Teruyoshi
Teru
14-11-2024, 04:58 AM
Los nakamas del gato aceptaron la bebida con agrado, a pesar de que su atención se centraba en la pequeña embarcación. El mink iba a hacer algún comentario al respecto cuando entró el mono arrasando con cualquier ápice de normalidad que quedase en lo que estaba pasando. Cómo no.
- ¿¡Pero qué cojones!? - se sorprendió el mink al ver la mano esquelética de Goku agarrando un vaso como si nada.
Teruyoshi había oído hablar de los poderes raros que tenían la gran mayoría de la banda, pero nadie le había avisado que el estúpido mono, además de que le creciera el pelo cada vez que comía carne, podía transformarse en un esqueleto parlante. El mink estaba tan sorprendido por la situación que ni siquiera escuchó lo que dijo. Su atención estaba en el resto de sus nakamas, esperando alguna reacción por su parte al verlo de aquella manera… pero nada de nada.
Allí estaba Lance hablando con él, explicándole que era un hombre y no una mujer, en una conversación de lo más surrealista, si es que la situación podía serlo más, cómo si tomase café cada mañana con un esqueleto mientras leía el periódico. Juuken, por su parte, sí que pareció algo más sorprendido, sin embargo, su única reacción fue mirarlo con un leve gesto de sorpresa antes de marcharse corriendo a gritarle algo a quien estuviera en el bote... y luego estaba Goku, en modo esqueleto, que después de dejar todo el suelo pingando con la bebida que el gato había preparado tras beberla en aquel estado cadavérico, se lanzó al mar y se puso a correr sobre el agua como si nada.
- ¿¡De verrrdad esa cosa es Goku!? - preguntó a su capitán finalmente mientras el mono alcanzaba el pequeño navío en el que parecía viajar alguien. - Norrrmal que no le guste mi comida… si es que no tiene que tenerrr paladarrr - dijo ya más para sí que para Lance.
El mono volaba ya de vuelta, lanzando ondas eléctricas, en un nuevo alarde de habilidades raras, a un grupo de tiburones que rondaba la zona al mismo tiempo que cargaba con lo que parecía una joven desmayada al hombro. Teruyoshi en aquel momento no entendía demasiadas cosas, por lo que simplemente se limitó a apartarse mientras Juuken volvía como un loco y se ponía a lanzar ondas cortantes hacia el mar en un intento de hacer sushi instantáneo.
- Están todos locos… pero me encanta - pensó el mink con satisfacción, dándose cuenta que allí nunca desentonaría. El grupo era tan peculiar que ahora entendía por qué Lance no le parecía tan mal como el resto de los humanos. - ¿Será en realidad un bicho raro como el resto con una piel falsa? - se preguntó el mink mientras miraba intensamente a su capitán. En ese momento, el gato tenía unas ganas locas de tirar de la piel para ver si se le despegaba. Quizás también era un esqueleto que se transformaba en animal, pero por suerte para la piel de su níveo capitán, llegó Goku con lo que parecía ser una jovencita.
- Capi, lo mejorrr será que al prrrimero que vea sea a ti - dijo al fin tras recuperar el habla. - Como vea a ese mono estúpido hecho huesos, quizás se va para el otrrro barrrio según despierrrte - advirtió el mink. No quería imaginarse la impresión que podía ser despertarse y toparse con aquel rostro cadavérico mirándote fijamente… pensamiento que hizo que Teruyoshi decidiera dormir con la puerta de su camarote cerrada a cal y canto de ahora en adelante. - Mientrrras la desperrrtáis, voy a la cocina a porrr algo de comerrr. Tiene pinta de llevarrr tiempo perrrdida y le vendrrrá bien rrrecuperarrr enerrrgías - dijo antes de echar a correr hacia las cocinas.
El mink buscaría lo que hubiese sobrado de la comida anterior y volvería a cubierta para proporcionarle a la joven un poco de sustento para el cuerpo… No fuese a quedarse en los huesos.
- ¿¡Pero qué cojones!? - se sorprendió el mink al ver la mano esquelética de Goku agarrando un vaso como si nada.
Teruyoshi había oído hablar de los poderes raros que tenían la gran mayoría de la banda, pero nadie le había avisado que el estúpido mono, además de que le creciera el pelo cada vez que comía carne, podía transformarse en un esqueleto parlante. El mink estaba tan sorprendido por la situación que ni siquiera escuchó lo que dijo. Su atención estaba en el resto de sus nakamas, esperando alguna reacción por su parte al verlo de aquella manera… pero nada de nada.
Allí estaba Lance hablando con él, explicándole que era un hombre y no una mujer, en una conversación de lo más surrealista, si es que la situación podía serlo más, cómo si tomase café cada mañana con un esqueleto mientras leía el periódico. Juuken, por su parte, sí que pareció algo más sorprendido, sin embargo, su única reacción fue mirarlo con un leve gesto de sorpresa antes de marcharse corriendo a gritarle algo a quien estuviera en el bote... y luego estaba Goku, en modo esqueleto, que después de dejar todo el suelo pingando con la bebida que el gato había preparado tras beberla en aquel estado cadavérico, se lanzó al mar y se puso a correr sobre el agua como si nada.
- ¿¡De verrrdad esa cosa es Goku!? - preguntó a su capitán finalmente mientras el mono alcanzaba el pequeño navío en el que parecía viajar alguien. - Norrrmal que no le guste mi comida… si es que no tiene que tenerrr paladarrr - dijo ya más para sí que para Lance.
El mono volaba ya de vuelta, lanzando ondas eléctricas, en un nuevo alarde de habilidades raras, a un grupo de tiburones que rondaba la zona al mismo tiempo que cargaba con lo que parecía una joven desmayada al hombro. Teruyoshi en aquel momento no entendía demasiadas cosas, por lo que simplemente se limitó a apartarse mientras Juuken volvía como un loco y se ponía a lanzar ondas cortantes hacia el mar en un intento de hacer sushi instantáneo.
- Están todos locos… pero me encanta - pensó el mink con satisfacción, dándose cuenta que allí nunca desentonaría. El grupo era tan peculiar que ahora entendía por qué Lance no le parecía tan mal como el resto de los humanos. - ¿Será en realidad un bicho raro como el resto con una piel falsa? - se preguntó el mink mientras miraba intensamente a su capitán. En ese momento, el gato tenía unas ganas locas de tirar de la piel para ver si se le despegaba. Quizás también era un esqueleto que se transformaba en animal, pero por suerte para la piel de su níveo capitán, llegó Goku con lo que parecía ser una jovencita.
- Capi, lo mejorrr será que al prrrimero que vea sea a ti - dijo al fin tras recuperar el habla. - Como vea a ese mono estúpido hecho huesos, quizás se va para el otrrro barrrio según despierrrte - advirtió el mink. No quería imaginarse la impresión que podía ser despertarse y toparse con aquel rostro cadavérico mirándote fijamente… pensamiento que hizo que Teruyoshi decidiera dormir con la puerta de su camarote cerrada a cal y canto de ahora en adelante. - Mientrrras la desperrrtáis, voy a la cocina a porrr algo de comerrr. Tiene pinta de llevarrr tiempo perrrdida y le vendrrrá bien rrrecuperarrr enerrrgías - dijo antes de echar a correr hacia las cocinas.
El mink buscaría lo que hubiese sobrado de la comida anterior y volvería a cubierta para proporcionarle a la joven un poco de sustento para el cuerpo… No fuese a quedarse en los huesos.