Son Goku D. Namek
Dr. Goku
15-11-2024, 12:12 AM
Era una tarde ajetreada en el consultorio de Goku y sus amigos, aunque en realidad, el trabajo era más tedioso que complicado. Tenían un par de abuelitas esperando, y algunos tipos que llegaban con preguntas tan ridículas que Lunch no se molestaba ni en levantar la vista para responder. La sala de espera estaba en silencio incómodo hasta que la puerta se abrió y entró una joven con aire semi formal. Sin decir palabra, caminó hacia la recepción, donde fue recibida por Lunch. Esta última la miró con el ceño fruncido y, con esa actitud malhumorada que la caracterizaba cuando estaba estresada, soltó en voz alta - ¡A la mierda, otro cliente más! Hey, Vegeta, hazte cargo tú esta vez, y cóbrale bien caro - dijo, volviendo a su revista y cruzando las piernas por sobre el mesón de la recepción.
En cuanto oyó el grito de Lunch, Vegeta salió de la oficina contigua, empujando la puerta con fuerza. Traía una bata de laboratorio que le quedaba un poco grande, y en una mano llevaba una carpeta llena de papeles desordenados, con dibujos y anotaciones que bien podrían ser de cualquier cosa menos de medicina. Sin levantar la vista de sus papeles, se plantó frente a la joven y comenzó a dictar de mala gana - Denle un paracetamol a la nena, inyecten loratadina, una solución de bicarbonato por la boca… y cobren cinco millones. Siguiente.
Su tono era tan indiferente que no dejaba lugar a dudas de que solo quería sacarse el caso de encima. Goku, que en ese momento acababa de despedir a unos abuelitos que le agradecían por su atención cálida y amable, escuchó el comentario de Vegeta y, al girar, se quedó mirando a la muchacha nueva en la recepción. La chica traía un traje parecido al de un agente del Cipher Pol, eso era claro, aunque cualquiera podría llevar uno así, Goku se fijó en algo más que disipaba las dudas de que fuese un civil más, su manga estaba manchada de rojo oscuro, casi imperceptible al inicio, pero había sangre, y seguramente estaba herida.
Sin pensarlo dos veces, Goku se acercó rápidamente, tomó el brazo de la muchacha con cuidado y, al tacto, sintió la humedad de la sangre bajo la tela - Hey… esto puede ser grave. Mejor ven conmigo a uno de los boxes, vamos a ver qué tienes - dijo con tono serio, mientras miraba de reojo a Lunch y a Vegeta - Hey, atenderé un triage rojo, o incluso negro, para que avisen a los que esperan, y tu, no andes de payasos, solo limítate a medir signos vitales, la presión, cuánto saturan, su temperatura… Ya te he dicho, Vegeta, no andes medicando a la gente como si fueran cualquier cosa, pudiste habernos metido en problemas por error - terminó diciendo, lanzándole una mirada de advertencia a Vegeta.
Aunque Vegeta bufó y Lunch rodó los ojos, Goku pasó de ellos y guió a la muchacha hacia el fondo, llevándola al último box, el número 10, que estaba alejado del resto. Cerró la cortina para asegurar algo de privacidad y luego la miró, relajando el gesto - Ya, niña, quítate todo de la cintura para arriba. Vamos a atender esa herida y a ver qué tan mal está.
Mientras hablaba, le dio la espalda para buscar los implementos médicos necesarios. Un segundo después, como si de repente recordara algo, giró el torso hacia ella, levantando una mano en saludo, con esa sonrisa amistosa que le caracterizaba. - Oh, por cierto, mis modales, ¡hola! Soy Goku - dijo con un tono muy amigable, y luego añadió con algo de curiosidad - ¿Trabajas para el gobierno, no? es raro ver a alguien con esas pintas sangrando de esa manera.
En cuanto oyó el grito de Lunch, Vegeta salió de la oficina contigua, empujando la puerta con fuerza. Traía una bata de laboratorio que le quedaba un poco grande, y en una mano llevaba una carpeta llena de papeles desordenados, con dibujos y anotaciones que bien podrían ser de cualquier cosa menos de medicina. Sin levantar la vista de sus papeles, se plantó frente a la joven y comenzó a dictar de mala gana - Denle un paracetamol a la nena, inyecten loratadina, una solución de bicarbonato por la boca… y cobren cinco millones. Siguiente.
Su tono era tan indiferente que no dejaba lugar a dudas de que solo quería sacarse el caso de encima. Goku, que en ese momento acababa de despedir a unos abuelitos que le agradecían por su atención cálida y amable, escuchó el comentario de Vegeta y, al girar, se quedó mirando a la muchacha nueva en la recepción. La chica traía un traje parecido al de un agente del Cipher Pol, eso era claro, aunque cualquiera podría llevar uno así, Goku se fijó en algo más que disipaba las dudas de que fuese un civil más, su manga estaba manchada de rojo oscuro, casi imperceptible al inicio, pero había sangre, y seguramente estaba herida.
Sin pensarlo dos veces, Goku se acercó rápidamente, tomó el brazo de la muchacha con cuidado y, al tacto, sintió la humedad de la sangre bajo la tela - Hey… esto puede ser grave. Mejor ven conmigo a uno de los boxes, vamos a ver qué tienes - dijo con tono serio, mientras miraba de reojo a Lunch y a Vegeta - Hey, atenderé un triage rojo, o incluso negro, para que avisen a los que esperan, y tu, no andes de payasos, solo limítate a medir signos vitales, la presión, cuánto saturan, su temperatura… Ya te he dicho, Vegeta, no andes medicando a la gente como si fueran cualquier cosa, pudiste habernos metido en problemas por error - terminó diciendo, lanzándole una mirada de advertencia a Vegeta.
Aunque Vegeta bufó y Lunch rodó los ojos, Goku pasó de ellos y guió a la muchacha hacia el fondo, llevándola al último box, el número 10, que estaba alejado del resto. Cerró la cortina para asegurar algo de privacidad y luego la miró, relajando el gesto - Ya, niña, quítate todo de la cintura para arriba. Vamos a atender esa herida y a ver qué tan mal está.
Mientras hablaba, le dio la espalda para buscar los implementos médicos necesarios. Un segundo después, como si de repente recordara algo, giró el torso hacia ella, levantando una mano en saludo, con esa sonrisa amistosa que le caracterizaba. - Oh, por cierto, mis modales, ¡hola! Soy Goku - dijo con un tono muy amigable, y luego añadió con algo de curiosidad - ¿Trabajas para el gobierno, no? es raro ver a alguien con esas pintas sangrando de esa manera.