Vina y Greta
Somos La Salsa
27-08-2024, 02:32 AM
Las horas transcurrieron con calma mientras el pequeño barco avanzaba con firmeza hacia su destino. Vina y Greta trabajaban en perfecta sincronía, demostrando la coordinación impecable que solo los lazos fraternos pueden lograr. La eficiencia en sus movimientos era evidente: mientras Greta se encargaba de alimentar a Kael con frutas frescas y nueces, Vina preparaba un té herbal en una pequeña olla a bordo. El aroma del té se esparcía por el aire, creando un ambiente relajante que ayudaba a suavizar la tensión acumulada durante el rescate.
—Aquí tienes, Kael —dijo Greta, entregándole un bol con frutas y una botella de agua—. Toma esto para reponerte. No hace falta que hagas nada más por ahora. Solo descansa.
Vina se acercó con una sonrisa tranquila, sosteniendo la taza de té con cuidado.
—Estamos en camino hacia nuestro barco principal —explicó Vina—. No tienes que preocuparte por nada. Nos encargaremos de todo. Este té te ayudará a relajarte y a recuperar fuerzas.
La coordinación entre las hermanas era evidente en cada movimiento. Greta, con su actitud práctica, se ocupó de asegurarse de que Kael tuviera suficiente comida y bebida, mientras Vina, con su enfoque meticuloso, se encargaba de ajustar las velas y mantener el timón firme. Su capacidad para trabajar juntas sin palabras adicionales reflejaba años de experiencia y un profundo entendimiento mutuo. Las gemelas continuaron con su labor, manteniendo el rumbo firme y asegurándose de que el barco avanzara sin problemas. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, y la silueta del barco principal se hacía cada vez más visible en la distancia. Con la llegada al barco principal a la vista, el viaje prometía concluir con éxito. El día había sido largo y agotador, pero la organización y la profesionalidad de las hermanas habían garantizado un final seguro y tranquilo para Kael.
—Aquí tienes, Kael —dijo Greta, entregándole un bol con frutas y una botella de agua—. Toma esto para reponerte. No hace falta que hagas nada más por ahora. Solo descansa.
Vina se acercó con una sonrisa tranquila, sosteniendo la taza de té con cuidado.
—Estamos en camino hacia nuestro barco principal —explicó Vina—. No tienes que preocuparte por nada. Nos encargaremos de todo. Este té te ayudará a relajarte y a recuperar fuerzas.
La coordinación entre las hermanas era evidente en cada movimiento. Greta, con su actitud práctica, se ocupó de asegurarse de que Kael tuviera suficiente comida y bebida, mientras Vina, con su enfoque meticuloso, se encargaba de ajustar las velas y mantener el timón firme. Su capacidad para trabajar juntas sin palabras adicionales reflejaba años de experiencia y un profundo entendimiento mutuo. Las gemelas continuaron con su labor, manteniendo el rumbo firme y asegurándose de que el barco avanzara sin problemas. El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, y la silueta del barco principal se hacía cada vez más visible en la distancia. Con la llegada al barco principal a la vista, el viaje prometía concluir con éxito. El día había sido largo y agotador, pero la organización y la profesionalidad de las hermanas habían garantizado un final seguro y tranquilo para Kael.
Seguimos aquí.