De cara a la moderación en un futuro:
Por la deferencia de niveles y de equipo (yo nivel 3, arma T1 y el nivel 1, arma T2 y armadura) hemos decidido que el entrenamiento sea a básicos para hacerlo más realista. Para que no se haga eterno, se harán 3 básicos por turno, y como hacemos poco daño en caso de poder esquivar todos, tendremos que restar la vida íntegra de al menos un ataque. Nuestros personajes estarán entrenando y no se están haciendo daño real, pero se contará en cuando a stats para llevar el control.
El día de hoy era bastante raro cuanto menos. A diferencia del estricto horario que solía tener siempre, mi horario para el día de hoy tenía un hueco reservado para un examen físico especial. En este caso, por lo que me comentó mi superior, era un examen con un miembro de la CP2 en la zona de entrenamientos. Aunque más que examen, quiso llamarlo "entrenamiento" amistoso. Seguramente no era más que otra prueba absurda para mantenernos ocupados.
Salí del barracón con el uniforme de entrenamiento ya puesto, ajustando un poco los músculos de la espalda mientras movía las alas un poco para estirarlas un poco. Llevar tanto tiempo dentro del barracón con las alas plegadas acababa teniendo que hacer estiramientos cada cierto tiempo para que no tener problemas a la larga.
Llegué al patio de entrenamiento y estaba extrañamente vacío para la hora que es. En él, había un perr... un Komink, creo que era el término correcto para referirse a esta raza, que estaba entrenando o más bien estirando en medio del campo de entrenamiento.
Al acercarme a él la diferencia de altura era notable. Yo con mis dos metros y medio y él cerca de 50 centímetros y sin embargo, su rango era superior al mío. El lado bueno de mi instrucción es que sin duda me habían enseñado que no podía subestimar al enemigo, independientemente de su apariencia física.
Recogí la pistola de fogueo que me dejaba, me até la bolsita con los cauchos a mi cintura y comencé a recargar la pistola. Era una especie de revólver similar al arma que estaba acostumbrado a usar y tendría 6 disparos antes de tener que recargar. -No señor, ninguna duda. Podemos empezar cuando quiera. -Le dije a Bad Dog-. Fuimos al centro de la zona de entrenamiento, chocamos las armas y nos dimos la espalda. Contamos nueve pasos y cuando llegué al décimo me giré 180º para apuntar y dispararle.
Antes de que tuviera tiempo a reaccionar, casi desde que le vi moverse por el rabillo del ojo, disparé 3 veces hacia él.
Por la deferencia de niveles y de equipo (yo nivel 3, arma T1 y el nivel 1, arma T2 y armadura) hemos decidido que el entrenamiento sea a básicos para hacerlo más realista. Para que no se haga eterno, se harán 3 básicos por turno, y como hacemos poco daño en caso de poder esquivar todos, tendremos que restar la vida íntegra de al menos un ataque. Nuestros personajes estarán entrenando y no se están haciendo daño real, pero se contará en cuando a stats para llevar el control.
El día de hoy era bastante raro cuanto menos. A diferencia del estricto horario que solía tener siempre, mi horario para el día de hoy tenía un hueco reservado para un examen físico especial. En este caso, por lo que me comentó mi superior, era un examen con un miembro de la CP2 en la zona de entrenamientos. Aunque más que examen, quiso llamarlo "entrenamiento" amistoso. Seguramente no era más que otra prueba absurda para mantenernos ocupados.
Salí del barracón con el uniforme de entrenamiento ya puesto, ajustando un poco los músculos de la espalda mientras movía las alas un poco para estirarlas un poco. Llevar tanto tiempo dentro del barracón con las alas plegadas acababa teniendo que hacer estiramientos cada cierto tiempo para que no tener problemas a la larga.
Llegué al patio de entrenamiento y estaba extrañamente vacío para la hora que es. En él, había un perr... un Komink, creo que era el término correcto para referirse a esta raza, que estaba entrenando o más bien estirando en medio del campo de entrenamiento.
Al acercarme a él la diferencia de altura era notable. Yo con mis dos metros y medio y él cerca de 50 centímetros y sin embargo, su rango era superior al mío. El lado bueno de mi instrucción es que sin duda me habían enseñado que no podía subestimar al enemigo, independientemente de su apariencia física.
Recogí la pistola de fogueo que me dejaba, me até la bolsita con los cauchos a mi cintura y comencé a recargar la pistola. Era una especie de revólver similar al arma que estaba acostumbrado a usar y tendría 6 disparos antes de tener que recargar. -No señor, ninguna duda. Podemos empezar cuando quiera. -Le dije a Bad Dog-. Fuimos al centro de la zona de entrenamiento, chocamos las armas y nos dimos la espalda. Contamos nueve pasos y cuando llegué al décimo me giré 180º para apuntar y dispararle.
Antes de que tuviera tiempo a reaccionar, casi desde que le vi moverse por el rabillo del ojo, disparé 3 veces hacia él.