Anissa Marr
Nissa
15-11-2024, 07:36 AM
La puerta por la que cruzamos al entrar en aquella mansión hizo un ruido que probablemente habría delatado nuestra posición a todos los presentes en caso de que no se esperara una visita por la parte norte de la residencia. Definitivamente una cosa que uno no esperaría de un lugar tan ostentoso como aquél, pero a quien no le ha pasado que procrastina el hacer una actividad casi irrelevante como lo era aceitar o cambiar las bisagras, además quien decía que los dueños siquiera usaran esa salida de manera regular, si por mi fuera yo me la viviría en mi habitación comiendo o de tienda en tienda buscando la manera de acabarme las reservas que aparentemente eran infinitas. La puerta no era lo único que se había puesto en nuestra contra apenas entrar en aquél lugar pues mientras el chirrido se abría camino en toda la habitación en la que estábamos y las colindantes una mujer con ropas que indicaban que se trataba de personal de servicio salió de una habitación contigua sorprendiéndonos en el acto, probablemente el inesperado chirrido me había hecho distraerme lo suficiente como para que mi mantra no fuera capaz de sentirla, tendría que pedirle entrenamiento al Doc en un futuro para evitar que ese tipo de situaciones volvieran a ocurrir.
Al parecer esa mujer esperaba que alguien conocido fuera quien entró por esa puerta, una tal Marie. La mujer parecía estar asimilándolo en cámara lenta, primero estaba calmada al creer que no había manera que se encontraría con un desconocido para pasar a la incertidumbre y después al miedo al darse cuenta de que nuestra presencia no indicaba más que problemas para ellos. La mujer pegó un grito que dejaba en ridículo a las mujerzuelas que fingían disfrutar su tiempo con Jack. Su error sin embargo había sido intentar correr y darnos la espalda, no la culpaba pues no tenía manera de saber si acabaríamos con su vida justo ahí. Mi primer instinto sería dispararle a la espalda y que cayera justo ahí, pero sabía que el asesinato no era algo con lo que el Doc estuviera de acuerdo así que simplemente me lancé en su dirección a toda velocidad. –Venga Doc, si no quieres matarla tendremos que alcanzarla antes de que alerte a todo el personal.- alcancé a decirle a mi compañero mientras corría detrás de la mujer. En caso de que la alcanzara usaría mi arma para darle un golpe con la culata en las piernas para hacer que perdiera el equilibrio y después colocarle el cañón en la cabeza pidiéndole que guardara silencio. En caso de que no fuera capaz de alcanzarla o peor aún no pudiera hacer que perdiera el equilibrio pondría una rodilla en el suelo y le apuntaría a la espalda. –Lo siento Doc, pero a veces hay que tomar decisiones en el calor del momento aunque tus amigos no estén de acuerdo.- le diría al mink antes de dispararle a la mujer revelando así nuestra ubicación a todos los que estuvieran en la mansión e incluso a los que estuvieran fuera de ella pero lo suficientemente cerca.
Al parecer esa mujer esperaba que alguien conocido fuera quien entró por esa puerta, una tal Marie. La mujer parecía estar asimilándolo en cámara lenta, primero estaba calmada al creer que no había manera que se encontraría con un desconocido para pasar a la incertidumbre y después al miedo al darse cuenta de que nuestra presencia no indicaba más que problemas para ellos. La mujer pegó un grito que dejaba en ridículo a las mujerzuelas que fingían disfrutar su tiempo con Jack. Su error sin embargo había sido intentar correr y darnos la espalda, no la culpaba pues no tenía manera de saber si acabaríamos con su vida justo ahí. Mi primer instinto sería dispararle a la espalda y que cayera justo ahí, pero sabía que el asesinato no era algo con lo que el Doc estuviera de acuerdo así que simplemente me lancé en su dirección a toda velocidad. –Venga Doc, si no quieres matarla tendremos que alcanzarla antes de que alerte a todo el personal.- alcancé a decirle a mi compañero mientras corría detrás de la mujer. En caso de que la alcanzara usaría mi arma para darle un golpe con la culata en las piernas para hacer que perdiera el equilibrio y después colocarle el cañón en la cabeza pidiéndole que guardara silencio. En caso de que no fuera capaz de alcanzarla o peor aún no pudiera hacer que perdiera el equilibrio pondría una rodilla en el suelo y le apuntaría a la espalda. –Lo siento Doc, pero a veces hay que tomar decisiones en el calor del momento aunque tus amigos no estén de acuerdo.- le diría al mink antes de dispararle a la mujer revelando así nuestra ubicación a todos los que estuvieran en la mansión e incluso a los que estuvieran fuera de ella pero lo suficientemente cerca.