Derian Markov
Lord Markov
14-11-2024, 09:03 PM
(Última modificación: 14-11-2024, 09:06 PM por Derian Markov.)
Por desgracia, no hay olores concretos en tu lienzo que puedan corresponderse con los de este lugar. El lienzo huele a humedad, pintura desgastada (deberías ponerlo en un lugar seguro en vez de llevarlo contigo) y tiene un leve y apagado aroma a tabaco. Probablemente estaba en el camarote de alguien a quien le gustaba fumar. Sin embargo, el olor de las especies es un tema diferente. Hay muchos olores en este edificio. Si tuvieras prisa, con esta confusión sensorial de diferentes mercancías, aromas de personas y especias entremezcladas (la mayoría diferentes a la que buscas), no habrías logrado encontrar a tiempo la especia concreta. Pero, dado que tienes tiempo, te lo tomas con calma y vas desatando este nudo de fragancias con tu fino olfato mientras rastreas el origen del olor.
Al cabo de un rato largo y tras perder varias veces la pista, llegas frente a un puesto en una de las esquinas del almacén. En este ves a uno de los vendedores del almacén, un hombre alto y barrigudo con una camisa verde con borde dorados en el cuello, piel morena y pelo largo y oscuro, hablando con una capitana de barco, una mujer rubia de pelo corto. Están estrechándose la mano, parece que acaban de llegar a alguna clase de acuerdo. Tras eso, la mujer hace un gesto a unos marineros cercano y ordena, con voz autoritaria - ¡Atentos, gandules! Empezad a mover veinte de esas cajas al navío - sin embargo, con un gesto calmado, el almacenero la interrumpe - No se preocupe, capitana. El traslado va incluido en el precio. Nuestros trabajadores llevarán la carga al muelle o a la cubierta de su navío, como usted prefiera.
- Está bien. Que sea a la cubierta de mi navío. Muelle siete - responde la mujer.
Mientras la capitana se marcha con sus marineros, el hombre le hace una inclinación respetuosa mientras le desea buena suerte. Tras eso, da varias órdenes a sus asistentes para que empiecen a poner el pedido el marcha, momento que tienes ocasión para echar un vistazo a los sacos de muestra que hay frente al puesto. Parece que este almacenero está vendiendo un surtido de diferentes especias, incluyendo la misma que encontraste en la Quimera. A lo mejor has dado con la persona indicada. Al vendedor no se le escapa tu interés, que se gira hacia ti con una sonrisa encantadora - ¡Bienvenido a mi puesto, caballero! Veo que mis productos han captado su interés. ¿Hay algo en concreto que encaje con sus planes comerciales? ¿O tal vez tenía una orden menor en mente? Tengo aquí especias muy diversas: polvo de corteza blanca de Momobami, anís estrellado de Orange, azafrán de Orange e incluso especias del lejano Grand Line. ¡Huela, vea qué fragantes son!
Cuando te ha señalado el azafrán crees que ha señalado la misma bolsa que tiene la especia que te huele como la del barco. ¿O es la de al lado? Tal vez si fueras cocinero podrías diferenciarlas con más facilidad. Diantres. En cualquier caso, parece que tienes una oportunidad de intentar sacarle información. Depende de ti qué rumbo tomarás o qué método usarás para ello.
Al cabo de un rato largo y tras perder varias veces la pista, llegas frente a un puesto en una de las esquinas del almacén. En este ves a uno de los vendedores del almacén, un hombre alto y barrigudo con una camisa verde con borde dorados en el cuello, piel morena y pelo largo y oscuro, hablando con una capitana de barco, una mujer rubia de pelo corto. Están estrechándose la mano, parece que acaban de llegar a alguna clase de acuerdo. Tras eso, la mujer hace un gesto a unos marineros cercano y ordena, con voz autoritaria - ¡Atentos, gandules! Empezad a mover veinte de esas cajas al navío - sin embargo, con un gesto calmado, el almacenero la interrumpe - No se preocupe, capitana. El traslado va incluido en el precio. Nuestros trabajadores llevarán la carga al muelle o a la cubierta de su navío, como usted prefiera.
- Está bien. Que sea a la cubierta de mi navío. Muelle siete - responde la mujer.
Mientras la capitana se marcha con sus marineros, el hombre le hace una inclinación respetuosa mientras le desea buena suerte. Tras eso, da varias órdenes a sus asistentes para que empiecen a poner el pedido el marcha, momento que tienes ocasión para echar un vistazo a los sacos de muestra que hay frente al puesto. Parece que este almacenero está vendiendo un surtido de diferentes especias, incluyendo la misma que encontraste en la Quimera. A lo mejor has dado con la persona indicada. Al vendedor no se le escapa tu interés, que se gira hacia ti con una sonrisa encantadora - ¡Bienvenido a mi puesto, caballero! Veo que mis productos han captado su interés. ¿Hay algo en concreto que encaje con sus planes comerciales? ¿O tal vez tenía una orden menor en mente? Tengo aquí especias muy diversas: polvo de corteza blanca de Momobami, anís estrellado de Orange, azafrán de Orange e incluso especias del lejano Grand Line. ¡Huela, vea qué fragantes son!
Cuando te ha señalado el azafrán crees que ha señalado la misma bolsa que tiene la especia que te huele como la del barco. ¿O es la de al lado? Tal vez si fueras cocinero podrías diferenciarlas con más facilidad. Diantres. En cualquier caso, parece que tienes una oportunidad de intentar sacarle información. Depende de ti qué rumbo tomarás o qué método usarás para ello.