En el amplio patio de entrenamiento de la base G-23, Galhard se encontraba junto al sargento Ahab, liderando una sesión matutina de ejercicios con un grupo de reclutas. El cielo nublado y el aire cargado de humedad no impedían que el entrenamiento se realizara con el mismo vigor de siempre. Galhard, como era su costumbre, participaba activamente en las rutinas, demostrando con su ejemplo lo que esperaba de los jóvenes marines bajo su guía.
—¡Quiero más energía! —gritó Ahab con su característica voz grave, mientras supervisaba a los reclutas— ¡Si este hombre puede hacerlo con esa sonrisa en la cara, ustedes no tienen excusa!—
Galhard, sudoroso pero sereno, ejecutaba impecablemente una serie de flexiones junto a los reclutas. A pesar del esfuerzo, mantenía una actitud calmada, animando a los demás con palabras de aliento.
—Vamos, chicos, recuerden: la fuerza no solo viene de los músculos, sino de la voluntad. ¡Un esfuerzo más y lo lograremos! —dijo con una sonrisa mientras empujaba el suelo con determinación.
Ahab, que no era de regalar elogios fácilmente, se cruzó de brazos y observó a Galhard con un destello de aprobación en su mirada.
—Sabes, Galhard —comentó el sargento, acercándose con paso firme —cuando te conocí, no pensé que un tipo tan tranquilo destacaría tanto. Pero aquí estás, enseñando con el ejemplo y llevando este puesto de Alférez con orgullo. Me alegra ver que no he desperdiciado mi tiempo contigo. you're pretty Good—
Galhard se incorporó después de terminar su serie y, con una mano en la cadera, dedicó una inclinación respetuosa a su mentor.
—Gracias, sargento. Si algo he aprendido aquí es que no hay atajo para el esfuerzo. Y que la verdadera fuerza está en aquellos que trabajan juntos para algo más grande que ellos mismos.— Respondió con humildad
Antes de que Ahab pudiera responder, un soldado raso llegó corriendo hacia ellos, su rostro reflejando urgencia.
—¡Alférez Galhard, sargento Ahab! —exclamó, deteniéndose para recuperar el aliento — Han llegado unos individuos que dicen ser aventureros a la puerta principal. Traen con ellos a un pirata buscado, Muzen Kibutsuji. Se ha dado aviso a toda la base.—
Galhard frunció el ceño al escuchar el nombre del criminal. Era uno de los piratas más notorios del East Blue, y el hecho de que estuviera a punto de ser entregado generaba un sinfín de preguntas en su mente.
—¿Muzen, aquí? —dijo con incredulidad, mientras se giraba hacia Ahab.
El sargento asintió, su rostro ahora más serio.
—Parece que este día será más interesante de lo que esperaba. Anda, Galhard, ve a ver qué sucede. Yo me quedo con estos reclutas; no quiero que pierdan el ritmo.— Exclamó mientras hacía crujir sus hombros
Galhard tomó una toalla para secarse el sudor y luego ajustó la capa de alférez sobre sus hombros. Antes de partir, dirigió una última mirada a los reclutas.
—Continúen con lo que les ha indicado el sargento. Recuerden: el entrenamiento es la base de nuestra fuerza.— Añadió mientras se alejaba junto al recluta que les había avisado
Con paso decidido, Galhard se dirigió hacia la puerta principal de la base, preparado para enfrentar lo que estuviera por venir. Las nubes oscuras que cubrían el cielo parecían un presagio, pero él mantenía la calma, confiado en que la Marina manejaría la situación con profesionalismo.
—¡Quiero más energía! —gritó Ahab con su característica voz grave, mientras supervisaba a los reclutas— ¡Si este hombre puede hacerlo con esa sonrisa en la cara, ustedes no tienen excusa!—
Galhard, sudoroso pero sereno, ejecutaba impecablemente una serie de flexiones junto a los reclutas. A pesar del esfuerzo, mantenía una actitud calmada, animando a los demás con palabras de aliento.
—Vamos, chicos, recuerden: la fuerza no solo viene de los músculos, sino de la voluntad. ¡Un esfuerzo más y lo lograremos! —dijo con una sonrisa mientras empujaba el suelo con determinación.
Ahab, que no era de regalar elogios fácilmente, se cruzó de brazos y observó a Galhard con un destello de aprobación en su mirada.
—Sabes, Galhard —comentó el sargento, acercándose con paso firme —cuando te conocí, no pensé que un tipo tan tranquilo destacaría tanto. Pero aquí estás, enseñando con el ejemplo y llevando este puesto de Alférez con orgullo. Me alegra ver que no he desperdiciado mi tiempo contigo. you're pretty Good—
Galhard se incorporó después de terminar su serie y, con una mano en la cadera, dedicó una inclinación respetuosa a su mentor.
—Gracias, sargento. Si algo he aprendido aquí es que no hay atajo para el esfuerzo. Y que la verdadera fuerza está en aquellos que trabajan juntos para algo más grande que ellos mismos.— Respondió con humildad
Antes de que Ahab pudiera responder, un soldado raso llegó corriendo hacia ellos, su rostro reflejando urgencia.
—¡Alférez Galhard, sargento Ahab! —exclamó, deteniéndose para recuperar el aliento — Han llegado unos individuos que dicen ser aventureros a la puerta principal. Traen con ellos a un pirata buscado, Muzen Kibutsuji. Se ha dado aviso a toda la base.—
Galhard frunció el ceño al escuchar el nombre del criminal. Era uno de los piratas más notorios del East Blue, y el hecho de que estuviera a punto de ser entregado generaba un sinfín de preguntas en su mente.
—¿Muzen, aquí? —dijo con incredulidad, mientras se giraba hacia Ahab.
El sargento asintió, su rostro ahora más serio.
—Parece que este día será más interesante de lo que esperaba. Anda, Galhard, ve a ver qué sucede. Yo me quedo con estos reclutas; no quiero que pierdan el ritmo.— Exclamó mientras hacía crujir sus hombros
Galhard tomó una toalla para secarse el sudor y luego ajustó la capa de alférez sobre sus hombros. Antes de partir, dirigió una última mirada a los reclutas.
—Continúen con lo que les ha indicado el sargento. Recuerden: el entrenamiento es la base de nuestra fuerza.— Añadió mientras se alejaba junto al recluta que les había avisado
Con paso decidido, Galhard se dirigió hacia la puerta principal de la base, preparado para enfrentar lo que estuviera por venir. Las nubes oscuras que cubrían el cielo parecían un presagio, pero él mantenía la calma, confiado en que la Marina manejaría la situación con profesionalismo.