentes en esta, y con tan solo su bajada, ya sabían que hacer y lo que se venía. Sin mediar palabra, Kael expulsó el cuerpo magullado de Muzen, desmayado, dejándolo tirado sobre la pulida madera que formaba el suelo que pisaban, y con unas cuerdas que el hombre del parche le sirvió, amarró su cuerpo y extremidades, quedando totalmente inmovilizado y con un aspecto deplorable. Le miró el rostro, con una de sus manos le dio unos golpecitos suaves en una de sus mejillas mientras sonreía.
- No lo tomes personal, yo no he escrito las reglas.- Le murmuró aunque sus oídos fuesen incapaces de escuchar. - Bueno, Gavyn, Vesper, vosotros venís conmigo, al final es meterse en la boca del lobo... Drake, encárgate del papeleo en cuanto lleguemos, después cuida el barco junto al resto y tenerlo listo para marcharnos, no quiero inconvenientes y cuanto antes nos marchemos, más fácil será para todos. - Dijo marchando hasta el camarote para preparar sus cosas.
Los chicos caminaban tranquilos, con el cuerpo de la víctima siendo arrastrado por Byron, apenas oponía resistencia al encontrarse agotado y magullado, casi inconsciente seguía los tirones del capitán de forma torpe y sin entender realmente que estaba sucediendo y como había acabado allí. Las miradas de los lugareños se clavaban en ellos mientras caminaban de forma tranquila, siendo estas respondidas por parte del muchacho asintiendo con la cabeza acompañado el gesto de una amable sonrisa, para que entendiesen que claramente no eran enemigos, más bien lo contrario, una mano amiga que los libraría de los criminales que ni siquiera la marina era capad de atrapar. Un ligero y cordial saludo elevando el brazo por su parte, antes de abandonar el pueblo y dejar atrás la muchedumbre.
Finalmente, frente a ellos, la majestuosa base de la marina, era poético, pues fue el primer lugar que pisó al llegar al East Blue, el que antes fue tratado como un necio con sueños imposibles, ahora los llevaba a su puerta un importante criminal.
Dos hombres se acercaron a ellos, reclutas por sus atuendos, armados con fusiles y preguntando con genuina curiosidad, sus ojos parecían no creer lo que tenían ante ellos, el peliblanco Muzen apresado y con una imagen que dejaba en claro que había tenido días mejores. El capitán pirata no mostró nerviosismo alguno, y con un lenguaje corporal que transmitía cero hostilidad, sacó de su bolsillo trasero el papel que había doblado antes de forma meticulosa con su mano sobrante, y lo desplegó ante ellos sonriente con una actuación digna de una persona nacida con carisma.
- Venimos a traeros a este hombre, somos aventureros, nos gusta viajar y ver mundo, y en una de nuestras aventuras a lo Indiana D. Jones nos topamos con este hombre... Cuando vi su cara, no pude evitar recordar este cartel, y no podía dejar que siguiese haciendo más daño, así que, acabamos con él, aunque no lo parezca, somos bastante fuertes hie, hie, hie ¡para navegar tienes que serlo si no eres hombre muerto si te encuentras a alguien como este tipo! - Dijo con riendo de forma ligera. - ¿Tienen alguna pregunta más? No sean tímidos. - Dijo mostrando buen ánimo.
- ¡Hie, hie, hie! Tranquilo viejo amigo, está todo bajo control...- Dijo entre risas refiriéndose al astro rey escondido en las turbulentas nubes. - Queda poco, así que es la hora.- Concluyó.
El joven, con una amplia sonrisa en el rostro, dobló el papel que sostenía en sus manos hasta que tuvo el tamaño necesario para poder introducirlo en uno de sus bolsillos. Con una mano, acomodaba este en su bolsillo trasero de sus pantalones granates, y la otra la alzó al cielo, en dirección a su Jolly Roger, y lanzó una pequeña llamarada por su palma, que redujo a cenizas la única prueba que podía tener Rostock de que el grupo que se disponía a entregar a uno de los más buscados del East Blue, eran piratas. Miró caer las últimas cenizas de aquella bandera, y volvió a mirar al horizonte, aún no se llegaba a vislumbrar el puerto, pero su llegada estaba al caer, cuestión de una hora estarían de nuevo con los pies en tierra firme.
Así pues, listo para lo que iba a suceder, bajó de su ubicación sirviéndose de la pequeña escalera de mano que le había llevado a aquella posición, varios miembros de su tripulación presentes en esta, y con tan solo su bajada, ya sabían que hacer y lo que se venía. Sin mediar palabra, Kael expulsó el cuerpo magullado de Muzen, desmayado, dejándolo tirado sobre la pulida madera que formaba el suelo que pisaban, y con unas cuerdas que el hombre del parche le sirvió, amarró su cuerpo y extremidades, quedando totalmente inmovilizado y con un aspecto deplorable. Le miró el rostro, con una de sus manos le dio unos golpecitos suaves en una de sus mejillas mientras sonreía.
- No lo tomes personal, yo no he escrito las reglas.- Le murmuró aunque sus oídos fuesen incapaces de escuchar. - Bueno, Gavyn, Vesper, vosotros venís conmigo, al final es meterse en la boca del lobo... Drake, encárgate del papeleo en cuanto lleguemos, después cuida el barco junto al resto y tenerlo listo para marcharnos, no quiero inconvenientes y cuanto antes nos marchemos, más fácil será para todos. - Dijo marchando hasta el camarote para preparar sus cosas.
Los chicos caminaban tranquilos, con el cuerpo de la víctima siendo arrastrado por Byron, apenas oponía resistencia al encontrarse agotado y magullado, casi inconsciente seguía los tirones del capitán de forma torpe y sin entender realmente que estaba sucediendo y como había acabado allí. Las miradas de los lugareños se clavaban en ellos mientras caminaban de forma tranquila, siendo estas respondidas por parte del muchacho asintiendo con la cabeza acompañado el gesto de una amable sonrisa, para que entendiesen que claramente no eran enemigos, más bien lo contrario, una mano amiga que los libraría de los criminales que ni siquiera la marina era capad de atrapar. Un ligero y cordial saludo elevando el brazo por su parte, antes de abandonar el pueblo y dejar atrás la muchedumbre.
Finalmente, frente a ellos, la majestuosa base de la marina, era poético, pues fue el primer lugar que pisó al llegar al East Blue, el que antes fue tratado como un necio con sueños imposibles, ahora los llevaba a su puerta un importante criminal.
Dos hombres se acercaron a ellos, reclutas por sus atuendos, armados con fusiles y preguntando con genuina curiosidad, sus ojos parecían no creer lo que tenían ante ellos, el peliblanco Muzen apresado y con una imagen que dejaba en claro que había tenido días mejores. El capitán pirata no mostró nerviosismo alguno, y con un lenguaje corporal que transmitía cero hostilidad, sacó de su bolsillo trasero el papel que había doblado antes de forma meticulosa con su mano sobrante, y lo desplegó ante ellos sonriente con una actuación digna de una persona nacida con carisma.
- Venimos a traeros a este hombre, somos aventureros, nos gusta viajar y ver mundo, y en una de nuestras aventuras a lo Indiana D. Jones nos topamos con este hombre... Cuando vi su cara, no pude evitar recordar este cartel, y no podía dejar que siguiese haciendo más daño, así que, acabamos con él, aunque no lo parezca, somos bastante fuertes hie, hie, hie ¡para navegar tienes que serlo si no eres hombre muerto si te encuentras a alguien como este tipo! - Dijo con riendo de forma ligera. - ¿Tienen alguna pregunta más? No sean tímidos. - Dijo mostrando buen ánimo.