Alguien dijo una vez...
Monkey D. Luffy
Digamos que hay un pedazo de carne. Los piratas tendrían un banquete y se lo comerían, pero los héroes lo compartirían con otras personas. ¡Yo quiero toda la carne!
[Autonarrada] [A-T1] El comienzo del gremio Crimson Crusaders
Lykos silver
Drake
1 Del Verano de 724
Isla Organ


El sol de  Organ apenas despuntaba en el horizonte cuando empecé a abrir los ojos poco a poco apartando al pequeño Axew de mi cara, ese lagarto siempre se quedaba encima cada vez que dormíamos, algún día estaba seguro de que me iba a asfixiar. estaba acostumbrado a madrugar incluso en mis días mas tranquilos aunque... bueno, digamos que la vejez ya empezaba a pasar algo de factura en lo que a energía y aguante se referían, pero aun aguantaba lo justo y necesario. Me senté en el borde de la cama, quedándome mirando el suelo durante un rato bastante largo como si me hubiera distraído para luego volver en mi mismo, pasando una mano por mi largo pelo plateado el cual caía desordenado sobre mi rostro debido al haber dado varias vueltas en la cama aquella noche, mis movimientos era metódicos, frutos de año de disciplina, al fin y al cabo... llevaba años repitiendo la misma rutina prácticamente. -Buenos días Organ, a ver que tienes para mi hoy... hoy es el gran dia jajaja, pero.. aun tengo que encontrarme con el de la mobiliaria. Tsk. Con un suspiro profundo, me levanté de la cama de aquella casa, una estructura simple pero de una madera robusta y oscura en la que había estado durmiendo durante algunos días en esa casa temporal que había cogido hasta terminar de hacer el papeleo, al apoyar todo mi peso en el suelo escuché su crujido debajo de mis pies descalzos al mismo tiempo que al levantarme, no me di cuenta y me acabé dando con la cabeza en el techo, Joder. Menos mal que el edificio del gremio iba a tener espacio de sobra, pero bueno. Desventajas de ser tan grande. 

Empecé la rutina encendiendo una pequeña lampara de aceite que siempre solía descansar sobre la mesita de noche al lado de la cama, agarré un gran cuenco de porcelana y lo llené de agua del baño para después proceder a lavarme el rostro lenta y detenidamente, dejando que aquel helado liquido me despejara por completo del sueño que aun tenía, después, frente a un espejo hecho a medida para mi tamaño observé mi cuerpo desnudo, lleno de cicatrices, recompensas de las batallas que había pasado en mi vida. -Ah.. que recuerdos, Tsk. mirando fijamente cada facción de mi torso, sonriendo, estaba muy bien para mi edad. en verdad estaba hecho un chavalote por que aun me quedaban muchos años de vida, pero mi aspecto de anciano siempre me había hecho gracia, supongo que era por la forma en la que siempre me habían tratado.

Después de eso me dirigí a la pequeña cocina de aquel lugar en el que me encontraba, arqueando la cabeza para intentar no chocarme con el techo, ahí dentro encendería una hornilla de carbón para poner agua a calentar, preparándome una taza de té negro, mi bebida favorita de las mañanas si le aplicaba una pizca de miel para suavizar el sabor amargo. Mientras la bebida se terminaba de preparar, corté una hogaza de pan rústico que había comprado el día anterior y lo unté con una generosa capa de mantequilla. El aroma cálido del desayuno cubrió por completo la habitación, y yo a su vez, disfrute de cada bocado que le metía a la comida en silencio, con paz, aunque estaba seguro de que esa paz se acabaría rápido en el momento en el que empezara a reclutar miembros para la banda. jojojojo, las aventuras que estaban a punto de empezar... igual hasta me encontraba una razón normal y corriente para quedarme en casa, aun tenía que seguir cuidando de los pequeñajos que se quedaron en el archipiélago, los echaba de menos.. pero bueno.

Iba a salir por la puerta cuando me di cuenta de que andaba en pelota picada, por lo que rápidamente subiría a la habitación y me pondría mi conjunto característico: una camisa con tirantes de cuero, corbata y unos pantalones vaqueros cortos con unos zapatos especiales para caminar por la arena, cuando volví a la puerta de la casa, la abrí con una sonrisa, sabiendo que mi siguiente destino iba a ser mi futuro hogar.

El aire fresco de la mañana me recibió en cuanto pasé del umbral de la puerta, por fin pude descansar la espalda sin pegarme contra ningún tipo de techo que hubiera en el camino.. además, un lugar muy interesante cuanto menos, yo caminaba con calma dirigiéndome a la zona en la que habíamos llegado al acuerdo, las obras ya estaban terminadas por lo que lo quedaba realizar el pago final, estaba totalmente nervioso, no sabía como reaccionar o como iba a tomármelo cuando lo viera, lo sabía que ya estaba listo, las figuras de otros cazarrecompensas y marines retirados pasaban por todas partes, futuros aliados, Tsk. pensé para mis adentros mientras caminaba con el maletín lleno de Berries, hice una pausa en cuanto lo vi... no pude evitar sonreír, el edificio se imponía en unos 10 metros de altura, destacándose del resto de edficios por su estructura robusta y plenamente funcional, combinando la madera oscura tratada con vigas de acero, dándole una apariencia rustica pero moderna al mismo tiempo, la fachada era amplia y tenía un cartel con el nombre: CRIMSON CRUSADERS además del icono del gremio que yacía en grande, majestuoso.. era.. mi sueño hecho realidad después de tanto tiempo, la entrada se componía de una dos puertas dobles, grandes con detalles de hierro forjado mostrando un diseño de espadas cruzadas y una cruz carmesí.

Cuando ingresé al interior, observé con gran felicidad su aspecto, era amplio y luminoso, en la planta baja había un techo alto que cubría una segunda planta, la primera planta en su amplitud disponía de largas mesas de madera, acomodadas como centro común de la organización, cerca de una chimenea central para el invierno, al fondo, una barra de bar con varias botellas en estantes, además de una cocina para poder preparar comidas para todos los futuros miembros que consiguiéramos, en el segundo nivel se encontraban las oficinas privadas y habitaciones para los interinos, en esa misma planta estaría mi despacho, donde recibiría a la gente nueva y tendría reuniones privadas, todo el edifico estaba rodeado de ventanas por lo que la iluminación natural sería maravillosa, también había un sótano de almacenamiento, que había sido cambiado para dotar a la gente de mesas de trabajo necesarias para sus oficios.

al poco rato, llegaría el constructor con la factura, un señor alto, de buena figura y bastante amable, firmaría los papeles, le entregaría el dinero y el me daría la letra del edificio, despidiéndose después. Saldría del edificio mirándolo desde fuera, mientras mi pequeño lagarto se paseaba por las instalaciones para explorarlas, buscando cual era el punto donde mejor diera el sol para poder quedarse ahí dormido sin hacer nada como estaba acostumbrado a hacer. Aquel.. era nuestro nuevo hogar, donde crearemos una familia que se apoye entre ella y podamos eliminar a los piratas que azotaran los mares, nadie se libraría de la presión de los cruzados escarlata

-Aquí comienza la historia de los Crimson Crusaders... vamos a ver que nos depara esta aventura jajaja, seguro que nada bueno, a ver si viene ya alguien, que quiero empezar a jugar a gente, Tsk. 
#1
Moderador OppenGarphimer
Nuclear Impact
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#2


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