Juuken
Juuken
13-11-2024, 10:16 PM
Teruyoshi se nos acercó con un brebaje que había preparado él mismo. Lo cogí por inercia mientras continuaba fijándome. Todos coincidimos en que aquello, ahora que se veía algo más cerca, parecía ser una barca. Lo que no apreciaba todavía era si había algo, o alguien, en su interior. Todos parecían preguntarse exactamente por lo mismo, si había alguien dentro, pero Teruyoshi llegó ofreciéndonos esa bebida. No podía decir que no.
Le pegué un pequeño sorbo y no pude evitar toser. Tenía un sabor un tanto peculiar, con un pequeño ardor que comenzó a recorrer mi garganta hasta el estómago. Qué sensación más maravillosa, me gustaba mucho eso. Tendría que preguntarle qué tenía, pero más adelante, ahora había cosas más importantes que atender. Goku se había acercado a nosotros, tomando otra de esas bebidas. Espera, ¿ese es Goku?
No pude evitar sobresaltarme, no parecía él, era un simple saco de huesos, pero no había duda alguna, esa voz era suya y esa forma de actuar y de moverse, con esa cola huesuda a su espalda. Sin duda alguna era él. Me cogió de susto, era la primera vez que le veía así. Era sorprendente que todavía fuera capaz de sobresaltarme. Debía ser divertido cruzar espadas con él si realmente era capaz de sufrir el dolor para ser despellejado y despojado de todos sus músculos sin llegar a morir o caer inconsciente por el dolor. Realmente esa es una habilidad realmente sorprendente y fascinante. Siempre se solía recuperar comiendo. ¿Pero podrá comer si no tiene estómago para digerir la carne? Esperaba que si.
Se dio a cabo una pequeña conversación un tanto curiosa. Goku llamó a Lance “capitana”. ¿No era esa la forma de referirse a las mujeres? No intervine porque tampoco estaba del todo seguro de eso, estaba seguro de que ellos podrían saberlo bastante mejor, pero igual es una forma de hablar, otra expresión de marineros de allá de donde pudiera provenir Goku. No obstante, la respuesta de Lance me dejó todavía más confundido. ¿Goku no lo tenía claro tampoco? Era todo demasiado confuso como para poder digerirlo de golpe.
De pronto Goku dijo que parecía que había tiburones alrededor de ese trozo de madera flotante. Ahora se veía bastante claro, una persona estaba allí encima, pero estaba inmóvil. A su alrededor unas aletas dorsales se movían en círculos, había bastante movimiento en el mar. Había que hacer algo, esa persona estaba en serios aprietos. Para colmo parecía que no respondía.
Rápidamente corrí hacia la zona de proa para estar más próximo a esa embarcación, me fijé bien, una persona cuyos cabellos resaltaban con un fulgor rojizo estaba allí postrada. Su único movimiento era el propio mecer del mar por el oleaje que provocaban esas bestias marinas que acechaban su vida. Había que hacer algo, no podíamos dejar a esa persona ahí. Aunque no sabíamos si estaba con vida.
-¡EH, EL DE LA BARCA! -Comencé a gritar intentando que espabilase a mi voz y pudiera hacer algo por llegar hasta nosotros.- ¡DESPIERTA, MUÉVETE!
En otras condiciones me habría lanzado directamente a ayudarle, pero si me arrojaba al mar, tan solo sería un blanco fácil y un cebo perfecto para esos tiburones. En el mar era completamente incapaz de hacer nada, cuando me sumergía, todas las fuerzas abandonaban mi cuerpo, era como volver a experimentar los efectos secundarios de algunos de aquellos terribles pinchazos. Pero ahora no era el momento de sumirse en el pasado. Había una persona en serios aprietos, y nuestra ayuda podría ser su única vía de supervivencia posible.
Me subí a la barandilla del barco, en una posición algo peligrosa, pero por suerte ya estaba acostumbrado al vaivén de las olas y el mecer del mar, por lo que no tendría ningún tipo de problema en mantener el equilibrio. Desenfundé dos de mis armas, una de ellas se trataba de aquella que había conseguido en el dichoso laberinto subterráneo, un arma que resultaba bastante útil, a decir verdad, tenía más rango que las otras que solía utilizar. La otra era una de esas habituales. Las aferré con firmeza preparado para lanzar un ataque, pero tenía miedo de darle a la persona naufragada.
De pronto algo por el rabillo del ojo me hizo girar la cabeza, por un momento pensé que era un nuevo enemigo o algo más que entraba en escena. Un esqueleto iba corriendo sobre la superficie del agua. ¿Goku? ¿Desde cuando era capaz de hacer algo así? Tenía entendido que le pasaba igual que a mí al entrar en contacto con el agua, como a todo usuario de una de esas habilidades del demonio. Era increíble ver cómo iba corriendo a una gran velocidad por el mar hacia aquella balsa destartalada, a la cual estaba empezando a entrarle ya demasiada agua, estaría al borde del colapso.
No pude evitar sonreir al ver cómo ese saco de huesos tiraba a coger a esa persona. Esperaba entonces que estuviera realmente inconsciente, si no se le saldria el corazón del pecho al ver un esqueleto sujetándole. Así había leído una vez que representaban algunas culturas la muerte, aunque le faltaba una capa negra cubriendo los huesos.
-¡Bien Goku! -Exclamé bien alto al ver que le cogía y comenzaba a alejarse- ¡Yo te cubro!
Al momento que vi a Goku comenzar a alejarse de la barca semi-hundida lancé mi ataque que llegaría a espaldas del mono esquelético, solamente para cubrir su retirada y que pudiera llegar a salvo al barco con esa persona rescatada. Realicé un movimiento con las dos armas en dirección al mar, hacia la estela de Goku, para que el ataque impactase contra todo aquello que le siguiese. Una onda movida por presión salió dirigida hacia la ubicación en cuestión desde sendos filos de las armas.
Le pegué un pequeño sorbo y no pude evitar toser. Tenía un sabor un tanto peculiar, con un pequeño ardor que comenzó a recorrer mi garganta hasta el estómago. Qué sensación más maravillosa, me gustaba mucho eso. Tendría que preguntarle qué tenía, pero más adelante, ahora había cosas más importantes que atender. Goku se había acercado a nosotros, tomando otra de esas bebidas. Espera, ¿ese es Goku?
No pude evitar sobresaltarme, no parecía él, era un simple saco de huesos, pero no había duda alguna, esa voz era suya y esa forma de actuar y de moverse, con esa cola huesuda a su espalda. Sin duda alguna era él. Me cogió de susto, era la primera vez que le veía así. Era sorprendente que todavía fuera capaz de sobresaltarme. Debía ser divertido cruzar espadas con él si realmente era capaz de sufrir el dolor para ser despellejado y despojado de todos sus músculos sin llegar a morir o caer inconsciente por el dolor. Realmente esa es una habilidad realmente sorprendente y fascinante. Siempre se solía recuperar comiendo. ¿Pero podrá comer si no tiene estómago para digerir la carne? Esperaba que si.
Se dio a cabo una pequeña conversación un tanto curiosa. Goku llamó a Lance “capitana”. ¿No era esa la forma de referirse a las mujeres? No intervine porque tampoco estaba del todo seguro de eso, estaba seguro de que ellos podrían saberlo bastante mejor, pero igual es una forma de hablar, otra expresión de marineros de allá de donde pudiera provenir Goku. No obstante, la respuesta de Lance me dejó todavía más confundido. ¿Goku no lo tenía claro tampoco? Era todo demasiado confuso como para poder digerirlo de golpe.
De pronto Goku dijo que parecía que había tiburones alrededor de ese trozo de madera flotante. Ahora se veía bastante claro, una persona estaba allí encima, pero estaba inmóvil. A su alrededor unas aletas dorsales se movían en círculos, había bastante movimiento en el mar. Había que hacer algo, esa persona estaba en serios aprietos. Para colmo parecía que no respondía.
Rápidamente corrí hacia la zona de proa para estar más próximo a esa embarcación, me fijé bien, una persona cuyos cabellos resaltaban con un fulgor rojizo estaba allí postrada. Su único movimiento era el propio mecer del mar por el oleaje que provocaban esas bestias marinas que acechaban su vida. Había que hacer algo, no podíamos dejar a esa persona ahí. Aunque no sabíamos si estaba con vida.
-¡EH, EL DE LA BARCA! -Comencé a gritar intentando que espabilase a mi voz y pudiera hacer algo por llegar hasta nosotros.- ¡DESPIERTA, MUÉVETE!
En otras condiciones me habría lanzado directamente a ayudarle, pero si me arrojaba al mar, tan solo sería un blanco fácil y un cebo perfecto para esos tiburones. En el mar era completamente incapaz de hacer nada, cuando me sumergía, todas las fuerzas abandonaban mi cuerpo, era como volver a experimentar los efectos secundarios de algunos de aquellos terribles pinchazos. Pero ahora no era el momento de sumirse en el pasado. Había una persona en serios aprietos, y nuestra ayuda podría ser su única vía de supervivencia posible.
Me subí a la barandilla del barco, en una posición algo peligrosa, pero por suerte ya estaba acostumbrado al vaivén de las olas y el mecer del mar, por lo que no tendría ningún tipo de problema en mantener el equilibrio. Desenfundé dos de mis armas, una de ellas se trataba de aquella que había conseguido en el dichoso laberinto subterráneo, un arma que resultaba bastante útil, a decir verdad, tenía más rango que las otras que solía utilizar. La otra era una de esas habituales. Las aferré con firmeza preparado para lanzar un ataque, pero tenía miedo de darle a la persona naufragada.
De pronto algo por el rabillo del ojo me hizo girar la cabeza, por un momento pensé que era un nuevo enemigo o algo más que entraba en escena. Un esqueleto iba corriendo sobre la superficie del agua. ¿Goku? ¿Desde cuando era capaz de hacer algo así? Tenía entendido que le pasaba igual que a mí al entrar en contacto con el agua, como a todo usuario de una de esas habilidades del demonio. Era increíble ver cómo iba corriendo a una gran velocidad por el mar hacia aquella balsa destartalada, a la cual estaba empezando a entrarle ya demasiada agua, estaría al borde del colapso.
No pude evitar sonreir al ver cómo ese saco de huesos tiraba a coger a esa persona. Esperaba entonces que estuviera realmente inconsciente, si no se le saldria el corazón del pecho al ver un esqueleto sujetándole. Así había leído una vez que representaban algunas culturas la muerte, aunque le faltaba una capa negra cubriendo los huesos.
-¡Bien Goku! -Exclamé bien alto al ver que le cogía y comenzaba a alejarse- ¡Yo te cubro!
Al momento que vi a Goku comenzar a alejarse de la barca semi-hundida lancé mi ataque que llegaría a espaldas del mono esquelético, solamente para cubrir su retirada y que pudiera llegar a salvo al barco con esa persona rescatada. Realicé un movimiento con las dos armas en dirección al mar, hacia la estela de Goku, para que el ataque impactase contra todo aquello que le siguiese. Una onda movida por presión salió dirigida hacia la ubicación en cuestión desde sendos filos de las armas.