Jack D. Agnis
Golden Eyes
17-11-2024, 07:51 AM
(Última modificación: 18-11-2024, 12:40 AM por Jack D. Agnis.)
-¿Embarazada? ¿Yo dije eso? No no, debe haber un error. Seguro escuchaste mal. Yo dije... “ cerda peinada”. Si si, eso fue lo que dije. Yo me encargo de peinar a los cerdos en lo del Tio Manuel- exclamó Beto, en un ultimo intento para continuar con la mentira, pero a juzgar por tu rostro, se dio cuenta que no le creías.
-Mentirte? No, jam…- sus palabras se cortaron tan solo oír el disparo. Fue tal la sorpresa, que no dio cuenta de que había sido herido, hasta pasado unos segundos, en lo que comenzó a gritar de dolor y a llorar, al mismo tiempo en que se tomaba su pierna y caía con todo su cuerpo hacia la arena.
Te miró con odio y por un momento abrió la boca para insultarte, pero tu amenaza había dado resultado, por lo que se quedó callado unos momentos, apretando los dientes y conteniendo el grito, mientras se mantenía recostado sobre la arena y sentía como el dolor recorría todo su cuerpo.
-No no. Por favor no me vuelvas a disparar. Esta bien, te lo diré, pero no lo hagas por favor- rogó Beto, mientras podías ver como las lagrimas y los mocos que caían, habían limpiado un poco su mugrienta cara.
-No fui yo el de la idea de robar a Susanita, sino de los Soyer. Ellos me dijeron que si lo hacia, me iban a permitir entrar a los bandidos de las montañas y que con eso podía ganar respeto en el pueblo. Realmente no quise hacerle daño a Tio Manuel y mucho menos robarle a Susanita, pero la idea de obtener respeto fue tentadora. - dijo Beto, mientras aun seguía lagrimeando y viendo que su sueño de ser respetado por los pueblerinos, se alejaba por cada palabra que decía.
-Si me ayudas a caminar, te puedo decir donde está Susanita- exclamó aquel chico, quien al parecer realmente no tenia mala intención con ese robo, salvo aumentar su ego.
Tras decir aquello, notas como una ligera sonrisa, casi imperceptible se dibuja en su labios, pero no sabes porqué.
Mientras hablas con Beto, las dos auras tétricas se habían acercado a tu posición de manera tranquila, hasta que ambos dos, oyeron el disparo, lo cual hizo que aceleraran su paso, encontrándose con toda aquella situación en que que estabas y entendiendola.
-Mira ese tonto, contando todo nuestro plan por un simple disparo. Tch, será mejor que nos deshagamos de ambos dos, pero no mates al idiota, que aun no sabemos nada sobre la puta cerda.- dijo una sombra delgada, mientras se detenía, no muy lejos de ti.
-Shi, shi hermano. Lo que tu digash- exclamó la otra sombra, la cual era una sombra mas grotesca y grande.
Sin mucho mas que hablar, ambos sombras entraron en accion y rápidamente la sombra mas grande, comenzó a cargar hacia ti, con intenciones de llevarte por delante, mientras que por otro lado, la sombra delgada, preparaba un arma de fuego, la cual apuntaba hacia tu posición, a la espera.
-Mentirte? No, jam…- sus palabras se cortaron tan solo oír el disparo. Fue tal la sorpresa, que no dio cuenta de que había sido herido, hasta pasado unos segundos, en lo que comenzó a gritar de dolor y a llorar, al mismo tiempo en que se tomaba su pierna y caía con todo su cuerpo hacia la arena.
Te miró con odio y por un momento abrió la boca para insultarte, pero tu amenaza había dado resultado, por lo que se quedó callado unos momentos, apretando los dientes y conteniendo el grito, mientras se mantenía recostado sobre la arena y sentía como el dolor recorría todo su cuerpo.
-No no. Por favor no me vuelvas a disparar. Esta bien, te lo diré, pero no lo hagas por favor- rogó Beto, mientras podías ver como las lagrimas y los mocos que caían, habían limpiado un poco su mugrienta cara.
-No fui yo el de la idea de robar a Susanita, sino de los Soyer. Ellos me dijeron que si lo hacia, me iban a permitir entrar a los bandidos de las montañas y que con eso podía ganar respeto en el pueblo. Realmente no quise hacerle daño a Tio Manuel y mucho menos robarle a Susanita, pero la idea de obtener respeto fue tentadora. - dijo Beto, mientras aun seguía lagrimeando y viendo que su sueño de ser respetado por los pueblerinos, se alejaba por cada palabra que decía.
-Si me ayudas a caminar, te puedo decir donde está Susanita- exclamó aquel chico, quien al parecer realmente no tenia mala intención con ese robo, salvo aumentar su ego.
Tras decir aquello, notas como una ligera sonrisa, casi imperceptible se dibuja en su labios, pero no sabes porqué.
Mientras hablas con Beto, las dos auras tétricas se habían acercado a tu posición de manera tranquila, hasta que ambos dos, oyeron el disparo, lo cual hizo que aceleraran su paso, encontrándose con toda aquella situación en que que estabas y entendiendola.
-Mira ese tonto, contando todo nuestro plan por un simple disparo. Tch, será mejor que nos deshagamos de ambos dos, pero no mates al idiota, que aun no sabemos nada sobre la puta cerda.- dijo una sombra delgada, mientras se detenía, no muy lejos de ti.
-Shi, shi hermano. Lo que tu digash- exclamó la otra sombra, la cual era una sombra mas grotesca y grande.
Sin mucho mas que hablar, ambos sombras entraron en accion y rápidamente la sombra mas grande, comenzó a cargar hacia ti, con intenciones de llevarte por delante, mientras que por otro lado, la sombra delgada, preparaba un arma de fuego, la cual apuntaba hacia tu posición, a la espera.