Dharkel
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14-11-2024, 09:32 PM
Un hilillo de humo salía del cigarro que se posaba en los labios del espadachín. A penas habían pasado unos minutos, pero ya se encontraba más tranquilo, aunque la adrenalina y la rabia continuaban corriendo por sus venas. Acomodó la espada entre él y la pared sobre la que se encontraba apoyado con el fin de hacer la espera más cómoda. La bomba que les acababa de soltar podía no ser fácil de digerir, especialmente para aquellos que vivían engañados por la falta de conocimiento. O peor, aún siendo conocedores de la verdad se negaban a verla para evitar sentirse mal consigo mismo o debido a un orgullo desmesurado. Sabía que tenía que darles algo de tiempo y que sus formas de oponerse a la idea no había sido las correctas. No estaba acostumbrado a disculparse por sus actos, pero la idea de hacer una excepción rondó su evasivamente su mente.
Cuando el cigarro se hubo consumido casi por completo, indicando que era el momento de ponerse en marcha y dejar de perder el tiempo, la puerta se abrió dejando ver a Rocket, quien se acercó al espadachín reconociendo que su iracundo discurso le había abierto los ojos, pues no sabía la situación real que vivían aquellas mujeres en su día a día. Dharkel asintió en silencio.
- Me alegro de que al menos haya serv…
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando Lemon salió del Trago del Marinero, quien se dirigió directamente hacia él, adoptando una postura amenazante. Cogió el extinto cigarro con un par de dedos y lo tiró al suelo, pisándolo suave y repetidamente para terminar de apagarlo con fingida indiferencia. Una media sonrisa se dibujó en su rostro ante el intento de intimidación, pues no pudo evitar acordarse de las violentas reprimendas de Balagus. Si algo había aprendido del enorme contramaestre es que las acciones contaban mucho más que una amenaza que consideró vacía.
Durante el sermón no pudo evitar ir arqueando poco a poco una ceja, manteniéndose en silencio. La vida le había hecho aprender que, si le respondía, la situación no solo podría acabar en un altercado físico y violento, dejando daños colaterales en los alrededores, si no que también le costaría un preciado tiempo que poco a poco se le iba agotando y prefería usar para otras investigar el Plut-0. Además, también podría poner en riesgo su reciente relación con Rocket, algo que quería conservar, aunque tuviese que tragarse su orgullo, pues había demostrado ser un aliado más que capaz y alguien con la mente abierta dispuesta a aprender sin dejarse llevar por prejuicios ni el orgullo mismo. Lamentablemente no podía opinar lo mismo de Lemon, no en aquel preciso instante.
- Deberías ir con él, nadie debería hacerte elegir nunca entre un hermano y un simple socio que apenas conoces, por muy temerario u orgulloso que sea. Lo sé de primera mano. – Se agachó para estar a la altura del mapache una vez el enmascarado emprendió su camino. - ¿Tienes un den den mushi? Puedes llamarme siempre que lo necesites, pero por ahora parece que nuestros caminos se separan. - Esbozó esta vez una sonrisa sincera mientras le tendía un trozo de papel. – Quién sabe. Puede que incluso consigas convencerle – dijo mientras se levantaba.
Dharkel encaminó sus pasos esta vez hacia el exclusivo club, pensando durante el camino en las palabras de Lemon. No pretendía caerle bien a nadie, de hecho, consideraba que caerle mal a las personas adecuadas era una victoria, como se podía tratar de esclavistas o personas que siendo más o menos conscientes de la situación utilizaban sus servicios. Por otro lado, consideraba que si alguien se sentía atacado u ofendido por sus palabras es porque realmente esa persona se sentía molesta consigo misma, de lo contrario no habría ofensa alguna. ¿Aburrido y serio? No era la primera vez que se lo llamaban y con toda seguridad no sería la última. De hecho, hasta lo consideró un halago. En su línea de trabajo dar rienda suelta a la diversión solía acabar bastante mal. ¿Era un asesino? Sí, y no trataba de ocultarlo, salvo para aquellos que poseían el poder y la autoridad suficiente para privarle de su libertad. Había quitado muchas vidas, algunas incluso injustamente, pero también era cierto que cargaba con un gran lastre emocional debido a una de sus más longevas y oscuras crónicas personales. Tenía su propia brújula moral, una que ni si quiera trataba de hacer entender a los demás.
<< Al menos no me escondo tras una máscara… >>, concluyó sus pensamientos.
Una vez llegase a su destino, tenía intención de esperar a que alguien saliese del local, seguirle para intentar averiguar algunos trapos sucios con los que poder proceder al chantaje en caso de que aparentase ser un cliente. En caso de que se tratase de un miembro del servicio quizás la intimidación o un soborno rutinario fuese suficiente. Quizás incluso la pareja de revolucionarios sirviese de distracción suponiendo que no hubiesen abandonado la idea de capturar vivo a Ephraim Walsh para extraerle toda la información que pudiese sobre la familia Blackmore.
Cuando el cigarro se hubo consumido casi por completo, indicando que era el momento de ponerse en marcha y dejar de perder el tiempo, la puerta se abrió dejando ver a Rocket, quien se acercó al espadachín reconociendo que su iracundo discurso le había abierto los ojos, pues no sabía la situación real que vivían aquellas mujeres en su día a día. Dharkel asintió en silencio.
- Me alegro de que al menos haya serv…
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando Lemon salió del Trago del Marinero, quien se dirigió directamente hacia él, adoptando una postura amenazante. Cogió el extinto cigarro con un par de dedos y lo tiró al suelo, pisándolo suave y repetidamente para terminar de apagarlo con fingida indiferencia. Una media sonrisa se dibujó en su rostro ante el intento de intimidación, pues no pudo evitar acordarse de las violentas reprimendas de Balagus. Si algo había aprendido del enorme contramaestre es que las acciones contaban mucho más que una amenaza que consideró vacía.
Durante el sermón no pudo evitar ir arqueando poco a poco una ceja, manteniéndose en silencio. La vida le había hecho aprender que, si le respondía, la situación no solo podría acabar en un altercado físico y violento, dejando daños colaterales en los alrededores, si no que también le costaría un preciado tiempo que poco a poco se le iba agotando y prefería usar para otras investigar el Plut-0. Además, también podría poner en riesgo su reciente relación con Rocket, algo que quería conservar, aunque tuviese que tragarse su orgullo, pues había demostrado ser un aliado más que capaz y alguien con la mente abierta dispuesta a aprender sin dejarse llevar por prejuicios ni el orgullo mismo. Lamentablemente no podía opinar lo mismo de Lemon, no en aquel preciso instante.
- Deberías ir con él, nadie debería hacerte elegir nunca entre un hermano y un simple socio que apenas conoces, por muy temerario u orgulloso que sea. Lo sé de primera mano. – Se agachó para estar a la altura del mapache una vez el enmascarado emprendió su camino. - ¿Tienes un den den mushi? Puedes llamarme siempre que lo necesites, pero por ahora parece que nuestros caminos se separan. - Esbozó esta vez una sonrisa sincera mientras le tendía un trozo de papel. – Quién sabe. Puede que incluso consigas convencerle – dijo mientras se levantaba.
Dharkel encaminó sus pasos esta vez hacia el exclusivo club, pensando durante el camino en las palabras de Lemon. No pretendía caerle bien a nadie, de hecho, consideraba que caerle mal a las personas adecuadas era una victoria, como se podía tratar de esclavistas o personas que siendo más o menos conscientes de la situación utilizaban sus servicios. Por otro lado, consideraba que si alguien se sentía atacado u ofendido por sus palabras es porque realmente esa persona se sentía molesta consigo misma, de lo contrario no habría ofensa alguna. ¿Aburrido y serio? No era la primera vez que se lo llamaban y con toda seguridad no sería la última. De hecho, hasta lo consideró un halago. En su línea de trabajo dar rienda suelta a la diversión solía acabar bastante mal. ¿Era un asesino? Sí, y no trataba de ocultarlo, salvo para aquellos que poseían el poder y la autoridad suficiente para privarle de su libertad. Había quitado muchas vidas, algunas incluso injustamente, pero también era cierto que cargaba con un gran lastre emocional debido a una de sus más longevas y oscuras crónicas personales. Tenía su propia brújula moral, una que ni si quiera trataba de hacer entender a los demás.
<< Al menos no me escondo tras una máscara… >>, concluyó sus pensamientos.
Una vez llegase a su destino, tenía intención de esperar a que alguien saliese del local, seguirle para intentar averiguar algunos trapos sucios con los que poder proceder al chantaje en caso de que aparentase ser un cliente. En caso de que se tratase de un miembro del servicio quizás la intimidación o un soborno rutinario fuese suficiente. Quizás incluso la pareja de revolucionarios sirviese de distracción suponiendo que no hubiesen abandonado la idea de capturar vivo a Ephraim Walsh para extraerle toda la información que pudiese sobre la familia Blackmore.