Hunter D. Alpha
Kurogami no Alpha
14-11-2024, 02:55 PM
-¿Esto es todo?- Preguntabas a un sujeto cualquiera que te buscaba problemas. Pero eso sí, lo tenías sujeto de la camisa a una gran altura mientras se dibujaba una gran decepción en tu rostro. No estaba solo, el resto de sus compañeros yacían en el suelo. Noqueados. Todos y cada uno de ellos habían cometido el error de venir a buscar problemas contigo. Aunque en esta oportunidad no los has atravesado con tu lanza. Simplemente utilizaste esta para realizar golpes lo suficientemente fuertes como para dejarlos fuera de combate. No valía la pena gastar el filo de tu arma en algo a lo que no podrías reclamar un trofeo. Además, tu compañera plumífera mira a los sujetos en el suelo con cierta expresión de desprecio. Bueno… ¿Qué podemos esperar de la fiel y confiable Suzaku? La compañera perfecta para ti, según tú. Sin importar cómo lo vean o lo muy ridículo que suene, que un pequeño humano vaya montado en un súper pato tiene su gracia.
Pero que sea gracioso no quiere decir que no se le tenga que tomar en serio.
Pasado un rato. Te encuentras cabalgando a la plumífera mientras te dispones a buscar un lugar donde poder tomar café tranquilamente. Sinceramente lo anterior te había dejado un sabor amargo. No tenías mucho que pensar en ese momento y tampoco ahora. Solo se trataba de un grupo de ladrones que creían tener la suerte de poder robar a un joven indefenso. Bueno, esa es una de las tantas consecuencias que tiene ser pequeño y guapo. Creen que eres frágil y fácil. Aunque por otro lado, ser subestimado tiene su aporte positivo. Así que digamos que tiene su pro y su contra.
Pero ahora, no es momento de pensar esas cosas, pequeñín. Debes ir a por café.
La mascota del pirata. Recuerdas este lugar. La última vez que estuviste aquí, un grupito de piratas intentaron pasarse de listos contigo y resultaron ser otro más del montón. Aunque aquello fue muy diferente a lo que ocurrió hace rato. En esa oportunidad, se había tomado el atrevimiento de interrumpir tu momento de comer. Y bueno… eso nunca es una buena idea. Aún eras novatillo pirata con poca fama. Pero… los rumores en Kilombo comienzan a aumentar poco a poco sobre ti, Alpha. Ahora de vez en cuando puedes escuchar como en los bares y calle se habla… de un joven pirata de cabello negro y largo portando una lanza que ha destrozado a otros piratas. Muy curiosa tu fama. Aunque pasar de ser algo positivo resulta ser algo más negativo. El porqué de eso… resulta ser algo simple.
Por qué siempre los terminas masacrando.
Dejas a la plumífera afuera y entra. Algunos de los presentes te miran y ponen cara de susto. Pueden que recuerden de aquella vez. Tú miras alrededor curioso y en búsqueda de una mesa. Curiosamente, una que estaba al lado de un marine estaba vacía. Tú con total calma, tomaste asiento en esta mientras esperabas al camarero llegar.
-Tiempo sin vernos.- Le dices sonriente y mostrando una total amabilidad. Él hizo una mueca y niega un poco entre risas. – Vamos… pague por todo la última vez. Solo ponme un café y el especial de la casa. – El camarero solo da un suspiro y anota lo tuyo luego de atender al marine de al lado. Tú luego miras por la puerta. Suzaku no parecía estar alerta. Así que bueno… todo bien.
Por ahora…
Pero que sea gracioso no quiere decir que no se le tenga que tomar en serio.
Pasado un rato. Te encuentras cabalgando a la plumífera mientras te dispones a buscar un lugar donde poder tomar café tranquilamente. Sinceramente lo anterior te había dejado un sabor amargo. No tenías mucho que pensar en ese momento y tampoco ahora. Solo se trataba de un grupo de ladrones que creían tener la suerte de poder robar a un joven indefenso. Bueno, esa es una de las tantas consecuencias que tiene ser pequeño y guapo. Creen que eres frágil y fácil. Aunque por otro lado, ser subestimado tiene su aporte positivo. Así que digamos que tiene su pro y su contra.
Pero ahora, no es momento de pensar esas cosas, pequeñín. Debes ir a por café.
La mascota del pirata. Recuerdas este lugar. La última vez que estuviste aquí, un grupito de piratas intentaron pasarse de listos contigo y resultaron ser otro más del montón. Aunque aquello fue muy diferente a lo que ocurrió hace rato. En esa oportunidad, se había tomado el atrevimiento de interrumpir tu momento de comer. Y bueno… eso nunca es una buena idea. Aún eras novatillo pirata con poca fama. Pero… los rumores en Kilombo comienzan a aumentar poco a poco sobre ti, Alpha. Ahora de vez en cuando puedes escuchar como en los bares y calle se habla… de un joven pirata de cabello negro y largo portando una lanza que ha destrozado a otros piratas. Muy curiosa tu fama. Aunque pasar de ser algo positivo resulta ser algo más negativo. El porqué de eso… resulta ser algo simple.
Por qué siempre los terminas masacrando.
Dejas a la plumífera afuera y entra. Algunos de los presentes te miran y ponen cara de susto. Pueden que recuerden de aquella vez. Tú miras alrededor curioso y en búsqueda de una mesa. Curiosamente, una que estaba al lado de un marine estaba vacía. Tú con total calma, tomaste asiento en esta mientras esperabas al camarero llegar.
-Tiempo sin vernos.- Le dices sonriente y mostrando una total amabilidad. Él hizo una mueca y niega un poco entre risas. – Vamos… pague por todo la última vez. Solo ponme un café y el especial de la casa. – El camarero solo da un suspiro y anota lo tuyo luego de atender al marine de al lado. Tú luego miras por la puerta. Suzaku no parecía estar alerta. Así que bueno… todo bien.
Por ahora…