Shy
"Shy"
15-11-2024, 04:06 AM
Una deliciosa ola de orgullo recorrió su cuerpo cuando presenció una de las mangas perfectamente cosida y reforzada de la manera que había previsto. Shy suspiró y se secó la frente, más que satisfecho. Nunca había realizado un trabajo con tanta pericia, ni había aplicado la mitad de la inventiva que había utilizado para aquella prenda. Dicho de otro modo, esos ropajes marcarían un antes y un después en su habilidad como costurero.
El conflicto le sobrevino instantes más tarde. Tendría que haberlo previsto. Tendría que haber tenido esta idea hacía años. Ya llevaba mucho tiempo enfrentándose a peligros en las calles, joder, ¿por qué no lo había pensado antes? ¿Por qué no había cosido no uno, sino una docena de trajes idénticos? ¿Por qué no había protegido a Hyun? ¿Por qué había permitido que Ame muriera aplastada por la muchedumbre?
Shy dejó sus herramientas en la mesilla frente a sí y se frotó los ojos cansinamente. Estaba harto de tener tantos remordimientos, pero últimamente parecía que la vida no era más que una progresiva acumulación de arrepentimientos, oportunidades perdidas y fracasos invencibles. ¿Y él? Solo un peón, el artífice de todos aquellos fallos que le atormentaban y que era incapaz de evitar.
Necesitaba dejar aquellas cuatro paredes. Ni siquiera coser le estaba aliviando sus zozobras. Emergió de su habitación, del mismo modo en el que un buceador rompe la llana superficie del océano para respirar. Bajó a la planta principal, esperando salir de allí y darse un paseo en silencio.
Mas su suerte no hacía más que empeorar. Allí se encontraba Illyasbabel, de vuelta de otra de las que suponía que serían sus habituales jaranas. Nunca había encontrado tanto amor por el jolgorio y las bacanales encerrada dentro de una persona. Se preguntó si acaso su compañero no sería tres tontattas de circo metidos en una gabardina. Eso lo habría hecho... Bueno, igual de soplapollas.
Sin perder un solo segundo, su compañero volvía a descorchar las botellas y regar su gaznate, y le invitaba a participar de su juerga. Shy torció el gesto, mas no tardó en encogerse de hombros. Venga, ¿por qué no? Un trago siempre viene bien para olvidar. Y saben los dioses que tengo demasiado que olvidar. Vaya días más nefastos. Silencioso como una tumba, Shy se acercó a la mesa de Illyasbabel y tomó asiento.
-Me parece bien -expresó sin mucha ceremonia.
Shy se acercó uno de los vasitos y lo llenó hasta el tope del licor de arroz, y sin pensárselo dos veces, lo tragó de una vez, disfrutando del ardor propio de las bebidas espirituosas reptando por su garganta y haciendo hormiguear su rostro y sus manos. No tenía una adicción... Pero ya se había acostumbrado a usar la bebida para olvidarse un rato de sus problemas. Observó a Illyasbabel, e imaginó que la invitación a beber vendría sucedida por algún tipo de charla motivacional, propuesta absurda, o sarta de chascarrillos sin gracia que harían enloquecer a cualquiera con oídos. No sabía cuál de las tres sería peor.