[Aventura] La Cacería Veloz [T4]

Illyasbabel y Shy
Celda de contención 12

Ibon se muestra serio y ligeramente molesto. No parece que vuestra presencia le resulte cómoda, como tampoco lo son las palabras de Illyasbabel. Cuando le ofreces el cigarro, niega con la cabeza con un gesto de desdén - Trabajo con mi cuerpo. Cuidar mi salud es primordial para seguir en plenas facultades. Eso que consumes no es más que veneno y acabará matándote - su tono es de asco, aunque diríais que no hacia Illyasbabel en sí, sino hacia el pitillo en su mano. Por la pasión en su tono es evidente que se toma muy en serio su salud.

Las siguientes palabras del viejo cazador logran en parte su objetivo. Podéis ver cómo una vena se marca en el cuello de Ibon, que aprieta su mandíbula y os fulmina con la mirada. No hace ademán de luchar contra sus cadenas, pero os queda claro que, de no estar ahí, ya se hubiera lanzado sobre Illyasbabel. Aprieta el puño haciendo crujir sus nudillos. Por un momento parece estar valorando realmente la posibilidad de atacar. El marine se alarma y vuelve a levantar su fusil - ¡Sin movimientos bruscos, Ibon, o disparo! - sin embargo, no es la amenaza del soldado lo que detiene al pirata. Las palabras de Shy hacen que vuelva su atención sobre el joven. Algo en ti, en tu fría mirada, en tus gestos, hacen que el enorme reo tenga un escalofrío. Sueltas las manos y parece relajar un poco su actitud. Solo la actitud, él no está en absoluto relajado - Nuestra lealtad mutua es más fuerte que esto. No voy a delatar a mis hermanos tan fácilmente. No es culpa de ellos que yo fuese tan débil como para ser capturado. O, más bien, que mi rival fuese tan fuerte.

Por un momento, parece que el enorme guerrero se centra en sus pensamientos. Relaja un poco la postura y se sienta, con un sonido de cadenas - ¿A caso podéis realmente prometerme la libertad? Lo dudo mucho, compañero. Ni siquiera parecéis marines. Tampoco vais vestidos de pingüinos como esos tipos siniestros que cazan revolucionarios para el Gobierno. En cualquier caso, desistid. Los Hermanos Mayores tienen contactos y conocen esta ciudad. No les encontraréis si no quieren ser encontrados.

En algún lugar cercano, en el pasillo, escucháis ruido y voces. ¿Es ese Yoshi?

Yoshiro
Celda de contención 14

En menudos líos te mete este tal Juanito el Malito. A lo mejor deberías enviar una queja formal al Gobierno para que intenten sacarle otra foto en que se parezca menos a ti. En cualquier caso, los marines que te han arrestado te tiran al interior de una celda tras quitarte tus pertenencias y la cierran. El lugar tiene pinta de estar reforzado, no crees que vayas a salir fácilmente. La puerta era de seguridad, muy gruesa y pesada, y las paredes no parece que vayan a romperse fácilmente. Eres fuerte, pero tienes límites. Por otro lado, cabrear a la Marina sería un problema.

Fuera de tu celda escuchas a dos de los marines hablar animadamente y reírse. Parece que están hablando de lo que podrán comprarse con la paga extra que creen que recibirán por semejante captura. Tras un rato de risas y comentarios, escuchas que se callan de golpe y el sonido repentino de dos botas golpeando a la vez el suelo, como si acabasen de realizar un saludo militar - ¿Está dentro? - pregunta una voz femenina - ¡Sí, teniente! Hemos logrado reducir heroicamente al malvado Juanito mientras intentaba infiltrarse haciéndose pasar por un cazarrecompensas - la segunda voz es de uno de tus captores. Entonces la ventanilla de la puerta se abre y ves a una mujer rubia de expresión severa asomarse. Al mirarte, arquea una ceja. La puerta se abre.

- ¡Idiotas! ¡Este no es Juanito el Malito, es Yoshiro, el líder del gremio de cazadores que hemos contratado! - la mujer grita enfadada a los marines, tras lo que se gira hacia ti - Ruego que perdone la confusión, señor Yoshiro. Teniente Orphelia Pickman, a su servicio - se aparta de la puerta y hace un gesto para que salgas - Sus compañeros están en la celda de contención 12, en este mismo pasillo, interrogando a un criminal. Si me disculpa, tengo que disciplinar a mis hombres.

Illyasbabel quedó completamente confundido con la respuesta de Ibon, ¿Veneno? ¿Cuidar el cuerpo? un cuento de hadas para Illyasbabel que disfrutaba del tabaco como si de agua pura se tratase. - Lo que tu digas... patán. - respondió en tono seco haciendo caso omiso de sus palabras. - Oye cálmate toro - gruño, en cuanto vio la ferocidad de Ibon. Por suerte el guardia y su fusil estaban a un costado como para calmar la situación. - Ya veo... Ya veo... - respondió ante la declaración de Ibon mientras esbozaba un gesto pensativo con su rostro. - Con que contactos e... - murmuró, la conclusión era la misma, alguien en aquella Isla los estaba ayudando, tal y cual había mencionado la Capitana: contactos del inframundo, aunque ciertamente Illyasbabel tenía dudas de si tendrían contactos en la Marine pero decidió dejar el tema allí. - Pues bueno, ha sido un tiempo perdido - dijo, volteándose a Shy y anunciando el final de su interrogatorio. 

 Hizo unos pasos hacía atrás para retirarse de la celda y luego saludar al Marine con un gesto. - Hasta aquí hemos llegado, por mi parte no tengo más nada que preguntarle a este rufián - le dijo al guardia, mientras se retiraba. - ¿Continuamos Shy? - preguntó a su compañero.

 Mientras caminaba en búsqueda de la salida de aquella prisión, siguiendo el mismo camino por el que había entrado, se llevo una grata sorpresa. - ¡Pero que tenemos aquí! - exclamó con sorpresa, al ver como su jefe era retirado de una de las celdas. - Me alegra encontrarlo jefecito, pensé que no vendría - exclamó con felicidad mientras se acercaba hacía él para palmearle el hombro con la misma brutalidad de siempre. - He! He! he! no preguntare como llegaste hasta aquí, me alegra contar con usted, aún tenemos trabajo por hacer - dijo en tono seco. - Hemos estado analizando la situación, pero antes que nada, salgamos de este apestoso lugar - dijo, mientras continuaba por el pasillo hasta alcanzar la salida del lugar. Una vez allí buscaría retirarse de las instalaciones y empezar la búsqueda en la ciudad.
Como habían planeado con anterioridad, su objetivo era comenzar por uno de los bares de la zona, el cual había sido sabiamente localizado por Illyasbabel, esto y toda la información que tenía la compartiría con su jefe una vez se retiraran de las instalaciones.

El combatito contra los Marine en la puerta fue un tanto divertida pero luchar sin poder lanzar un golpe le quitaba la gracia a la definición de combatir, al menos le había servido de calentamiento. En fin, Yoshiro fue separado de su escudo y mochila quedando en una celda bien protegida, la puerta al cerrarse demostró lo pesada que era y Yoshiro golpeó ligeramente la pared de concreto para conocer su grosor, descubriendo así que no podría destruirla de un golpe aunque su vida dependiera de ello.

Vaya, enserio son buenas estas celdas. No debo meterme aquí enserio-suspiró, esperando que Illyasbabel apareciera en algún momento, si es que aún no se habían ido a cumplir con la misión.

Yoshiro se arrecostó en la puerta para intentar oír lo que pasaba afuera, parecía que estaban felices con su ilusión de haber capturado a alguien con Wanted pero claro, terminarían despertando de esa ilusión cuando se escuchó un sonido seco por un pisotón sincronizado. 

Fue entonces cuando Yoshiro escuchó la voz de una mujer que parecía ser la líder por su tono imponente, el muchacho se apartó para no caer cuando abrieran la puerta. Mantuvo una sonrisa y mostró sus muñecas-Oigan, no es por criticar su trabajo pero les faltó más ataduras ¿No?-quiso bromear un poquito pero se erizó cuando escuchó el regaño de la mujer a sus hombres, parecía enfadada por haber sido avergonzada por un error de sus subordinados, luego la mujer se voltea a verlo y de forma muy formal se presenta dejando al muchacho sin palabras mientras observa su figura...

¡VIVAN LAS MILFS CARAJOOOOO!

Ah, no sé preocupe. No es necesario tanto formalidad, apenas tengo 18 jeje-el muchacho estaba avergonzado de haber sido llamado señor pero salió de la celda tranquilamente y escuchó las indicaciones de la Teniente, era bueno saber que su grupo seguía en las instalaciones.

Lamento la confusión, sigo teniendo problemas en mi isla por lo mismo, pero he estado ocupado para andar tras ese tipo y según la Cihper Pool ya anda en su busqueda. Pasaré por mis cosas de salida, fue un honor conocerla, Teniente-tras una reverencia se dió la vuelta para poder ir a donde estaban Illya y Shy pero justo tras dar su primer saltito se encontró con ambos.

Lamento la tardanza muchachos, tuve ciertos inconvenientes, nada serio-que mala impresión había dado Yoshiro, jefe del gremio y llegaba tarde, además, creando alboroto. Illyasbel palmeó el hombro de Yoshiro con fuerza como saludo y mencionó que no le preguntaría más detalles, a cambio le informaría de todo lo que se había perdido hasta ahora.

Cuento contigo Illya. Salgamos a por los cosas y me cuentas en el camino todo. Supongo que tenemos bastante trabajo por hacer-por fin el gremio "Colmillo de Tiburón" estaba juntos de nuevo y tocaba ponerse manos a la obra con la misión.

En cuanto Shy observó que Illyasbabel no parecía estar por la labor de continuar con aquel interrogatorio, se encogió de hombros. Sin alguien que hiciera las preguntas por él, no podría hacer mucho más, de forma que decidió seguir a su compañero en silencio, no sin antes dedicar otra mirada fría a Ibon el Fuerte. Que suerte has tenido. Oh, sí. De haber estado en mis manos, te aseguro que no te habrías ido de rositas. Te habría sacado las respuestas a estocadas. Saben los dioses del Mar que, incluso sin hablar, puedo ser muy persuasivo y hacer que los que están bajo mi cuidado muestren toda la locuacidad de la que son capaces. Espero que me recuerdes, y que aparezca en tus mejores pesadillas. Cuando terminó de formular aquel monólogo interno, se marchó en silencio, siguiendo a su compañero.

Shy maldijo para sus adentros cuando Illyasbabel saludó a un recién llegado: ni más ni menos que Yoshiro, el autoproclamado líder del gremio. Su rostro no mostró ninguna expresión, como de costumbre, pero en su fuero interno se desataba una inaplacable y gélida furia. Cuando Illyasbabel estaba a solas, le resultaba relativamente sencillo controlarle para que no sacase los pies del tiesto. Al fin y al cabo, era muy obediente y solía estar de acuerdo con sus decisiones. Pero cuando se juntaban aquellos dos descerebrados, Shy no podía ni controlarse a sí mismo. Deseó empezar a darse de cabezazos contra la pared del bloque de celdas -incluso de esa manera acabaría con menos dolor de cabeza que siguiendo a aquellos dos cabestros.

-Hm... Saludos -dijo Shy, rezongón.

Illyasbabel no tardó en decirle que acabábamos de dar con un callejón sin salida y que necesitábamos buscar una nueva línea de investigación, a lo que Yoshiro alegremente le dio la venia de guiarle y planificar el trabajo. Shy, algo rezagado a pesar de sus largas piernas, tuvo tiempo de frotarse los ojos con exasperación. Iba a ser una noche muy larga...

La actitud de Ibon lo dice todo. No le gusta Illyasbabel, no se siente cómodo con su presencia y parece más que encantado de que pretenda dejar la celda. Niega con la cabeza y parece que va a añadir algún comentario más, probablemente intentando ser ofensivo, pero se encuentra con la mirada de Shy. El pirata, con un escalofrío visible, desvía la mirada. Parece que la fría mirada del introvertido cazador es demasiado para Ibon. En cualquier caso, dejáis la celda y os reunís con el bueno de Yoshiro, que parece haber pasado por un mal momento con las fuerzas del orden. Ahora, reunidos los tres al fin, abandonáis el G-31 y ponéis rumbo a las callejuelas de Loguetown.

Loguetown no es una ciudades más grandes que se pueden encontrar en este mundo, pero comparada con otros lugares del East Blue como DemonTooth, es una gran urbe con altos edificios y grandes avenidas blancas. Pero vosotros no os dirigís a la parte más bonita de la ciudad, sino a un cúmulo de callejuelas y edificios venidos a menos en la zona este de la ciudad. Encontrar La Jarra de Peltre no es una tarea fácil. Los caminos son laberínticos y aquí y allá os encontráis con callejones sin salida inesperados o con giros que os llevan en una dirección distinta a la que queréis ir. Por suerte tanto Illyasbabel como Yoshiro tienen un buen sentido de la orientación y acabáis encontrando vuestro destino.

La Jarra de Peltre es un lugar pequeño y fácil de pasar desapercibido. El local tienen las ventanas demasiado sucias como para ver bien el interior y la puerta no tiene ningún cartel, solo una jarra de peltre colgada encima del marco. Es un edificio de dos pisos pequeño construido justo pegado al de su izquierda. Con el de su derecha hay un espacio de apenas metro y medio de callejuela. El lugar no parece precisamente la clase de sitio donde uno va a tomarse el café de en medio del trabajo, pero vaya, la clase de sitio que buscáis no es de esa clase. Al abrir la puerta os golpea el olor a tabaco y a aceite quemado. El interior es una estancia pequeña de madera iluminada por varias lámparas de aceite. Hay cuatro mesas y una barra pequeña. El camarero es un hombre de mediana edad, coronilla calva, delgado y con bigote poblado castaño unido a unas pobladas patillas por una línea de barba bien recortada. Dos de las mesas están ocupadas en este momento, una de ellas por dos jujin mitad perro jugando a las cartas, otra por tres humanos: una mujer y dos hombres. Los tres son jóvenes y van vestidos con ropas holgadas. Os miran con desconfianza. En la barra hay una anciana humana de pelo canoso leyendo un periódico sin prestaros atención, mientras fuma de una pipa.

Detrás de la barra podéis ver botellas de licores, pero también un par de tarros con hojas de té de diferente tipo secas, especias y granos de café tostados.

- Debe ser aquí - murmuró a su compañero Shy, señalándole su destino, mientras tanto daba el primero paso. Illyasbabel ingresaba primero, a través de aquella rudimentaria puerta, al bar señalado por la Capitana. Para suerte del viejo aquel ambiente le sentaba a la perfección, algo que podría llamar " Como en casa ". Sus primeros pasos en La Jarra del Peltre fueron acompañados de una media sonrisa y una audaz y desapercibida mirada exhaustiva sobre el terreno. Los jovencitos llamarón su atención pero aún más la barra del fondo. No podía comenzar la misión sin un buen trago primero. A paso lento y confiado, ocultando su mirada bajo el sombrero de paja, alcanzo la barra, una vez allí extendería un breve saludo a la mujer y luego se dirigiría al hombre con bigote. - Buenos días, disculpe caballero, deme la mejor cerveza que tenga... y por favor, un té para mi compañero - Dijo, mientras volteaba unos segundos para observar a Shy.

 Muy tranquilo se sentó a un lado de la barra y encendió un cigarro. Mientras bebía su cerveza dirigió nuevamente su mirada hacia los allí presentes intentando reconocer alguno de los rostros que había memorizado. Según recordaba, Onigiri, uno de los oficiales principales, podría circular por aquellas calles. Luego hizo una pausa para continuar con el cigarro y conversar con quien atendía el Bar. -Buena cerveza, ¿La hacen aquí? - preguntó, intentando sacar algo de charla.  - mi nombre es Illyasbabel... ¿Puedo consultarle algo?, mi compañero y yo somos nuevos en la isla y estamos buscando algo de trabajo... Ya sabe a que me refiero  - Dijo guiñando un ojo y señalando su espada. - Con tal de conseguir unas monedas para continuar nuestro viaje... todo se vale- dijo, intentando sacar algo de información, clara y descaradamente mentía intentando engañar al anciano, con algo de suerte le conseguiría algún contacto criminal.

Shy daba pasos tentativos. Cualquier lugar podía ser el escenario de una emboscada. Si Ibon el Fuerte estaba a un nivel similar que el resto de sus compañeros, aquella empresa prometía ser verdaderamente arriesgada. Además, estaban dando palos de ciego en territorio enemigo. Incluso si había trabajado en el submundo criminal de Loguetown, Shy no conocía a todos los grupos que operaban en aquel feudo de malhechores.

Al pasar al interior de la Jarra de Peltre, Shy tuvo tiempo de escudriñar el lugar con los cinco sentidos. Illyasbabel parecía no haber tomado la misma preocupación, y se dirigía a la barra con la confianza de un parroquiano habitual. Shy permaneció lejos de la barra, tomando asiento en una de las mesas desocupadas, sin fijar su mirada en ninguno de los que ocupaban el lugar -había tenido tiempo de sobra para captar la información superficial de estos al entrar-. Se cruzó de brazos y observó a su compañero, preparado para acometer cuando fuera necesario. 

Con absoluto desparpajo, Illyasbabel pedía bebidas y se movía como si estuviera en un lugar que ya había visitado. No podía culparle. Si bien podían haber entrado en un antro que fungiera como base de operaciones de una banda -lo que delataría a Illyasbabel, alguien ajeno que se comporta con demasiada confianza-, la alternativa, parecer demasiado ansioso, podía resultar fatal. No querían atraer más miradas de las necesarias. Solo por eso, Shy se abstuvo de sacar su ovillo de lana y ponerse a tejer mientras esperaba, optando en su lugar por reclinarse en la silla un poco y quedarse mirando fijamente a un punto indeterminado de la sala.

En materia de sutileza, a veces Illyasbabel dejaba bastante que desear. Lo que acababa de hacer en la barra era más bien propio de criminales muy aficionados, en lugar de los auténticos señores del crimen a los que perseguían. Pero, en fin, ¿qué podía hacer? ¿Pronunciar tres palabras antes de trabarse y quedarse mirando sus sandalias, avergonzado? Desde luego, aquel burdo intento de obtener información era mejor que nada. Aun así, Shy fingió juguetear con sus pulgares, ocultando sendas manos bajo la mesa, lo que le serviría para sacar sus agujas discretamente si la cosa se torcía. Y, como de costumbre para aquel alocado trío, eso pasaba demasiado a menudo.

Yoshiro recogió sus cosas en la salida para poder irse con su equipo, necesitaba tener puesto su armadura, sus nudilleras, su mochila y su caparazón de tortuga o se sentiría desnudo (casi literalmente) hasta la taberna que la Capitana les había recomendado. Aunque las calles de Loguetowm no se comparaban con las de DemonThooth, la pequeña Villa Shimotsuku no le llegaba a los talones a la metrópolis que se enfrentaban, aún así, la habilidad de Yoshiro e Illyasbabel de orientarse los ayudó a lograr no perderse en ese laberinto de asfalto.

Buena suerte a ambos-Yoshiro dejaría que Illyasbabel y Shy se encargaran de la negociación, confiaba en la experiencia del viejo para convencer a otros y el porte intimidante pero sereno de Shy.

Yoshiro se quedó afuera e intentaría rodear la taberna para analizar la zona, de hecho, usaría su poder de detección (haki de observación) para encontrar alguna fuente de energía grande o alguna amenaza oculta pero con sentimientos asesinos.

Percepción II

kenb401

KENBUNSHOKU

Haki básico

Tier 4

21/10/2024

7

2

Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].

Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]

Yoshiro también estaría atento a lo que ocurriera dentro de la taberna, en el caso de que alguno intentara escapar lo interceptaria o si empezaba una pelea (ojalá esta sea la última opción) entraría a la taberna como un arma sorpresa.

Inventario

Nudilleras T4 (muñequeras)
Nudilleras T3 (tobilleras)
Escudo T2 (Caparazón de tortuga protege la mochila)
Bufanda Trenzada
Mochila T1:
Antidoto T1
Botiquín T2
Pizza 4 quesos
Pizza Peperoni
Pizza Margarita
Granada

Personaje

Estadísticas de Yoshiro:

70 FUE | 40 RES | 7 DES | 7 PUN | 40 AGI | 55 REF | 71 VOL | 0 CA

Vitalidad: 1037
Energía: 494
Haki: 355
Nivel: 12

El ambiente en el interior de la taberna es cuanto menos inquietante, con esa luz tenue y anaranjada que proyectaba largas y oscuras sombras en los rostros de todos los presentes, era como si la luz actuara con timidez en aquel lugar. El par de cazadores abrió la puerta del local con cierto aire de confianza, al menos por parte de Illyasbabel, que caminó hasta la barra del fondo como si estuviera paseando por su casa. Tanto el dúo de jujins como los tres jóvenes posaron sus ojos en ellos al verles pasar, unas miradas breves y sutiles, pero curiosas. El lunarian le dedicó un saludo a la anciana que disfrutaba de su periódico, y aunque en un principio no le prestó atención, le dedicó un gesto con la mano al ver que tenía una buena educación. Por otro lado, Shy había decidido no ser tan atrevido, así que tomó asiento en una de las mesas libres. Tratando de pasar desapercibido, como si la atención le incomodase, no dijo nada, simplemente se puso a tejer de manera disimulada mientras su compañero se encargaba del hombre de la barra.

— Buenas, marchando. — Respondió, sin dar demasiado pie a la conversación. En seguida tomó una buena jarra y comenzó a verter cerveza fría en su interior. Era lo más rápido de preparar, así que pronto, Illyasbabel pudo disfrutar de su bebida mientras ahora el camarero se disponía a meter una bolsila de té verde en una de las tazas que tenía a sus espaldas. Ya tenía agua caliente preparada, así que mientras las hojas esparcían su sabor al agua, el camarero le llevó la taza a Shy, en su mesa. Sus pasos eran calmados y pesados a pesar de que era un hombre más bien delgado, pero imponía cierta presencia, al fin y al cabo, era el dueño de la taberna. — Aquí tienes. — Le dijo en un tono neutro antes de volver tras la barra.

Continuó con lo que estaba haciendo antes de que los cazadores llegasen, limpiando unos cuantos vasos usados con cuidado, parecía ser un hombre que le ponía esfuerzo a toda cosa que hiciera. Hasta que fue interrumpido por Illyasbabel, quién parecía interesado en mantener una rápida conversación. Lo cierto es que al camarero y dueño del local le resultaba extraño que aquellos dos, siendo compañeros, no se hubieran sentado juntos después de pedir lo que les correspondía. Ahí ya empezó a sospecharse que quizás, es que querían algo de él. — Originaria de Loguetown, así es. Pero no estás aquí por la cerveza, ¿verdad? — Y es que era un hombre avispado, y nadie se metía en una taberna tan cochambrosa como esa solo por disfrutar de la bebida local. El lunarian no tardó en desvelar parte de sus intenciones, sin decir concretamente a quién buscaba, dejó claro que estaba interesado en algún trabajo sucio. El camarero soltó un bufido, y la anciana en la barra dejó un momento su periódico sobre la mesa. — La juventud no pierde el tiempo, Rufus. — Soltó con una vocecilla temblorosa debido a su edad, aunque conservaba un tono pícaro a pesar de todo. Rufus se echó una buena risa ante la ocurrencia de la mujer, una vieja clienta. — Hay que ganarse el pan, ¿eh? — Comentó con un tono de broma. Volviendo su atención de nuevo a Illyasbabel, procedió a analizar al lunarian con la mirada, afilando los ojos, como si intentara ver a través de su carne. Primero a él, y después a Shy. Sí, quizás podrían servir. — Shilvan, creo que estos tipos quieren hablar con vosotros. — Alzó algo más la voz, dirigiéndose a uno de los humanos que estaban en la mesa, concretamente, a la mujer.

Shilvan estaba sentada en medio de sus dos hermanos, era la única que bebía una infusión, en lugar de cerveza, como ellos. Y las armas de los tres descaban a sus espaldas, contra el respaldo de las sillas. La mujer le dio un sorbo a su té antes de dirigirse a Illyasbabel; no le había quitado el ojo de encima desde que entró. — Acércate. Y tu amiguito también, venga, no mordemos. — Les invitó a sentarse en los asientos que quedaban libres de su mesa, parecía dispuesta a negociar. Su temple era sereno, tan calmado que parecía inquietante. Justo lo contrario a sus dos hermanos, que tenían pinta de llevar bebiendo unas horas. — ¿Cómo se que puedo confiar en vosotros? No ofrecemos trabajo a cualquier desconocido que lleve espadas. — De armas no escaseaban, precisamente. Arqueó la ceja derecha, analizando la situación. — ¿Quiénes sois? ¿Cómo os llamáis? ¿Sois de aquí? ¿A qué os dedicáis? Dadme un motivo por el que deba daros trabajo a vosotros y no a alguno de mis hermanos. — Shilvan tenía claro lo que quería, lo que buscaba, y sabía que no iba a encargarle nada a alguien que pudiera cagarla, porque luego le tocaría a ella arreglar los desperfectos, y odiaba perder el tiempo. Los dos hermanos se mantuvieron en silencio, bebiendo de sus cervezas, observandoos con curiosidad.

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Off

¡Buenas! Como ya os avisé por discord, ahora yo seré vuestra narradora. Cualquier duda, podéis preguntarme por ahí.

He obviado el post de Yoshi, pues ha vuelto a irse del foro. Como no llega a entrar a la taberna, podéis decir que simplemente desaparece.

NPCs

Shilvan

Marcus

Ablion

Contenido Oculto

Shilvan se queda mirando a Illyasbabel desde el principio, y es que le suena su cara. Como si hubiera escuchado hablar de él. Lo mismo con Shy, aunque se centre más en Illyasbabel por su forma de llamar la atención. Esto se debe a la reputación que tenéis ambos, de Rumor: "Raro es que salgas a la calle y no te miren, te han visto en periódicos y saben de ti.". Aunque aún duda de si su intuición es cierta o no. Cualquier dato que pueda revelar sus identidades, hará que Shilvan sepa que sois cazadores de recompensas famosos.

Estaba sediento, por lo que de un sorbo bebería la mitad de la cerveza, - Exquisito - murmuró. Se alegro por el cordial gesto de camarero que llevo el té hasta la mesa de su compañero, no le hizo falta ni levantarse de su asiento.  - Estas en lo cierto, sabe bastante bien he! he! - respondió. Mientras tanto encendió un medio cigarrillo que conservaba en el bolsillo de su camisa. - Me halaga con sus palabras señora - respondió algo avergonzado, aunque a decir verdad, la anciana si que le sacaba unos cuantos años. Luego volteó su mirada al camarero, - Así es caballero, disculpe ser tan entrometido, pero es en la manera en que trabajamos, ¡sin vueltas!  he! he! - exclamó mientras bebía. ¿Shilvan? pensó, no recordaba ese nombre, pero quizá fuera parte de la tripulación, caso contrario, seguiría indagando.

 Illyasbabel volteó, aún sentado en su asiento, para identificar a la mujer, y luego de un timido saludo a la distancia, aceptaría la invitación. El viejo cuervo agradeció el contacto provisto por el camarero y llenó una vez más su jarra. - Muchas gracias caballero, tomé - dijo, mientras dejaba unas monedas en la barra y se retiraba de su asiento. - Buenas tardes señorita - dijo, en cuanto se hubo acercado, - No le haga caso a mi compañero, es algo tímido - dijo, esperando que ignoraran a Shy, que parecía más a gusto en su lugar. - Vera señorita Shilvan... estas espadas que usted ve aquí, nunca han visto la derrota - mintió, claro que había perdido unas cuantas veces en su vida, pero su arrogancia le impediría menospreciarse. - Mi nombre es Illyasbabel y nos encargaremos de solucionar cualquier problema que usted tenga... ¿Qué le parece? - respondió entusiasta y totalmente confiado. - Evítese problemas a usted y a sus hermanos, con tan solo un mínimo pago podemos poner en orden cualquier problema - dijo, mientras se arrimaba aun más a la mesa para luego sentarse a un costado de ellos. Una vez sentado junto a ellos continuó bebiendo de su cerveza y pitando de su cigarro, por su físico, ninguno de ellos parecía ser un oficial ni la misma Lagunta, por lo que se tomaría algunas libertades . - De hecho, nos ha llegado el rumor de que una banda andaba teniendo problemas con la marine y estaban buscando nuevos miembros... pero solo son rumores de borrachos... he! he! - dijo mientras pitaba. - En ese caso mi compañero y yo somos hábiles combatientes,  y por sobre todo, muy estrategas... - mintió una vez más, lo de combatientes si que era cierto pero Illyasbabel no tenía ni un pelo de estratega.