¿Sabías que…?
... el Reino de Oykot ha estrenado su nueva central hidroeléctrica.
[Aventura] [Aventura - T2] La bestia y la Caza
Alistair
Mochuelo
Tus primeras palabras intercambiadas con los encargados de la carreta parecen haberles dibujado una sonrisa en el rostro, más que satisfechos de saber que la persona a quien estaban encomendando sus vidas se trataba de una persona tan afable como profesional en la ejecución de sus tareas. Tanto así que ambos abrieron sus ojos como platos ante la mención de la entrada que habías realizado, acreditando aquel accidente "natural" a las fuerzas de la naturaleza o un cargamento descuidado en una ruta cercana. Por supuesto que se pegaron un susto cuando lo vieron suceder, pero al conocer la verdad, no contaban con la suficiente mala leche (ni con el coraje, no nos vamos a mentir, el espadón intimida) para reclamarte sobre ello en lo absoluto. Al contrario, el hombre parece restarle importancia casi inmediatamente. 

¡Oh, no no! No tiene que preocuparse por eso, señorita. Es verdad que ha sido algo inesperado, pero lo importante es que ambos estamos ilesos Además, en esta linea de trabajo se ve cada cosa... Esto es casi una ocurrencia de todos los días. ¡Juijuijuijui!— Una risa de los mas peculiar rompe con el silencio circundante e inunda la zona en dos parpadeos, extravagante como pocas. ¿Qué era este mundo sin una risa que te hiciese arrugar la nariz aunque sea un poco? —Estamos hablando de dos personas completamente diferentes, señorita.— Aclara rápidamente, intentando esclarecer el lugar de pertenencia de los dos nombres mencionados. —Ambos son viejos conocidos míos... Bueno, de sus padres, en realidad. Pero yo nunca me dediqué a esas cosas de los negocios. Demasiados números, e impuestos, contratos, dolores de cabeza... Bah, lo odié desde que mi padre intentó enseñarme sobre eso.— Parece un hombre que tiene un cierto desden por el tema, pero mas importante, que habla hasta por los codos cuando no se le tiene a raya y se le entabla siquiera un atisbo de conversación. 

Frederick es el Jujin, señorita. El que tiene las orejas de roedor. Imagino que tiene un problema con que digan esa palabra o "rata", porque se pone de mala hostia muy rápidamente cuando hacen la mención, con ciertas excepciones. Muy buen chaval también, bastante apasionado, aunque aún necesita acumular experiencia de vida para controlar sus emociones.— Casi sin respirar, toma un pequeño aliento y continúa. —Wheatley es quien seguramente conversó directamente con usted. Bajito, un poco pasado de peso, buena genética para el vello facial pero pésima para la cabeza y con un gusto desmedido por las tortillas de papa. En la asociación alegan que no hay ningún líder para mantener igualdades, pero él es el líder de facto de la asociación que llevan en el bazar, es quien más le ha puesto empeño y quien suele llevar la parte mayoritaria de las tareas. El pobre últimamente no ha estado bien de los nervios con todo este tema... Como todos se conocen de hace tiempo, la sospecha de un traidor le estará pesando muchísimo. O al menos algo por esos lados me comentó la última vez que hablamos por el Den Den.— Claramente se ve preocupado con todo el problema mencionado, pero no hay mucho que puedas hacer al respecto desde la posición en la que te encuentras. El papel que estás cumpliendo en este preciso momento ya tiene el suficiente peso como para levantar el de él aunque sea por una tarde, y si te involucrarás con ellos más a fondo o continuarás por tu camino, eso es algo que no está por determinarse hoy. 

El gesto que realizas hacia la chica no pasa desapercibido, y aunque inicialmente parece mostrar un pequeño sobresalto, se limita a ondearte la mano con una sonrisa dulce; parece que se lo ha tomado de una manera bastante casual, o amistosa si prefieres el término. Es una chica centrada en su trabajo, y detrás de un aparato vocal incapaz de pronunciar siquiera la mas simple de las palabras se ocultaba toda la vida de una persona que había necesitado dejarse las manos en trabajos muy por encima de sus capacitaciones, todo fuera para conseguir el pan de cada día y una generosa recompensa adicional. Cada ser vivo era un mundo, y conocer cada uno de estos mundos tomaría una eternidad. 


Finalmente, tras el corto tramo que queda del viaje, puedes divisar a la distancia el objetivo, además de escuchar un profuso suspiro de alivio proveniente de las dos personas a quienes te has encargado de proteger desde el momento que los encontraste. Un trabajo más que excelente, exitosamente completado y uno que además ha resultado como una novedad en la bitácora de los dos encargados: Por una vez en varias entregas, el cargamento ha llegado a salvo y las fuerzas de seguridad acompañándolos no han salido patéticamente derrotados. Por fin han dado guerra a los insistentes asaltantes. 

Uno de los dueños del lugar, quien ahora sabes que su nombre es Wheatley, no tarda en acercarse a toda prisa hacia ustedes, encontrándose a medio camino. —¡Oh, no tienen idea de cuánta alegría me produce ver que todo ha salido perfectamente! ¡O puede que tengan una muy buena idea, conociendo lo que estaba en juego!— El hombre habla en un tono tan efusivo que casi se siente completamente fuera de personaje, desalineándose de su lengua verbal y corporal usual. Sobra decir que está increíblemente alegre de ver que su negocio no caerá, que la amenaza de los bandidos puede ser repelida y de que aquellas dos personas conocidas han vuelto una vez más en una pieza. Si no fuese por la insistencia del hombre mayor en una instancia previa a tu llegada, Wheatley hace tiempo hubiese cambiado de conductor por temor al riesgo que podían correr sus vidas.

El hombre no tardó en atrapar tu mano y estrecharla con una energía envidiable, sacudiéndola de un lado a otro, incapaz de aplicar cualquier tipo de restricción en sus expresiones corporales. Si lo anterior no te ha bastado para confirmar el desborde de emociones positivas que el hombre siente en este momento, está de más decir que esta prueba es fiel demostración de las mencionadas emociones pasando por su mente. Sin demora, de su bolsillo remueve un bloque de billete firmemente sujetos por una tira de papel en el centro, todos de alta denominación, para llegar a un generoso valor por tus servicios, una suma incluso mayor de lo que pagarían a un mercenario común e inclusive a un cazarrecompensas. El hombre ha quedado contento con el servicio, y no duda en recompensar a quien se lo merece. Más en tiempos de crisis con esos. 

Aquí tiene, señorita Sowon. No hemos acordado de manera formal una cifra, pero he puesto en el pago el coste promedio de los servicios contratados y un bono adicional para promover que continúe ayudándonos con nuestros recados cada vez que tenga disponibilidad. Si se ve incapaz de estar presente en Kilombo, el contacto de un asociado a su nivel sería más que perfecto. ¡En cualquier caso! Muchísimas gracias por hacer esto posible, señorita Sowon.— Con un nuevo estrechón de manos, esta vez mucho mas mesurado, el hombre te da la despedida para que puedas regresar a tus andanzas. Has hecho la diferencia, y para esas tres personas, eso tendrá importancia por más tiempo del que muchos darían crédito. Gracias a ti, aquellos mercaderes podrán continuar con sus negocios con una nueva determinación para seguir adelante. Aún queda el problema del traidor, por supuesto, pero solo el tiempo dirá el rostro de la persona que busca hundir el negocio por beneficio personal. 

Off
#11
Sowon
Luna Sangrienta
La Oni sonrió ante la mención de que aquello era algo de todos los días, curioso que ver a una mujer tan alta con cuernos cayendo en picada tras unos bandidos fuese común de ver pero a lo mejor el anciano había visto incluso cosas más sorprendentes. En sus tierras se decía que los grandes guerreros sabían más de la batalla por la vejez, ya que lo habían visto todo y habían soportado heridas de todo tipo ante las grandes amenazas que alguna vez tuvieron que detener. La voz del anciano en cierta medida era refrescante, cada dato que le brindaba ayudaba a armar un rompecabezas en su mente, los nombres nunca se le daban bien pero si los rostros.

— Oh si, recuerdo que algo se movió dentro suyo cuando le llamaron ratas a los criminales, aunque pensé que no quería ser relacionado con gente como esa. Ya sabe, parece un hombre honrado y por mucho que te parezcas a un animal no quisieras ser relacionado a esa calaña. Sé lo que se siente pero aprendes a convivir con las comparaciones... —

Su voz era honesta pero directa, a ella siempre le habían comparado con demonios, maldad y otras cosas por su estilo de combate. Algunos le llamaban una bestia que solo buscaba destruir, sin embargo, la rubia era mucho más que esa coraza alimentada por leyendas hasta resultaba agradable cuando le llegaban a conocer. Tenía su temperamento, era una luchadora feroz pero tenía sus objetivos claros una vez que la misión iniciaba si bien sus acciones pudieran percibirse como cierta imprudencia.

— Es verdad, parecía muy necesitado cuando me contactó y me dejó en claro que lo primordial era llevarlo a usted, a la señorita y a la carreta a salvo lo más enteros posibles. Espero que pueda tener un respiro ahora que todo el cargamento llega a destino, a lo mejor esto consiga hacer que el traidor reconsidere su postura y trabaje codo a codo con el Bazar. —

La mujer pareció optimista, su impresionante intervención seguramente había dejado a los bandidos sin ganas de robar en al menos una buena temporada lo que le daba tiempo a Wealthy de concentrarse en el negocio y hacer que todo prospere. Incluso sin que el traidor debiera confesar las cosas, era la oportunidad de redención para que todos remasen en la misma dirección con un bazar que apuntaba a ser el gran punto comercial de la isla en un futuro no muy lejano. Las personas de ese lugar parecían esforzarse en prosperar, no se notaba demasiada diferencia con otros lugares y como siempre no todos nacían para lo mismo, aunque ver a una chica muda trabajando en transportar mercancías le hacía cuestionarse si aquello fuese lo que esta deseaba para toda la vida.

— ¡Sanos y salvos! La mercancía completa y los bandidos asustados. —

Sonrió mientras su mano era agitada con efusividad, sentía que era el primer momento de genuina felicidad en la vida del hombre al menos en mucho tiempo y lejos de ofenderse por el gesto le resultaba algo gracioso ver esas manos tan pequeñas a comparación de la suya envolverle en un efusivo apretón de manos. Tomó la paga sin molestarle la cantidad, el trabajo había sido de cierta manera divertido y si bien la batalla no había sido tal, todo había salido mucho mejor de lo que cualquiera pudo esperar. Sin un rasguño, con la entrega realizada y un bazar satisfecho que en un futuro podría darle más trabajo.

— No dude en llamarme, puede que esté lejos de aquí cuando llegue el invierno, no me agrada mucho el frío pero conozco personas que podrían estar interesadas y cuando regrese la primavera me verá nuevamente. —

Expresó con una gran sonrisa antes de comprobar todo una vez más y proceder a retirarse con la satisfacción de un trabajo bien hecho. A lo mejor el futuro volvería a enlazar su camino con los del bazar, era el inicio de una relación de negocios que esperaba aprovechar para que su nombre fuese más reconocido en el popular del pueblo. Era un camino que estaba orgullosa de construir, paso a paso con los clientes satisfechos y el bolsillo lleno.
#12
Moderador Doflamingo
Joker
¡RECOMPENSAS POR AVENTURA T2 ENTREGADAS!


Usuario Sowon Shinozaki
  • Berries: 43.400.000 -> 44.400.000 (+1.000.000)
  • Experiencia: 3928.43 -> 3988.43 (+60)
  • Nikas: 95 -> 105 (+10)
  • Reputación: +20 Reputación Positiva

Narrador Alistair Morgan (Aprendiz)
  • Berries: 135.527.500 -> 136.027.500 (+500.000)
  • Experiencia: 3750.71 -> 3810.71 (+60)
  • Nikas: 2 -> 14 (+12)
  • Cofres: +Cofre Gigante

    [Imagen: 95fa77531754675c202aa20ac4047d602acade5e.gif]
#13


Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 9 invitado(s)