Octojin
El terror blanco
14-11-2024, 07:52 PM
Grupo de Logística
Masao, Galhard y el resto del equipo lográis finalizar el traslado de los materiales al astillero tras varias horas de duro esfuerzo. A pesar de los baches en el camino, los remolques llegan al destino sin problemas, y los carpinteros os reciben con palabras de agradecimiento, dándose cuenta de que, sin esa puntual entrega, no habrían podido avanzar con la reconstrucción. Sois unos hérores, que no se os olvide eh. Uno de los carpinteros sonríe al ver el esfuerzo del grupo y les ofrece unos refrescos y algún que otro bocadillo. Parece que son los que han sobrado, así que quizá los sabores no sean los mejores, pero oye, seguro que no les hacéis ascos.
—¡Buen trabajo, muchachos! ¡Tomad, os lo habéis ganado! —dice el carpintero mientras reparte las bebidas entre todos. Son refrescos con bastante azúcar y bebidas isotónicas que os vendrán bien después de tanto ejercicio.
Bajo la sombra de una lona improvisada, tenéis unos minutos para descansar y relajaros. El ambiente está tranquilo y los trabajadores ríen y charlan entre sí, aliviados de que el trabajo vaya en buen ritmo.
No pasa mucho tiempo antes de que uno de los organizadores se acerque.
—Aprovechad el descanso, os lo merecéis. Eso sí, cuando terminéis, os agradeceríamos que volváis al almacén. La idea es que organicéis los materiales para que el próximo traslado sea más fácil.
Que conste que yo os dejaría descansar mucho más tiempo. Pero este tipo no. De regreso al almacén, encontráis el mismo desorden que al principio. Las maderas de distintos tipos (roble, pino y abeto) están mezcladas, las herramientas de carpintería están dispersas y los sacos de cemento ocupan espacios entre tablones y bidones de agua. También hay alguno que otro roto que no sabéis si se podría reutilizar. Quizá los podáis echar en algún recipiente de los que hay al fondo de la nave. Además, encontráis cajas llenas de clavos, tornillos y piezas pequeñas esenciales para el ensamblaje de la estructura del astillero, todas mezcladas y algunas incluso oxidadas. Si observáis un rincón donde se apilan algunos rollos de cuerda y, al fondo, más bidones de agua, podréis ver que el desorden es general.
Bueno, aquí os toca a vosotros aplicar la lógica. Masao, te han hecho líder por tu forma de actuar, así que decide. ¿Cómo quieres organizar todo? Quizá te des cuenta de que este esfuerzo que os piden a nivel organizativo será fundamental para que los próximos traslados sean mucho más rápidos y eficientes.
Grupo de Limpieza
Alexandra, buen trabajo. Te lo digo yo ya que tus compañeros no lo harán.
Intentas mantener el ánimo del equipo, pero las quejas continúan, especialmente en relación a la falta de EPIs. Algunos se resisten, pero poco a poco, tus palabras parecen surtir efecto. Cuatro tipos fornidos, inspirados por tu actitud, se ofrecen para encargarse de los elementos más pesados y peligrosos. Al verlos trabajar te preguntas por qué no se han ofrecido antes a hacer ese tipo de trabajo. Cargan la madera con una facilidad pasmosa. Solo tardan un poco al principio porque se fijan en que no haya ningún clavo o astilla que clavarse. Creo que no es sostenible seguir trabajando así, yo que tú haría algo.
A pesar de ello, la moral del grupo sigue siendo baja, y al mirar hacia un lado, observas que dos de las chicas han dejado de limpiar y se han puesto a charlar entre ellas, distrayendo a los demás y ralentizando el progreso. Joder, esto parece un meme, de verdad. Yo que tú intentaría actuar, a ver qué palabras eliges para que no se lo tomen a mal.
De todos modos, te das cuenta de que la falta de EPIs está desmotivando a los demás. Si ya de por si el trabajo de limpieza no es el más agradecido del mundo, se suma la lentitud de ir mirando el no hacerse daño con todos los peligros que os rodean; clavos oxidados, astillas, etc. Hay un organizador que pasa cada poco a supervisar. Quizá si hablas con él...
Grupo de Seguridad
El tipo te escucha atentamente y no deja de asentir todo el rato a tus palabras, parece una especie de tic, porque tampoco parece necesario que lo haga. Al parecer, los robos llevan ocurriendo al menos una semana, y lo más extraño es que nadie ha notado nada hasta ahora. El trabajador menciona que una ventana rota podría haber sido la entrada para el ladrón, aunque resulta curioso que nadie haya escuchado el ruido de cristales rotos. Antes de que llegaseis había un guardia por zona, sin embargo ahora sois alguno más.
Respecto al tema del inventario, te cede unos papeles. Podrás ver que ha sido rigurosamente hecho cada dos días. Aunque hace ocho que no se actualiza. El tipo que lo hacía cayó enfermo y está en su casa y, oh, sorpresa, nadie cayó en que su función fuese importante y no le han sustituido. Aquí hay que ponerse estrictos, compañero Lovecraft. De lo contrario... Se irá todo al garete.
Aprovecha que estás al lado de uno de los organizadores para pedir lo que quieras. Parece bastante receptivo a ayudarte, y sientes que quizá se ha dado cuenta que no hacer inventario ha sido una cagada. Así que vente arriba con las peticiones, como nosotros a la hora de crear técnicas. Que sean ellos los que te digan que no.
Si decides moverte en busca de pistas, descubres huellas de barro cerca de la ventana rota y algunas marcas en el suelo que parecen indicar que alguien ha arrastrado cajas. La ventana está alta, a unos cinco metros de altura, quizá seis. La cosa es que no hay signos de haber puesto una escalera, o al menos el barro no lo detalla. Pinta raro la verdad. Aunque el misterio aún no está resuelto, la situación empieza a clarificarse y tienes un punto de partida para continuar con la investigación. ¿Cómo nadie se ha fijado en esto?
Grupo de Demolición
Anko, tras asestar un potente golpe con el martillo, observas con satisfacción cómo una de las vigas finalmente cede y cae al suelo con un gran estruendo. Sin embargo, al mirar alrededor, te das cuenta de que algo no va bien: un carpintero que estaba descansando comiéndose un gran bocata a unos metros de distancia ahora está tendido en el suelo, sangrando por la cabeza.
Yo que tú me acercaría a ver cómo está. Si lo haces, observas que algo parece haberle impactado en la cabeza, y al inspeccionar el área, notas que un trozo de la viga se ha partido al caer, y es probable que una astilla haya salido disparada hacia él. El carpintero está inconsciente y pierde mucha sangre; la situación es crítica y necesitas ayuda de inmediato.
La tensión en el ambiente es palpable, y algunos de tus compañeros se acercan con preocupación, pero nadie hace nada. Es tu momento para decidir qué hacer. Creo que ha sido un error no establecer un perímetro de seguridad. Pero de los errores se aprende, ¿no? Aunque se lleven vidas por delante. Bueno, es pronto para decir eso, pero... ¿Tú ves esa sangre? Yo creo que ese tipo está llamando a San Pedro ya.
Muy buen trabajo chicos, estoy pensando en contrataros para una reformilla que tengo aquí en casa. Cada grupo avanza en sus tareas, enfrentándose a contratiempos, pero manteniendo el objetivo en mente de ayudar y colaborar con esta isla. Con cada esfuerzo conjunto, la reconstrucción del astillero se convierte en una labor de colaboración, perseverancia y aprendizaje.
Masao, Galhard y el resto del equipo lográis finalizar el traslado de los materiales al astillero tras varias horas de duro esfuerzo. A pesar de los baches en el camino, los remolques llegan al destino sin problemas, y los carpinteros os reciben con palabras de agradecimiento, dándose cuenta de que, sin esa puntual entrega, no habrían podido avanzar con la reconstrucción. Sois unos hérores, que no se os olvide eh. Uno de los carpinteros sonríe al ver el esfuerzo del grupo y les ofrece unos refrescos y algún que otro bocadillo. Parece que son los que han sobrado, así que quizá los sabores no sean los mejores, pero oye, seguro que no les hacéis ascos.
—¡Buen trabajo, muchachos! ¡Tomad, os lo habéis ganado! —dice el carpintero mientras reparte las bebidas entre todos. Son refrescos con bastante azúcar y bebidas isotónicas que os vendrán bien después de tanto ejercicio.
Bajo la sombra de una lona improvisada, tenéis unos minutos para descansar y relajaros. El ambiente está tranquilo y los trabajadores ríen y charlan entre sí, aliviados de que el trabajo vaya en buen ritmo.
No pasa mucho tiempo antes de que uno de los organizadores se acerque.
—Aprovechad el descanso, os lo merecéis. Eso sí, cuando terminéis, os agradeceríamos que volváis al almacén. La idea es que organicéis los materiales para que el próximo traslado sea más fácil.
Que conste que yo os dejaría descansar mucho más tiempo. Pero este tipo no. De regreso al almacén, encontráis el mismo desorden que al principio. Las maderas de distintos tipos (roble, pino y abeto) están mezcladas, las herramientas de carpintería están dispersas y los sacos de cemento ocupan espacios entre tablones y bidones de agua. También hay alguno que otro roto que no sabéis si se podría reutilizar. Quizá los podáis echar en algún recipiente de los que hay al fondo de la nave. Además, encontráis cajas llenas de clavos, tornillos y piezas pequeñas esenciales para el ensamblaje de la estructura del astillero, todas mezcladas y algunas incluso oxidadas. Si observáis un rincón donde se apilan algunos rollos de cuerda y, al fondo, más bidones de agua, podréis ver que el desorden es general.
Bueno, aquí os toca a vosotros aplicar la lógica. Masao, te han hecho líder por tu forma de actuar, así que decide. ¿Cómo quieres organizar todo? Quizá te des cuenta de que este esfuerzo que os piden a nivel organizativo será fundamental para que los próximos traslados sean mucho más rápidos y eficientes.
Grupo de Limpieza
Alexandra, buen trabajo. Te lo digo yo ya que tus compañeros no lo harán.
Intentas mantener el ánimo del equipo, pero las quejas continúan, especialmente en relación a la falta de EPIs. Algunos se resisten, pero poco a poco, tus palabras parecen surtir efecto. Cuatro tipos fornidos, inspirados por tu actitud, se ofrecen para encargarse de los elementos más pesados y peligrosos. Al verlos trabajar te preguntas por qué no se han ofrecido antes a hacer ese tipo de trabajo. Cargan la madera con una facilidad pasmosa. Solo tardan un poco al principio porque se fijan en que no haya ningún clavo o astilla que clavarse. Creo que no es sostenible seguir trabajando así, yo que tú haría algo.
A pesar de ello, la moral del grupo sigue siendo baja, y al mirar hacia un lado, observas que dos de las chicas han dejado de limpiar y se han puesto a charlar entre ellas, distrayendo a los demás y ralentizando el progreso. Joder, esto parece un meme, de verdad. Yo que tú intentaría actuar, a ver qué palabras eliges para que no se lo tomen a mal.
De todos modos, te das cuenta de que la falta de EPIs está desmotivando a los demás. Si ya de por si el trabajo de limpieza no es el más agradecido del mundo, se suma la lentitud de ir mirando el no hacerse daño con todos los peligros que os rodean; clavos oxidados, astillas, etc. Hay un organizador que pasa cada poco a supervisar. Quizá si hablas con él...
Grupo de Seguridad
El tipo te escucha atentamente y no deja de asentir todo el rato a tus palabras, parece una especie de tic, porque tampoco parece necesario que lo haga. Al parecer, los robos llevan ocurriendo al menos una semana, y lo más extraño es que nadie ha notado nada hasta ahora. El trabajador menciona que una ventana rota podría haber sido la entrada para el ladrón, aunque resulta curioso que nadie haya escuchado el ruido de cristales rotos. Antes de que llegaseis había un guardia por zona, sin embargo ahora sois alguno más.
Respecto al tema del inventario, te cede unos papeles. Podrás ver que ha sido rigurosamente hecho cada dos días. Aunque hace ocho que no se actualiza. El tipo que lo hacía cayó enfermo y está en su casa y, oh, sorpresa, nadie cayó en que su función fuese importante y no le han sustituido. Aquí hay que ponerse estrictos, compañero Lovecraft. De lo contrario... Se irá todo al garete.
Aprovecha que estás al lado de uno de los organizadores para pedir lo que quieras. Parece bastante receptivo a ayudarte, y sientes que quizá se ha dado cuenta que no hacer inventario ha sido una cagada. Así que vente arriba con las peticiones, como nosotros a la hora de crear técnicas. Que sean ellos los que te digan que no.
Si decides moverte en busca de pistas, descubres huellas de barro cerca de la ventana rota y algunas marcas en el suelo que parecen indicar que alguien ha arrastrado cajas. La ventana está alta, a unos cinco metros de altura, quizá seis. La cosa es que no hay signos de haber puesto una escalera, o al menos el barro no lo detalla. Pinta raro la verdad. Aunque el misterio aún no está resuelto, la situación empieza a clarificarse y tienes un punto de partida para continuar con la investigación. ¿Cómo nadie se ha fijado en esto?
Grupo de Demolición
Anko, tras asestar un potente golpe con el martillo, observas con satisfacción cómo una de las vigas finalmente cede y cae al suelo con un gran estruendo. Sin embargo, al mirar alrededor, te das cuenta de que algo no va bien: un carpintero que estaba descansando comiéndose un gran bocata a unos metros de distancia ahora está tendido en el suelo, sangrando por la cabeza.
Yo que tú me acercaría a ver cómo está. Si lo haces, observas que algo parece haberle impactado en la cabeza, y al inspeccionar el área, notas que un trozo de la viga se ha partido al caer, y es probable que una astilla haya salido disparada hacia él. El carpintero está inconsciente y pierde mucha sangre; la situación es crítica y necesitas ayuda de inmediato.
La tensión en el ambiente es palpable, y algunos de tus compañeros se acercan con preocupación, pero nadie hace nada. Es tu momento para decidir qué hacer. Creo que ha sido un error no establecer un perímetro de seguridad. Pero de los errores se aprende, ¿no? Aunque se lleven vidas por delante. Bueno, es pronto para decir eso, pero... ¿Tú ves esa sangre? Yo creo que ese tipo está llamando a San Pedro ya.
Muy buen trabajo chicos, estoy pensando en contrataros para una reformilla que tengo aquí en casa. Cada grupo avanza en sus tareas, enfrentándose a contratiempos, pero manteniendo el objetivo en mente de ayudar y colaborar con esta isla. Con cada esfuerzo conjunto, la reconstrucción del astillero se convierte en una labor de colaboración, perseverancia y aprendizaje.