Teruyoshi
Teru
13-11-2024, 09:20 PM
- ¡Maldito mono calvo! - farfulló entre dientes el mink en respuesta a Goku, que ya se marchaba entre la frondosa arboleda. El muy estúpido seguía dispuesto a reñir con Teruyoshi, poniendo excusas de lo más extrañas, aunque, por suerte, para el mal humor del gato, fue el único que atacó su comida. Incluso Gretta intercedió por él, provocándole un profundo ronroneo de gusto. Además, Juuken también se había mostrado dispuesto a ceder ante la petición del gato de investigar el fuerte rugido que habían escuchado con anterioridad, por lo que, sintiéndose victorioso en aquella discusión, decidió que lo mejor era dejarlo pasar… al menos por el momento.
- Tiempo al tiempo… - pensó el mink mientras pasaba inconscientemente el dorso de su zarpa derecha por la oreja tras lamérsela. El gato era muy dado a las travesuras… y los viajes en barco eran muy largos.
Posponiendo su venganza para más adelante, el mink avanzó junto al resto de sus compañeros a través del espeso bosque. Gracias al tamaño de Gretta, el avance era relativamente sencillo. Si el grupo se topaba con algo lo suficiente espeso, grande o simplemente intransitable, ella se lo llevaba por delante con esa elegancia que la caracterizaba. No había nada que pudiera pararla y Teruyoshi solo podía quedarse embelesado viéndola hacer. Toda una mole fantástica.
En el camino se escucharon varios rugidos más, causando que las alimañas que al principio se escondían a nuestro paso acabaran saliendo corriendo despavoridas en dirección contraria a estos, demostrando al mink que claramente la fauna autóctona temía más aquello que fuera que gritaba, que al grupo que avanzaba acompañado de una jabalí de cinco metros. El mink no podía evitar emocionarse ante la perspectiva de dar caza a esa criatura y demostrarle que su reinado había terminado. Había llegado la competencia y era hora de conocerla… pero, en vez de encontrarse con la bestia salvaje que andaban buscando, volvió a aparecer el mono haciendo sus cosas de mono.
- Maldita pesadilla… - pensó exasperado el mink por la interrupción de la búsqueda de la bestia por parte de Goku.
- Esto ya es acoso - dijo en un murmullo cuando vio que este volvía a buscarlo, esta vez con la intención de que lo viera comerse un bicho. El mink se había aburrido de aquellas tonterías de niño, así que decidió tratarlo como tal.
- Mira, simio pelado - contestó Teruyoshi de forma automática en cuanto Goku volvió a insultarlo. - Cómete cualquierrr mierrrda que encuentrrres, me parece bien… pero no tengo que verrrlo - y acto seguido el mink ignoró al mono y avanzó hacia la zona devastada que se encontraba más adelante.
El gato se había cansado de tener una pelea absurda con su nuevo nakama. Era el último en llegar y no quería terminar creando problemas con el resto por peleas estúpidas, así que se limito a ignorarlo como se merecía y se centró en mirar los restos en busca de algún patrón, perdiéndose así el truco del crece pelo que Goku estaba montando.
- ¡Chicos! - llamó a voces a sus compañeros, sin querer regresar con ellos todavía. - ¡Lo que sea va directo a uno de esos picos con pinta de colmillo!¡De que terrrminéis con el cirrrco del mono alcanzadme! - informó antes de echar a andar hacia aquella peculiar montaña, ansioso por descubrir qué era aquello que podía causar tal desastre con solo su paso. Desde luego mucho más interesante que ver a un mono pelado comerse un bicho seguro que era.
- Tiempo al tiempo… - pensó el mink mientras pasaba inconscientemente el dorso de su zarpa derecha por la oreja tras lamérsela. El gato era muy dado a las travesuras… y los viajes en barco eran muy largos.
Posponiendo su venganza para más adelante, el mink avanzó junto al resto de sus compañeros a través del espeso bosque. Gracias al tamaño de Gretta, el avance era relativamente sencillo. Si el grupo se topaba con algo lo suficiente espeso, grande o simplemente intransitable, ella se lo llevaba por delante con esa elegancia que la caracterizaba. No había nada que pudiera pararla y Teruyoshi solo podía quedarse embelesado viéndola hacer. Toda una mole fantástica.
En el camino se escucharon varios rugidos más, causando que las alimañas que al principio se escondían a nuestro paso acabaran saliendo corriendo despavoridas en dirección contraria a estos, demostrando al mink que claramente la fauna autóctona temía más aquello que fuera que gritaba, que al grupo que avanzaba acompañado de una jabalí de cinco metros. El mink no podía evitar emocionarse ante la perspectiva de dar caza a esa criatura y demostrarle que su reinado había terminado. Había llegado la competencia y era hora de conocerla… pero, en vez de encontrarse con la bestia salvaje que andaban buscando, volvió a aparecer el mono haciendo sus cosas de mono.
- Maldita pesadilla… - pensó exasperado el mink por la interrupción de la búsqueda de la bestia por parte de Goku.
- Esto ya es acoso - dijo en un murmullo cuando vio que este volvía a buscarlo, esta vez con la intención de que lo viera comerse un bicho. El mink se había aburrido de aquellas tonterías de niño, así que decidió tratarlo como tal.
- Mira, simio pelado - contestó Teruyoshi de forma automática en cuanto Goku volvió a insultarlo. - Cómete cualquierrr mierrrda que encuentrrres, me parece bien… pero no tengo que verrrlo - y acto seguido el mink ignoró al mono y avanzó hacia la zona devastada que se encontraba más adelante.
El gato se había cansado de tener una pelea absurda con su nuevo nakama. Era el último en llegar y no quería terminar creando problemas con el resto por peleas estúpidas, así que se limito a ignorarlo como se merecía y se centró en mirar los restos en busca de algún patrón, perdiéndose así el truco del crece pelo que Goku estaba montando.
- ¡Chicos! - llamó a voces a sus compañeros, sin querer regresar con ellos todavía. - ¡Lo que sea va directo a uno de esos picos con pinta de colmillo!¡De que terrrminéis con el cirrrco del mono alcanzadme! - informó antes de echar a andar hacia aquella peculiar montaña, ansioso por descubrir qué era aquello que podía causar tal desastre con solo su paso. Desde luego mucho más interesante que ver a un mono pelado comerse un bicho seguro que era.