Fon Due
Dancing Dragon
19-11-2024, 08:44 PM
La situación se estaba tornando a cada momento mas interesante.
Mi presentación tuvo el impacto que yo buscaba, ninguno de los presentes había notado mi presencia hasta que yo lo había querido así. Esta era una de las principales ventajas que tenía pre-combate, casi siempre podía asestar el primer golpe, o en este caso, dar el primer bocado a los dátiles.
Antes de terminar mi presentación pude escuchar como una nueva persona entraba en el edificio. Por el sonido de sus pasos era alguien de tamaño humano estándar (cerca de los dos metros de alto) y estaba arrastrando algo consigo. Antes de que esta nueva persona se anunciara, Lykos se dirigió a los de momento en su presencia para aceptarnos en el gremio.
Después de sus palabras de bienvenida, Lykos se acercó a mi arrodillándose de tal forma que su frondoso bigote blanco se encontraba a escasos centímetros de mí. Delante de él extendió su mano derecha. Esto me hizo mucha gracia, ¿acaso esperaba que saltara encima? Si lo hacía, ¿me posaría sobre su hombro después? ¿O quizás podría apretarme entre esos enormes pectorales que sobresalían de entre los tirantes que llevaba puestos?
La idea era tan tentadora que no pude evitar dar un salto hacia su mano dando una voltereta para caer de pie sobre la misma, expectante a ver qué pasaría, no sin antes terminar otro dátil de la mesa.
“¿Así que te interesa oír sobre el Okama-kempo, hmm?” – exclame con una mezcla de emoción e intriga. “Con gusto podemos hablar luego sobre este arte marcial, pero antes habría que prestar atención a quien acaba de llegar, hm.”
Tras decir esto voltee a ver hacia donde el sonido de los pasos y el arrastrar de un bulto provenían. Se trataba de una chica de melena despeinada color rojizo y blanco de aspecto jovial y algo salvaje, sus dientes afilados resaltaban tras su sonrisa algo picara, divertida. Ella cargaba consigo a un jabalí el cual había dejado un largo camino de sangre desde la entrada a modo alfombra roja de bienvenida, pero mucho mas gore. Se presento como Eve, una luchadora igualmente, y médico, además.
Lykos se dirigió a Eve dándole la bienvenida y llamándole Evelin, ¿será que la conocía de algo o estaba asumiendo que Eve era corto para Evelin y no para Eevee? Fuera como fuese, Lykos parecía estar pasando el mejor día de su vida, se le podía notar feliz – aunque aún calmado – tras esa poblada barba que cubría su rostro. Seguro Lykos no necesitaba mascarilla en caso de enfermarse.
A continuación, el alado oscuro dejo de acomodar los carteles que Lykos había puesto algo desordenados para prestarnos atención a Eve y a mi y proseguir a presentarse. Se llama Angyo y se hace llamar “El Sol del Ocaso”, vaya sobrenombre más guapo, ¿lo había escogido él? Un poco narcisista de ser así, pero no por eso menos increíble. Además, comento que es un Lunarian, en mi vida había oído hablar de ellos. Navegante y luchador, esto ultimo era casi que un requisito indispensable para un gremio de cazadores por lo que ya lo daba por sentado para todos los presentes, incluido el fundador de los Crimson Cruzaders.
Asiendo un movimiento con su cabeza para señalar a su hermano, añadió que este se llamaba Ungyo y le llamó “La Luna del Alba”. Cuanta teatralidad con estos Lunarians, ¿será algo típico de donde viven o de su raza? Si les gusta la teatralidad, podría interesarles el Okama-way. Tomaré nota mental de esto. Por lo que estábamos ante el sol y la luna, hermanos que se siguen en un ciclo que aparentemente no tiene fin. Definitivamente le iba la teatralidad a este par.
Sin embargo, el hermano no se presento como Lunarian, sino como Solarian. ¿Estas razas de verdad tenían una distinción así? ¿O quizás eran como la pasta que según la forma que tenga cambia el nombre, pero al final es pasta igualmente? Deteniendo el flujo de preguntas seguramente racistas – y siendo de los menos indicados para hacer este tipo de preguntas – observe como Ungyo (¿me dejaría llamarle simplemente Luna?) extendía sus las cuales reflejaban el brillo del sol de forma particularmente increíble.
Por lo visto, a este también le iba la teatralidad, solo que con muchas menos palabras. Confirmando que también era un peleador, saco su cimitarra la cual estaba ornamentada con empuñadura de medialuna completamente dorada. Bastante bonita y a juego con su mote.
Todo este acto de los hermanos alados me recordó a las historias que nos contaban cuando éramos pequeños (no de estatura, bueno si, también, pero me refería de edad) haya en Green Bit. Aunque no podía recordar con certeza cual historia específicamente.
Siguiendo montado sobre la mano de Lykos, voltearía a ver a cada uno de los presentes y les saludaría con un movimiento de cabeza a modo de asentimiento cordial. Volteando hacia Lykos, lo vería fijamente a los ojos y preguntaría: Entonces Lykos, ¿cual es la historia detrás de la fundación de este gremio, hmm?
Mi presentación tuvo el impacto que yo buscaba, ninguno de los presentes había notado mi presencia hasta que yo lo había querido así. Esta era una de las principales ventajas que tenía pre-combate, casi siempre podía asestar el primer golpe, o en este caso, dar el primer bocado a los dátiles.
Antes de terminar mi presentación pude escuchar como una nueva persona entraba en el edificio. Por el sonido de sus pasos era alguien de tamaño humano estándar (cerca de los dos metros de alto) y estaba arrastrando algo consigo. Antes de que esta nueva persona se anunciara, Lykos se dirigió a los de momento en su presencia para aceptarnos en el gremio.
Después de sus palabras de bienvenida, Lykos se acercó a mi arrodillándose de tal forma que su frondoso bigote blanco se encontraba a escasos centímetros de mí. Delante de él extendió su mano derecha. Esto me hizo mucha gracia, ¿acaso esperaba que saltara encima? Si lo hacía, ¿me posaría sobre su hombro después? ¿O quizás podría apretarme entre esos enormes pectorales que sobresalían de entre los tirantes que llevaba puestos?
La idea era tan tentadora que no pude evitar dar un salto hacia su mano dando una voltereta para caer de pie sobre la misma, expectante a ver qué pasaría, no sin antes terminar otro dátil de la mesa.
“¿Así que te interesa oír sobre el Okama-kempo, hmm?” – exclame con una mezcla de emoción e intriga. “Con gusto podemos hablar luego sobre este arte marcial, pero antes habría que prestar atención a quien acaba de llegar, hm.”
Tras decir esto voltee a ver hacia donde el sonido de los pasos y el arrastrar de un bulto provenían. Se trataba de una chica de melena despeinada color rojizo y blanco de aspecto jovial y algo salvaje, sus dientes afilados resaltaban tras su sonrisa algo picara, divertida. Ella cargaba consigo a un jabalí el cual había dejado un largo camino de sangre desde la entrada a modo alfombra roja de bienvenida, pero mucho mas gore. Se presento como Eve, una luchadora igualmente, y médico, además.
Lykos se dirigió a Eve dándole la bienvenida y llamándole Evelin, ¿será que la conocía de algo o estaba asumiendo que Eve era corto para Evelin y no para Eevee? Fuera como fuese, Lykos parecía estar pasando el mejor día de su vida, se le podía notar feliz – aunque aún calmado – tras esa poblada barba que cubría su rostro. Seguro Lykos no necesitaba mascarilla en caso de enfermarse.
A continuación, el alado oscuro dejo de acomodar los carteles que Lykos había puesto algo desordenados para prestarnos atención a Eve y a mi y proseguir a presentarse. Se llama Angyo y se hace llamar “El Sol del Ocaso”, vaya sobrenombre más guapo, ¿lo había escogido él? Un poco narcisista de ser así, pero no por eso menos increíble. Además, comento que es un Lunarian, en mi vida había oído hablar de ellos. Navegante y luchador, esto ultimo era casi que un requisito indispensable para un gremio de cazadores por lo que ya lo daba por sentado para todos los presentes, incluido el fundador de los Crimson Cruzaders.
Asiendo un movimiento con su cabeza para señalar a su hermano, añadió que este se llamaba Ungyo y le llamó “La Luna del Alba”. Cuanta teatralidad con estos Lunarians, ¿será algo típico de donde viven o de su raza? Si les gusta la teatralidad, podría interesarles el Okama-way. Tomaré nota mental de esto. Por lo que estábamos ante el sol y la luna, hermanos que se siguen en un ciclo que aparentemente no tiene fin. Definitivamente le iba la teatralidad a este par.
Sin embargo, el hermano no se presento como Lunarian, sino como Solarian. ¿Estas razas de verdad tenían una distinción así? ¿O quizás eran como la pasta que según la forma que tenga cambia el nombre, pero al final es pasta igualmente? Deteniendo el flujo de preguntas seguramente racistas – y siendo de los menos indicados para hacer este tipo de preguntas – observe como Ungyo (¿me dejaría llamarle simplemente Luna?) extendía sus las cuales reflejaban el brillo del sol de forma particularmente increíble.
Por lo visto, a este también le iba la teatralidad, solo que con muchas menos palabras. Confirmando que también era un peleador, saco su cimitarra la cual estaba ornamentada con empuñadura de medialuna completamente dorada. Bastante bonita y a juego con su mote.
Todo este acto de los hermanos alados me recordó a las historias que nos contaban cuando éramos pequeños (no de estatura, bueno si, también, pero me refería de edad) haya en Green Bit. Aunque no podía recordar con certeza cual historia específicamente.
Siguiendo montado sobre la mano de Lykos, voltearía a ver a cada uno de los presentes y les saludaría con un movimiento de cabeza a modo de asentimiento cordial. Volteando hacia Lykos, lo vería fijamente a los ojos y preguntaría: Entonces Lykos, ¿cual es la historia detrás de la fundación de este gremio, hmm?