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Anko
Médica Despiadada y novia de Giorno
19-11-2024, 10:57 AM
La fuerte voz de Anko despertó a Rocket de su pequeña y placentera siesta, indicándole que la comida estaba lista. Con movimientos gráciles, la joven colocó el pequeño plato que albergaba el pescado en la mesa, frente al mapache que había rescatado horas antes. El olor era exquisito, no se podía decir que era la mejor comida del universo, pues la cocina no era el fuerte de la peli marrón, pero se esforzaba en cocinar cuando lo hacía.
Rocket se quedó observando el plato frente a él mientras halagaba el olor de la comida, generando un leve sentimiento de orgullo en Anko para con ella misma, claro que sí. Por su parte, ella se acomodó para sentarse en una silla frente a Rocket, ella no cocinó para su persona en esa ocasión pues su apetito no era elevado. Sus ojos oscuros y perezosos hicieron un gesto sutil hacia abajo para que el mapache comenzará a comer — Anda… Con confianza — Dijo con su tono aburrido mientras esperaba con curiosidad a que el animal diese el primer bocado, aunque no lo demostrara, claramente estaba esperando la opinión sobre su comida.
En ese momento, Anko quiso responder a la pequeña broma que Rocket había dicho antes de que ella se adentrara en la cocina — Y sobre lo de que dijiste de mi padre… Supongo que no se enojaría… Talvez sea porque nunca me ha interesado algún chico… — Habló con total sinceridad, a ella no le había llamado alguien la atención desde que tenía memoria, pero eso no quería decir que no le gustaban los hombres y que le tiraba para el otro bando, pero influía mucho el hecho de que siempre se la pasaba entrenando y no tenía tiempo para buscar una cita, además de que su personalidad nunca fue tan femenina como las de otras chicas de su edad.
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Rocket Raccoon
Rocket
28-11-2024, 07:27 AM
'Mierda…' No pude evitar maldecir internamente mientras mis orejas se inclinaban casi por reflejo hacia atrás, como si eso pudiera frenar la vergüenza que me golpeaba con fuerza. ¿En serio había prestado atención a esa tontería del novio? Vamos, ¿quién escucha algo así y decide quedarse con el detalle en lugar de dejarlo pasar como ruido de fondo? Pero ahí estaba, su respuesta directa como una flecha al centro de la incómoda cuestión. Mientras trataba de mantener la compostura, sentí cómo el calor subía rápidamente a mi rostro. Mis mofletes, traicioneros como siempre, adoptaron esa odiosa tonalidad rojiza que no sabía disimular en momentos como este. Encima, tenía la mitad de un pescado en la boca mientras agarraba su cola con la mano, lo que me hacía parecer más un caricaturesco animalillo sorprendido que alguien capaz de manejar la situación.
¿Por qué no podía simplemente olvidar el comentario? Eso también me habría servido, y me habría ahorrado este bochorno monumental. Pero no, claro que no. Mi nariz comenzó a sudar como si acabara de correr un maratón, y mis pupilas, dilatadas por la vergüenza, parecían gritar un silencioso: '¡Tierra, trágame ahora mismo!' Pero en lo más profundo de mi ser, ahí, sabía que eso no iba a pasar y que no iba a ser posible. Intenté responder, pero el pescado seguía siendo un obstáculo, y lo único que salió fue un extraño sonido ahogado que no ayudó en absoluto a salvar mi dignidad. Genial. Realmente genial.
-Jejejejej… jejejeje.- ¿Eso era una risa? Hasta yo me preguntaba si ese extraño sonido había salido de mi garganta o si alguien más estaba intentando sabotear mi ya cuestionable dignidad. La situación estaba oficialmente fuera de control, y por alguna razón, mi cerebro decidió que lo mejor era tragar el resto del pescado de un solo golpe. Gran idea, Rocket. Seguro esto mejorará todo. Con un gesto casi automático, me di cuenta de que había utensilios junto al plato. Claro, ahí estaban, brillando y burlándose de mí en su quietud metálica. Pero no, ¿para qué usarlos? Había optado por comer como el mapache que soy, a mano limpia, a medio masticar y directo al estómago. Porque claro, la sutileza nunca ha sido mi fuerte.
-¿Por suerte yo no soy un chico, eh eh? Joder eh.- Le solté, acompañando mis palabras con un guiño tan exagerado que probablemente debió parecer más un espasmo ocular. Creí que eso suavizaría las cosas, porque claramente, arrastrar más vergüenza a esta situación era la mejor estrategia. -Chico... osea chico humano pues. Tengo bolas y eso, ¿las viste no? Joder eh. Soy un, macho, pues... joder eh- Esto no solo era embarazoso; era un auténtico espectáculo. Me merecía un premio por mi impecable capacidad de convertir un momento incómodo en un circo. Un diez para el mapache. Bravo. 'Si no le gustan los chicos, ¿le podría gustar en mapache?' Ahí seguía, divagando como siempre.
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Anko
Médica Despiadada y novia de Giorno
06-12-2024, 10:55 AM
La reacción nerviosa de Rocket, porque sí, era fácil deducir que el pequeño mapache estaba nervioso, hizo que Anko soltara una sutil risita mientras lo observaba detenidamente con sus ojos oscuros y perezosos — Claro que las vi, estabas totalmente tendido en el suelo cuando te encontré, negar que las vi sería una tontería ¿No crees? — Aparentemente, los integrantes de la raza Mink solo eran diferentes a los humanos en el aspecto físico, pues en lo demás se podría decir que eran completamente iguales, una deducción que la peli marrón hizo al ver la reacción de Rocket.
— Bueno, no te pongas nervioso y dime ¿Qué tal la comida? — Preguntó para aligerar un poco el ambiente que se había generado por si repentino interés en la pregunta sobre chicos de Rocket. Pero la pregunta también tenía la intención oculta de, precisamente, conocer la opinión de su invitado animal sobre su comida, como ya se sabe, Anko no es la experta cocinera, pero siempre tiene ese sentimiento de competitividad en todas las actividades que realiza, por lo que es normal que quiera convertirse en una buena cocinera, aun cuando su sueño no sea ese.
— Venga, sin pelos en la lengua… Dime tal cual lo que piensas, no me sirve una crítica amable jeje — El tono en su voz era retador, como a cualquier persona, no le gustaba que la criticaran pero entendía que una crítica constructiva podría ayudarle a mejorar en el campo gastronómico — No es una gran receta, es solamente pescado, pero el sazón con el que un plato se elabora puede convertirlo en el mejor platillo — Había que admitir que no sabía exactamente qué estaba diciendo, pero quería verse como una experta en la teoría, ya que esa información la solía decir su madre cuando aún estaba viva y preparaba la comida en la casa.
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Rocket Raccoon
Rocket
07-12-2024, 01:08 AM
Acabas de conocer a alguien, probablemente más joven que tú. O al menos eso parecía. Aunque, pensándolo bien... ¿qué edad tengo yo? Una duda existencial interesante, pero no era el momento de filosofar. La situación en frente de mí requería toda mi atención y un poco de terapia posterior, probablemente. Estábamos hablando de mis bolas. Sí, eso mismo. ¿Cómo llegamos aquí? Bueno, la vida de un mapache parlanchín es impredecible, pero esto era un nuevo nivel de desastre social. Ahí estaba yo, mirando fijamente a una joven con un pescado aún colgando de mi boca. Mis ojos, más abiertos que una tienda de conveniencia 24/7, reflejaban puro horror y autoconciencia.
Anko, la testigo de esta tragedia, había confirmado lo que ni siquiera quería saber: ella había visto mis bolas. Literalmente, las mencioné en una broma que, en mi cabeza, sonaba graciosa. Pero la realidad me golpeó más fuerte que un ladrillo: ahora mis "nobles partes" ya no eran tan íntimas como me habría gustado. Imagina el recuerdo que esta chica se llevará consigo para el resto de su vida. No será el heroico mapache que combatía el mal ni el brillante estratega de un escape magistral. No. Será "el mapache parlanchín cuyas bolas rebotaban alegremente de un lado a otro". Un legado impresionante, sin duda.
¿Podría arreglar esto con algo de dignidad? Difícil. Aunque, siendo honestos, si iba a quedar como una anécdota embarazosa, al menos sería la mejor anécdota embarazosa posible. Total, mis bolas ya estaban en la conversación, ¿qué más podía pasar?
Pues, lo que ocurrió después no estaba, ni por asomo, en mi lista de cosas esperadas. Pasaron un par de minutos, aunque a mí me parecieron horas, y mi semblante seguía siendo el mismo que cuando me enteré de que la chica, efectivamente, había visto mis dos perlitas.
El corte de pescado, debo admitirlo, tenía buen sabor. Pero ahí estaba, deslizándose lentamente de mi boca, como si fuera un tobogán hacia el desastre. Las gotas de baba seguían la misma ruta, cayendo con una precisión casi artística sobre la mesa, formando un pequeño charquito que parecía un homenaje a mi estado emocional. Estaba congelado, una estatua viviente de la humillación y la confusión.
¿Es posible desmayarse sin caer ni cerrar los ojos? No lo sé, pero estaba peligrosamente cerca de descubrirlo. Mi mente era un torbellino de pensamientos inútiles mientras intentaba procesar la situación: '¿Cómo pasó esto?', '¿Por qué pasó esto?', y más importante, '¿Cómo me bajo de esta montaña rusa de vergüenza?'.
Por otro lado, y esto es solo una teoría, quizás el narrador esté usando todo esto como una distracción. Tal vez la verdadera trama aquí es que Anko quiere saber si su pescado está bueno o no está bueno. Y pues, esto nunca lo sabrá jeje. Pero la audiencia, sí. Estaba, uhm... bueno, si es un poco… meh. Sí, sabroso, claro, pero ¿inolvidable? No. De hecho, podría decirse que mi crisis existencial era más entretenida que su sazón.
¿Quién necesita estrellas Michelin cuando tienes un mapache literalmente paralizado frente a ti? Anda, dale unos golpes a ver si reaccion o que.
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Anko
Médica Despiadada y novia de Giorno
18-01-2025, 06:40 AM
La muchacha esperó pacientemente a la respuesta de Rocket, quería saber que tal estaba su platillo y saber en qué podía mejorar, pero en lugar de eso solo pudo observar a un mapache paralizado, que masticaba y tragaba la comida como si nada, sin decir una sola palabra. La acumulación de saliva en la mesa hacía que Anko solo observara la escena con detenimiento, los minutos pasaban y la opinión del mapache no llegaba. Talvez estaba en shock por la mención de sus bolitas peludas, si eso debe ser, lo sabemos todos, pero, para la joven, sólo era una suposición.
Tragó saliva de forma deliberada, la situación se había vuelto algo tensa y el ambiente estaba algo pesado, un cambio abrupto para el ambiente amigable que había antes de que Rocket abriera su hocico para mencionar su broma y Anko abriera la boca para confirmar que efectivamente le había visto hasta el alma. Pero alguien debía romper el hielo, alguien debía ser el héroe que logra calmar el ambiente y en vista de que el mapache hablador no lo haría, tendría que ser ella.
Sus uñas empezaron a golpetear la mesa con un movimiento de sus dedos, ella esperaba que el sonido sacara a Rocket de su trance, pero aquel sonido constante podría sonar raro en una situación como ella, pero más que un sonido raro, sería como un sonido pesado, algo que definitivamente no apoyaba en nada a la ruptura del enorme glaciar que se había formado entre ellos. Como eso no resultó, Anko carraspeó sutilmente su garganta para llamar la atención del Mink hasta que finalmente decidió hablar — Bueno, me tomaré tu silencio y aparente parálisis como un “Está delicioso, me encanta” ¡Joder, que genial eres, Anko! — Dijo para ella misma con un gesto que parecía que festejaba una victoria magistral.
Lentamente se levantó y se acercó hasta el mapache para tocar suavemente su cabeza con su dedo índice — Vamos, sigue disfrutando, si te encantó puedo hacer más, me caíste bien, aunque te haya tenido que ver tus bolitas… — Sí, un comentario que no ayudaba en nada, otra vez — Ya se está haciendo tarde y seguro que no tienes una casa propia, así que… podrías quedarte aquí esta noche para que descanses bien, además me serviría por si alguna de tus heridas vuelve a abrirse… —
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