Gavyn Peregrino
Rose/Ícaro
16-11-2024, 04:36 AM
(Última modificación: 16-11-2024, 04:39 AM por Gavyn Peregrino.
Razón: Olvidé poner las virtudes y defectos
)
Levanté la mano para acercar la solapa de la chaqueta de aviador hacia mi rostro, cubriendo mis labios que se crisparon hacia arriba ante el arrebato de molestia del ahora capitán de la tripulación y el rosa que floreció en un rápido rojo, pintando sus mejillas pálidas con facilidad pasmosa. No lo diría aunque me preguntaran, pero resultaba divertido molestar a algunos de los tripulantes, tenían reacciones muy divertidas en lo que a mí respectaba, y sembrar el caos también estaba a la orden del día. Podía replicar fácilmente quien era el tonto en esta situación y… Nikkei aun llevaba ese puesto, de momento, después de todo realmente no lo estaba siguiendo ciegamente, simplemente estaba viendo hasta donde llegaba, e incluso si lo siguiera, era más por desconocimiento, lo que me hacía un ignorante, no un tonto, es decir, todavía estaba a tiempo de cambiarlo.
Recogiendo los hombros con desenfado ante el balbuceo del hombre de cabello lila, continué caminando detrás del grupo, esta vez siguiendo la dirección de Chrome, quien realmente tenía idea de a donde íbamos, por supuesto, si no había problemas en el camino nadie podía estar satisfecho, especialmente no si nos encontrábamos lidiando con una banda de asesinos y ladrones, al parecer. La escena al llegar a la plaza central de Rostock no era más que desalentadora, el gentío que se agitaba por las calles lucía completamente aterrorizado, muchas de las personas que conformaban la muchedumbre se encontraban ayudando a un pequeño grupo de personas que no estaban en el mejor estado, por decirlo de forma amable. Su ropa estaba mancillada por la sangre al igual que sus rostros, por los cuales descendían hilos del mismo líquido espeso y carmesí que bajaba lentamente por los pómulos, trazando ríos de sangre.
El grupo herido estaba conformado por tres mujeres, dos hombres y un niño, todos lucían como si les hubieran dado una paliza, y escuchar su historia volvió más reveladora la situación, además que trajo recuerdos para nada deseados a mi mente, guardé las manos en los bolsillos de mi chaqueta, apretando los puños para mantenerme al margen de la situación, de momento, necesitaba pensar racionalmente, no actuar de forma impulsiva. Recopilé la información, no solo aquella que dieron las víctimas, sino también mis compañeros… Suspiré de forma exasperada por dentro. Mis ojos se posaron en cada una de las personas del grupo de comerciantes, fijándome en el niño particularmente, estaba demasiado tranquilo para la situación traumática que habían vivido hace no poco tiempo, quizás era el shock, pero resultaba algo extraño además ¿Qué hacía un grupo de comerciantes de Dawn vendiendo pieles al otro lado del East Blue? Literalmente su isla se encontraba en el otro extremo del mapa.
La intervención de Bonez sería de utilidad en esta situación, a pesar de las miradas que estaba recibiendo el moreno, no estaba seguro de porqué, después de todo, en este momento, se presentaba como una persona simpática, no como el ladronzuelo que realmente era. Lo pensé con detenimiento y supuse que la mayoría del pueblo se conocía, mientras que Bonez era un extraño, al igual que el resto de nosotros, excepto Chrome y Longspan, quienes parecían haber vivido por varios años en la isla. En pocas palabras, desconfianza por la situación que pasaron los comerciantes y por la aparición repentina de personas que no tenían idea quienes eran, sino fuese por la presencia del doctor y el brazos largos, podríamos ser confundidos con facilidad con aquellos que robaron y golpearon a estas personas.
. – No quiero ofenderte, Nikkei, pero en realidad podrían ser grupos separados, acaban de decir que no vieron ni escucharon llegar a los asaltantes. Aunque la ubicación coincide con la que Chrome nos mencionó. –Murmuré al capitán– Pero podríamos ayudarlos, de todos modos, las personas a las que busca Chrome no se van a ir pronto de la isla probablemente, y podríamos obtener una pista en el proceso.
El inconformismo con los bandidos y la marina era notorio, no solo en Chrome y Longspan, sino en los pobladores en general, y evidentemente no estaban haciendo un buen trabajo si un grupo de asaltantes de esta calaña se les escapaba en una isla que poseía una base de la marina en toda regla…
Desvié mi mirada nuevamente a los comerciantes, para preguntarles con tono de preocupación y confusión– Disculpen, no quisiera abrumarlos, pero Rostock no es precisamente un punto de comercio, está un poco lejos de Isla de Dawn ¿No les supuso más problemas llegar hasta aquí para vender las pieles? Más aún con lo que les ha sucedido ahora.
No quería abrumar al grupo de comerciantes con más preguntas, pero me sentía algo desconfiado por la situación, es decir, más desconfiado de lo habitual. Rostock no era un pueblo grande, la isla no era un punto comercial, viajar de Dawn hasta aquí era un inconveniente demasiado grande para vender solo pieles y ¿Qué grupo de comerciantes no planea con anticipación por si acaso se les roba? En algún lugar debían hospedarse y guardar algo para estos casos… O definitivamente eran un grupo que se formó recientemente. Aunque tampoco podía indagar mucho sin ofender a las personas, sin mencionar que la tripulación ya había decidido ayudar. Sin duda estaba molesto por la inacción de la marina y la situación en la que estaban estas personas, pero algo me olía mal… Y no era toda la sangre.
Lo que me llevaba a pensar ¿Por qué maltratarían tanto a un grupo al que le querían robar? A menos que se defendieran, pero por lo que estaban contando, no era el caso, sino que les habían pedido a todas luces que les quiten solo el dinero y no las mercancías.
Recogiendo los hombros con desenfado ante el balbuceo del hombre de cabello lila, continué caminando detrás del grupo, esta vez siguiendo la dirección de Chrome, quien realmente tenía idea de a donde íbamos, por supuesto, si no había problemas en el camino nadie podía estar satisfecho, especialmente no si nos encontrábamos lidiando con una banda de asesinos y ladrones, al parecer. La escena al llegar a la plaza central de Rostock no era más que desalentadora, el gentío que se agitaba por las calles lucía completamente aterrorizado, muchas de las personas que conformaban la muchedumbre se encontraban ayudando a un pequeño grupo de personas que no estaban en el mejor estado, por decirlo de forma amable. Su ropa estaba mancillada por la sangre al igual que sus rostros, por los cuales descendían hilos del mismo líquido espeso y carmesí que bajaba lentamente por los pómulos, trazando ríos de sangre.
El grupo herido estaba conformado por tres mujeres, dos hombres y un niño, todos lucían como si les hubieran dado una paliza, y escuchar su historia volvió más reveladora la situación, además que trajo recuerdos para nada deseados a mi mente, guardé las manos en los bolsillos de mi chaqueta, apretando los puños para mantenerme al margen de la situación, de momento, necesitaba pensar racionalmente, no actuar de forma impulsiva. Recopilé la información, no solo aquella que dieron las víctimas, sino también mis compañeros… Suspiré de forma exasperada por dentro. Mis ojos se posaron en cada una de las personas del grupo de comerciantes, fijándome en el niño particularmente, estaba demasiado tranquilo para la situación traumática que habían vivido hace no poco tiempo, quizás era el shock, pero resultaba algo extraño además ¿Qué hacía un grupo de comerciantes de Dawn vendiendo pieles al otro lado del East Blue? Literalmente su isla se encontraba en el otro extremo del mapa.
La intervención de Bonez sería de utilidad en esta situación, a pesar de las miradas que estaba recibiendo el moreno, no estaba seguro de porqué, después de todo, en este momento, se presentaba como una persona simpática, no como el ladronzuelo que realmente era. Lo pensé con detenimiento y supuse que la mayoría del pueblo se conocía, mientras que Bonez era un extraño, al igual que el resto de nosotros, excepto Chrome y Longspan, quienes parecían haber vivido por varios años en la isla. En pocas palabras, desconfianza por la situación que pasaron los comerciantes y por la aparición repentina de personas que no tenían idea quienes eran, sino fuese por la presencia del doctor y el brazos largos, podríamos ser confundidos con facilidad con aquellos que robaron y golpearon a estas personas.
. – No quiero ofenderte, Nikkei, pero en realidad podrían ser grupos separados, acaban de decir que no vieron ni escucharon llegar a los asaltantes. Aunque la ubicación coincide con la que Chrome nos mencionó. –Murmuré al capitán– Pero podríamos ayudarlos, de todos modos, las personas a las que busca Chrome no se van a ir pronto de la isla probablemente, y podríamos obtener una pista en el proceso.
El inconformismo con los bandidos y la marina era notorio, no solo en Chrome y Longspan, sino en los pobladores en general, y evidentemente no estaban haciendo un buen trabajo si un grupo de asaltantes de esta calaña se les escapaba en una isla que poseía una base de la marina en toda regla…
Desvié mi mirada nuevamente a los comerciantes, para preguntarles con tono de preocupación y confusión– Disculpen, no quisiera abrumarlos, pero Rostock no es precisamente un punto de comercio, está un poco lejos de Isla de Dawn ¿No les supuso más problemas llegar hasta aquí para vender las pieles? Más aún con lo que les ha sucedido ahora.
No quería abrumar al grupo de comerciantes con más preguntas, pero me sentía algo desconfiado por la situación, es decir, más desconfiado de lo habitual. Rostock no era un pueblo grande, la isla no era un punto comercial, viajar de Dawn hasta aquí era un inconveniente demasiado grande para vender solo pieles y ¿Qué grupo de comerciantes no planea con anticipación por si acaso se les roba? En algún lugar debían hospedarse y guardar algo para estos casos… O definitivamente eran un grupo que se formó recientemente. Aunque tampoco podía indagar mucho sin ofender a las personas, sin mencionar que la tripulación ya había decidido ayudar. Sin duda estaba molesto por la inacción de la marina y la situación en la que estaban estas personas, pero algo me olía mal… Y no era toda la sangre.
Lo que me llevaba a pensar ¿Por qué maltratarían tanto a un grupo al que le querían robar? A menos que se defendieran, pero por lo que estaban contando, no era el caso, sino que les habían pedido a todas luces que les quiten solo el dinero y no las mercancías.